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Descarta un banco malo

El Banco de España sopesa nuevas fórmulas para acotar los activos tóxicos

El Banco de España ha intentado hoy en la City londinense calmar la inquietud de los inversores sobre la salud de la banca española. José María Roldán, director de regulación de la institución, ha destacado el esfuerzo de saneamiento que supone la reforma financiera, pero ha reconocido también que no está siendo suficiente para restaurar la confianza y que puede ser necesario plantear una nueva fórmula para distinguir los activos tóxicos de los sanos.

El Banco de España reniega de la creación de un banco malo, según ha explicado Roldán ante los inversores en la reunión mantenida esta mañana en Londres. Es una fórmula que dejaría notables pérdidas en el largo plazo. Pero ha sugerido que la institución está reflexionando sobre cómo explicar al mercado de forma más efectiva la limpieza de balance que están realizando las entidades, sin dar más detalles.

La presentación del Banco de España reconoce que "después de un reconocimiento de activos problemáticos -el 54% de los créditos a constructoras y promotores-, y de ajustes en valoraciones -que incluyen provisiones con las que elevar el ratio de cobertura del suelo al 80% y al 65% para vivienda en desarrollo-, un tercer paso podría ser la delimitación", en alusión a los activos tóxicos relacionados con el ladrillo que siguen despertando la desconfianza de los inversores. Aun así, no hay decisiones tomadas. José María Roldán no detalló cuál sería la fórmula con la que dar esa mayor transparencia, una vez descartado el banco malo.

Roldán ha explicado que será el Fondo de Garantía de Depósitos quien financie el coste de las reestructuraciones bancarias pendientes, como Catalunya Caixa y Banco de Valencia y quizá Novagalicia. Descartó por tanto, como ya hiciera el gobernador el martes en el Congreso, que la banca española vaya a recibir ayudas del fondo de rescate europeo para rematar la reestructuración del sector. Roldán ha explicado que la ampliación del FGD que requiere la actual situación se articulará a través de la titulización de las aportaciones futuras, aunque sin precisar cuantías ni plazos. Es decir, a través de un préstamo de los bancos garantizado por las propias aportaciones.

En el ámbito macroeconómico, el director general del Banco de España ha negado que la deuda pública española sea mayor de la reconocida y ha insistido en que deben hacerse comparaciones homogéneas con los países vecinos, que no incluyan la deuda de las empresas públicas o las facturas pendientes de pago. Y para cerrar la presentación, a la que han acudido más de un centenar de analistas, Roldán ha contado con la participación del embajador español en Londres, Carles Casajuana, que ha defendido las reformas puestas en marcha por el gobierno de Mariano Rajoy y su capacidad para reconducir la actual situación.

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