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Italia también necesita al BCE

Los líderes europeos han vuelto a fracasar al presentar un plan sin concretar los detalles. El rescate a la banca española, lejos de tranquilizar, ha avivado el nerviosismo al poner el acento en las debilidades de Europa. El euro peligra y la preocupación crece por momentos ya que el contagio llega a Italia, la tercera economía de la región.

La prima de riesgo italiana está bajo presión y aunque no es la única -los países centrales, incluida Alemania, también han experimentado un repunte de los tipos de interés exigidos por el mercado esta semana-, el problema es que los niveles a los que han llegado la deuda a 10 años italiana y española son insostenibles. Italia tiene una deuda pública sobre PIB del 120%, una de las más elevadas de Europa, lo que deja al país con escaso margen de maniobra para absorber nuevas sacudidas del mercado.

Un incremento exagerado de la prima de riesgo italiana puede complicar su financiación. Los bancos italianos no tienen grandes riesgos inmobiliarios como los españoles pero su principal problema se concentra en su exposición a la deuda soberana y a la de otras entidades, junto con el alza de la morosidad.

Las medias tintas ya no sirven y la búsqueda de una solución europea urge. A la espera de que llegue, cada vez son más las voces que piden una actuación del BCE para contener el fuego mientras se imponen las reformas necesarias. Los expertos piden que el BCE use toda la artillería, incluida la compra de deuda pública y privada de forma masiva, la bajada de tipos de interés e incluso subastas a largo plazo. Ha trascendido además que los bancos centrales preparan planes de emergencia coordinados para evitar la catástrofe en caso de que los electores griegos se muestren contrarios a apoyar los programas de austeridad impuestos por Europa. Los políticos tienen en su mano devolver la tranquilidad a los mercados pero todo hace prever que hasta que lleguen los acuerdos hará falta alguna medida de emergencia.

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