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Columna
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Jaguar, lejos de ser líder en China

Jaguar Land Rover quiere ser la marca de lujo de referencia en China, pero está tomando un camino tortuoso. El fabricante de vehículos de gama alta, perteneciente a la india Tata, ha anunciado una asociación con Chery Auto, un productor estatal conocido por sus bajos precios. Una estrategia arriesgada para arañar una mayor cuota en este gigante mercado automovilístico.

Es fácil observar por qué las marcas de lujo quieren más de China, el mayor mercado mundial. Las ventas de Jaguar Land Rover crecieron allí un 58% en el último trimestre de 2011, comparado con el mismo mes del año anterior. Mientras que las ventas de los vehículos de pasajeros han bajado de media, e incluso los distribuidores ofrecen descuentos por los modelos de lujo, la tendencia subyacente en el comercio continúa fuerte. Audi, BMW y Mercedes son las marcas de más éxito, gracias a sus propios acuerdos, y BMW asegura que China pronto se convertirá en su mayor mercado.

Con un socio, Jaguar puede empezar a producir en China, lo que debería impulsar sus márgenes del 17% del ebitda. También puede obtener un mejor trato con una marca local. Los productores foráneos se dirigen hacia un tiempo difícil, desde que las compañías chinas luchan con un crónico exceso de capacidad. Las marcas extranjeras fueron excluidas de una lista reciente de modelos aprobados para compras oficiales. La Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma eliminó recientemente a la industria del automóvil de la lista de prioridades para la inversión extranjera. Otras sociedades foráneas, como el acuerdo entre HSBC con BoCom, han necesitado años para salir adelante.

Luego está la elección del socio. Chery, pese a algunas incursiones en el mercado de gama alta, es claramente de gama baja, y no está en números rojos solo por los subsidios del Gobierno. Uno no debería rechazar a Chery tan pronto. Pero cuando una gran marca choca con una más débil, es frecuente que sea esta última la que salga ganando.

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