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Tribuna
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Europa nos pide integrar mercados

La Comisión Europea pide más esfuerzos para la integración del gas y la electricidad. El autor apuesta por el anteproyecto de Ley del Sector de Hidrocarburos para dar competitividad al mercado.

Estos últimos días hemos asistido a declaraciones procedentes de la Comisión Europea donde se pedía a los países miembros más esfuerzos para lograr la integración del gas y la electricidad en el mercado común para 2014. Concretamente, se recordaba a siete Estados miembros, entre ellos España, la necesidad de trasladar al ordenamiento de cada país las directivas que regulan la liberalización del mercado del gas y de la electricidad, conocidas como tercer paquete energético. En este marco, la Comisión ha dado un periodo de dos meses a estos siete países para que se adapten a esta normativa europea, que liberalizando el sector contribuye a la competitividad y a la creación de empleo.

Cabe recordar que nuestro sector se encuentra totalmente liberalizado desde enero de 2008, momento en el que desaparece el mercado a tarifa del gas. En su día, bien sea dicho, la UE felicitó a España por tratarse del país del continente europeo más abierto. Sin embargo, esta adaptación no finaliza hasta la aprobación de las modificaciones introducidas en Ley del Sector de Hidrocarburos. Una ley, que quedó pendiente de aprobación parlamentaria por parte del anterior Ejecutivo, debe volver a iniciar su trámite completo por el nuevo Gobierno. Los grupos parlamentarios trabajarán sobre la necesidad de recuperar la senda del crecimiento económico en España, conscientes de que el sector del gas contribuye significativamente a la competitividad exterior de la industria a través de la calidad y economía del suministro energético.

Desde nuestro sector consideramos que la integración efectiva de los mercados de gas de la Unión requiere igualmente materializar los proyectos de infraestructuras planeados. Es necesario que se den los pasos correspondientes por las autoridades nacionales, especialmente para los proyectos sobre los que no existe una decisión final de inversión, como la integración de la Península Ibérica con Francia y la de Grecia y Bulgaria.

Desde el sector gas defendemos el anteproyecto de Ley del Sector de Hidrocarburos como la herramienta que debe fijar las bases para dotar, al mercado español, de una mayor liquidez y transparencia en los intercambios de gas. æpermil;sta facilitará la entrada de nuevos agentes y fomentará la competitividad del sector.

Un punto clave de la norma es que se reforzará la independencia de los gestores de red de transporte. Es decir, se establecerá un modelo de separación patrimonial en el que ninguna persona con intereses o ámbito de acción en el sector transporte, podrá ejercer el control sobre el suministro y la producción.

De hecho, aunque la separación funcional entre transportistas de gas, distribuidores y comercializadores existe casi en la totalidad de los casos en España -dicha separación se inició a partir de la Ley de Hidrocarburos de 1998-, este punto concreto es el paso definitivo para eliminar cualquier vínculo que pueda existir entre las tres ramas principales del negocio.

Otro gran avance de la normativa que nos está pidiendo Europa es el refuerzo del consumidor. En este sentido, la Comisión pide esfuerzos en materia de información al consumidor, cambios de comercializador en un plazo máximo de tres semanas y sin coste, y acceso a los datos de contratación, entre otros, de aplicación ya, en gran medida, en nuestro país.

Europa, finalmente, pide modificaciones para garantizar la independencia de unos reguladores que actúen al margen de entidades públicas o privadas.

Entre sus principales funciones, se deben encontrar la fijación de peajes y cánones; el seguimiento de planes de inversión; facilitar la entrada de nuevos agentes que incrementen la competencia; investigar el funcionamiento de los mercados; la aplicación y seguimiento de medidas de información y protección del consumidor, y la definición de estándares de calidad de servicio entre otros.

En este sentido, el nuevo Ejecutivo ha anunciado una reforma de los organismos reguladores que, entendemos, aprovechará para adaptarlos, en el caso del organismo energético, a los requisitos que nos pide Europa.

Una integración del mercado europeo, que en definitiva es el objetivo que persigue la UE a través de la uniformización de la normativa de los distintos países, ayudará a nuestras empresas -aprovechando las ventajas competitivas del sector gas de nuestro país- a ampliar su ámbito de acción a una UE sin fronteras energéticas y contribuirá, por lo tanto, a la creación de empleo en nuestro país. Cabe destacar que, en la actualidad, esta industria tiene consolidada una potente infraestructura que representa el 0,5% del PIB nacional y emplea a más de 90.000 trabajadores.

España, por su situación estratégica y por el desarrollo de sus infraestructuras gasistas, es un punto de entrada idóneo del gas que se dirige a Europa. Las seis regasificadoras (siete, si contamos con la portuguesa), los dos gasoductos que nos unen con Argelia, la ampliación de los dos que nos unen con Francia, y los 12 países que, actualmente, nos suministran gas posicionan a nuestro país como un garante de la seguridad de suministro de la UE. Además, y por qué no recordarlo, España, como país de tránsito, ofrece todas las garantías para que el gas llegue a su destino.

A todo este engranaje, habría que sumar el proyecto Midcat, un gasoducto que nos uniría con Francia, a través de Cataluña, y que vehicularía el gas hacia Europa, procedente de Argelia, a través del recién inaugurado Medgaz y de las plantas regasificadoras. Esta interconexión significa un coste adicional pequeño para España, dado que la mayor parte de inversión se ha realizado y, sin embargo, podría reportar hasta 114 millones de euros anuales, a causa del aumento de la utilización de las infraestructuras del sistema.

Si a estos elementos le sumamos que una mayor utilización de las infraestructuras gasistas significa una mayor rentabilidad de estas, el resultado puede ser una nueva aportación del sector gasista dirigida a nivelar la balanza de pagos de nuestro país.

Antoni Peris. Presidente de Sedigas

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