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Campaña electoral en Francia

Sarkozy vuelve a criticar a España y a Grecia para defender su programa

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, volvió hoy a poner a España y a Grecia como ejemplos de lo contrario a lo que él ha hecho para que Francia resista la crisis económica y en defensa de su programa electoral frente al de su gran rival, el candidato socialista, François Hollande.

"Francia ha aguantado en una crisis increíble" y ha sido "el único país de Europa que ha aumentado el poder adquisitivo cada año" y que no ha tenido un retroceso de actividad en ningún trimestre desde comienzos de 2011, destacó Sarkozy en una entrevista con la emisora de radio "RTL" dedicada a su campaña electoral.

"¿Cree que los franceses tienen ganas de estar en la situación de Grecia, en la situación de España", añadió como contrapunto antes de atacar a Hollande porque en su programa "anuncia un florilegio de gastos" y de preguntarse "¿con qué dinero?".

Ayer, en una conferencia de prensa para explicar su programa, el líder conservador ya había comentado que "no hay un francés que desee la situación que han tenido los griegos y que ahora tiene España", caracterizada por "la incapacidad de cumplir con los compromisos" y "la crisis de confianza".

El jefe del Estado conservador negó hoy la repetida acusación de haber beneficiado a los más pudientes con su política fiscal -"una mentira por repetirla no se convierte en una verdad"- y volvió de nuevo a criticar a su rival socialista: "Hollande quiere menos ricos, yo quiero menos pobres".

También rechazó haber dicho, como publicó el diario "Le Monde", que el candidato socialista "es una nulidad".

"Si tengo algo que decir lo digo. François Hollande tiene un problema con la franqueza, con su programa, con lo que va a hacer, no puede esquivar el debate en la campaña", argumentó.

En cuanto al apoyo manifiesto de la patronal MEDEF, le quitó importancia aunque comentó que "hay miles de empresas que trabajan muy duro" y añadió: "Estoy contento si esa gente (...) se reconoce en las ideas que defiendo".

Preguntado por las informaciones sobre una presunta financiación de su campaña para la elección de 2007 con dinero recibido de los Bettencourt, principales accionistas de L'Oréal, insistió en que sus cuentas "fueron verificadas" por el Tribunal de Cuentas y por el Consejo Constitucional y "no fueron objeto de ninguna contestación", lo que es "una primicia" si se compara con otras anteriores.

No obstante, frente a las informaciones en la prensa de que pudo haber recibido a comienzos de 2007 dos veces dinero de los Bettencourt, replicó que "habrá que demostrar qué sumas no fueron legales".

Además, hizo hincapié en su respaldo al que era su tesorero entonces, Eric Woerth, que fue después ministro y que está imputado en el caso Bettencourt: "Mi confianza en Eric Woerth es total".

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