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Olli Rehn advierte que, si no se cambia el tratado, el fondo de rescate no puede dar prestamos directos a los bancos

Bruselas pide la recapitalización directa de los bancos

La Comisión Europea ha recomendado fórmulas para la recapitalización directa de los bancos a través del fondo de rescate. Sobre España no da tregua. A España le pidió aún más esfuerzos, a cambio de lo que podría dar al país un año más, hasta 2014, para reducir su déficit al 3% del PIB.

La Comisión Europea abrió hoy la puerta a que se use el fondo de rescate europeo para recapitalizar la banca en vez de tener que canalizar este dinero a través de los Estados. Esta medida permitiría "serviría como nexo entre la banca y los Estados". La medida tiene una importancia capital para España, toda vez que la mayor parte de las reticencias del Gobierno de Mariano Rajoy hacia el uso de fondos europeos era precisamente este: los fondos, al facilitarse a los estados, suponían la intervención del Gobierno. Si se puede prestar el dinero directamente a las entidades financieras se eliminaría esta traba. Las Bolsas han acusado positivamente el efecto: el Ibex reaccionó moderando sus pérdidas, con los valores bancarios al alza.

La propuesta de relajar las condiciones para dar las ayudas contará, previsiblemente, con la oposición de los países triple A, como Alemania, o Finlandia, que, a su vez, se enfrentan con la oposición de su electorado. Para modificar esta regla, Europa debería modificar el tratado con el que creó el fondo y que algunos países ya han ratificado. Este nuevo fondo, que empezará a funcionar en julio, no puede según lo aprobado inyectar dinero en los bancos de forma directa. Sólo puede financiar a los Estados para que estos, a su vez, reconduzcan este dinero a las entidades financieras.

Así lo ha recordado Olli Rehn, Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, que ha incidido en las condiciones previas para una ayuda de Bruselas a los bancos: primero, la congelación de bonus o dividendo para poder acceder a la financiación del mercado; segundo, el apoyo público por parte de los respectivos gobiernos; y en último caso entraría en escena el fondo rescate permanente (MEDE en sus siglas en español), que con la configuración actual opera siempre a través de los Estados.

La Comisión va más allá y llega a recomendar la introducción de eurobonos como antídoto para la crisis de deuda que atenaza a España.

Más esfuerzos

En un contundente informe sobre las reformas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, Bruselas ha solicitado a España más consolidación fiscal en las Comunidades Autónomas, ampliar la base de impuestos indirectos como el IVA y adelantar el retraso de la edad de jubilación, a cambio de lo que podría dar al país un año más, hasta 2014, para reducir su déficit al 3% del PIB.

La CE critica casi todas las iniciativas adoptadas por considerarlas insuficientes o contraproducentes. El organismo comunitario se muestra especialmente duro con la reforma del sistema de negociación colectiva, con la reforma laboral y con el incremento del IRPF. Solo la reforma de las pensiones recibe algún elogio.

El veredicto mas duro del informe de la CE cae sobre las medidas para mejorar el sistema tributario, que califica como "no en línea con las recomendaciones" cursadas a España por la UE. Bruselas lamenta la subida de los impuestos directos porque va en detrimento del crecimiento y "en la dirección opuesta a la recomendación". La CE observa con inquietud el empeño del Gobierno en no subir los impuestos indirectos (IVA).

España, según la CE, tampoco ha seguido a rajatabla las recomendaciones sobre la reforma del sistema de negociación colectiva. Y en ese terreno, Bruselas plantea multitud de objeciones: no le gustan las cláusulas de indización salarial; que solo se han congelado; ni la ultractividad de dos años; "demasiado larga"; ni el sistema de arbitraje.

La reforma laboral no sale mejor parada, a pesar de que el Gobierno la presentaba hasta ahora como uno de sus éxitos ante Bruselas. La CE solo la considera "un paso en la dirección" requerida; pero teme sus efectos colaterales. En particular, la posibilidad de que instaure el encadenamiento indefinido de contratos de un año sin derecho a indemnización. Bruselas, por otra parte, también considera que deben rebajarse los costes de despido.

España tampoco logra el visto bueno en los procesos de liberalización de ciertas profesiones del sector servicios, anunciados ya por el Gobierno anterior. Entre tanto varapalo, curiosamente, la CE valora positivamente "los considerables progresos" de España en la restructuración del sector financiero. Pero el documento; según la CE, se cerró antes del ultimo torbellino sobre Bankia.

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