_
_
_
_
_
La crisis de deuda soberana

El rescate de Grecia sigue bloqueado

"Quieren echarnos del euro", se queja Atenas.

Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) celebraron ayer una teleconferencia para debatir sobre el segundo plan de rescate de Grecia, con vistas a tomar una decisión en su próxima cita en Bruselas el 20 de febrero.

La concesión de los nuevos préstamos, por valor de 130.000 millones de euros, sigue bloqueada tras la negociación de ayer porque los socios de la zona euro quieren garantizar que Atenas concederá prioridad absoluta al pago de los intereses de la deuda.

Los negociaciones sobre cómo lograrlo continuarán el próximo lunes. Una de las propuestas, impulsada por Alemania y Francia, es que Grecia deposite en una cuenta bancaria bloqueada los fondos destinados a esa partida.

La teleconferencia de ayer, según un comunicado del presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, sí que resolvió dos de los puntos conflictivos que seguían pendientes.

En concreto, las garantías ofrecidas por los líderes de los dos principales partidos políticos griegos (los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del Pasok) de que continuarán con el ajuste pactado gane quien gane las elecciones generales previstas para el próximo mes de abril. Y Grecia también detalló las medidas de ajuste que adoptará para recortar 325 millones de euros pendientes del plan de ajuste.

Poco antes de la reunión, Antonis Samaras, el líder de los populares griegos, se comprometió por escrito a aplicar los ajustes exigidos por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) si gana la las elecciones.

Samaras se resistía a comprometerse con un ajuste tremendamente impopular y que, a su juicio, condena a la economía griega a una prolongadísima recesión. Pero a pesar del riesgo electoral, el probable vencedor de los próximos comicios tuvo que plasmar ayer su firma para intentar lograr la luz verde del Eurogrupo a los nuevos préstamos.

La desconfianza entre las dos partes, sin embargo, ha alcanzado tal nivel que varios socios europeos parecen dispuestos a dejar quebrar a Grecia, una hipótesis descartada el año pasado pero que ahora se considera bastante asumible.

"Hay mucha gente en la zona euro que ya no nos quiere dentro", habría señalado ayer el ministro europeo de Finanzas, Evangelos Venizelos, durante un encuentro con el presidente de su país, Karolos Popoulias. El ministro, según las palabras recogidas por el diario griego Ekathimerini, aseguró también que Grecia está "en el filo de la navaja" y advirtió sin precisar que "hay quien está jugando con fuego, unos con cerillas y otros con antorchas".

El Gobierno alemán, por su parte, negó que haya dado por inevitable la quiebra y posible salida de Grecia del euro. "Alemania no ha tomado una decisión de ese tipo", señaló en Berlín el portavoz del Gobierno de Angela Merkel.

Otro portavoz, en nombre del Ministerio alemán de Finanzas, añadió de manera más ambigua que "vamos a hacer todo lo que haga falta para ayudar a Grecia a seguir su camino, siempre que quiera seguirlo".

La zona euro, y Alemania en particular, parecen haber perdido el temor a una suspensión de pagos en Grecia, una amenaza que hasta ahora había jugado a favor de Atenas a la hora de pedir ayuda.

Devastador

El departamento de Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, no comparte esa tranquilidad. "La suspensión de pagos tendría devastadoras consecuencias para la población, sobre todo, para la más vulnerable", insistió ayer el portavoz de Rehn. Y alertó sobre la "inestabilidad" que provocaría en el conjunto de la Unión Europea.

El equipo de Rehn aseguró que sus temores se basan "en análisis económicos muy sesudos", aunque añadió que no se ha hecho ningún estudio sobre el impacto económico la salida de Grecia del euro.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_