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Tribuna
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Diagnóstico impreciso, recetas equivocadas

El Gobierno, continuando con su agenda reformista, presentó el pasado viernes las bases de la nueva reforma del mercado laboral con el objetivo de frenar la sangría de destrucción de empleo que está sufriendo España y poner las bases para la creación de empleo estable cuanto antes. No puedo estar más de acuerdo en el objetivo: la creación de empleo es el reto más urgente al que nos enfrentamos hoy en España. Sobre todo teniendo en cuenta la dinámica de fuerte destrucción de empleo con la que acabó 2011 y que probablemente continuará en 2012, si se cumplen las previsiones de contracción de la economía española.

La situación actual exige nuevas actuaciones que den respuesta al empeoramiento de la situación económica y laboral que hoy vivimos, y que está suponiendo la pérdida de muchos puestos de trabajo y alargando la situación en desempleo de muchas personas.

Sin embargo, la reforma anunciada establece las bases para destruir más empleo, porque abarata el despido improcedente de un contrato indefinido rebajando la indemnización a 33 días por año trabajado (hasta ahora 45), con un tope de 24 mensualidades, y porque flexibiliza las causas por despido procedente permitiendo la extinción del contrato por causas económicas si la empresa tiene pérdidas actuales o previstas o disminución persistente (tres trimestres consecutivos) de sus ventas.

Además la mayor flexibilidad que otorga a las empresas para modificar la jornada, salarios, funciones del trabajador, etc. va a deteriorar las condiciones de quien hoy tiene trabajo y supone un recorte de los derechos de los trabajadores.

El Gobierno se equivoca en las recetas que necesita nuestro mercado laboral para crear empleo. Además, teniendo en cuenta la nueva fase recesiva del ciclo económico, nuestra economía necesita medidas de estímulo de la actividad productiva ya que solo es posible crear empleo si la economía crece. La reforma del mercado laboral puede ser necesaria, pero en ningún caso suficiente para recuperar la senda de creación de empleo.

La recuperación del crecimiento de la economía española pasa por el crecimiento de nuestras exportaciones, para lo que es preciso apostar por la competitividad y la internacionalización. También es necesario un mayor crecimiento de la productividad y para ello debemos transformar nuestro modelo productivo y apostar por sectores innovadores y avanzados, que han mostrado capacidad de generar empleo a pesar de la crisis, como el sector de la información y las comunicaciones, las actividades profesionales científicas y técnicas, ecoindustrias, energías renovables y servicios sociales.

En el ámbito del mercado laboral, algunos pasos a seguir serían:

l En primer lugar continuar con las reformas iniciadas por el Gobierno anterior para crear un clima de confianza y para recuperar el empleo. No ha transcurrido el tiempo suficiente para que la reforma aprobada en 2010 surta plenamente sus efectos, y llevar a cabo una nueva reforma laboral no confiere una mayor confianza, sino todo lo contrario.

l En segundo lugar, formalizar un compromiso social compartido con un colectivo especialmente vulnerable: el de los jóvenes; con el que debemos asumir la obligación de dotarles de más y mejor formación y con el que debemos mostrar una mayor implicación para que puedan tener más, y también mejores, oportunidades en el mercado laboral. Debemos diseñar programas personalizados con actuaciones como:

Flexibilizar el sistema educativo para impedir que los jóvenes lo abandonen sin cualificación y formación necesarias para su desarrollo personal y profesional.

Ofrecer segundas oportunidades a los menores de 20 años que abandonaron el sistema educativo a través de programas de cualificación profesional inicial.

Ofrecer programas de primera experiencia profesional para aquellos que sí disponen de una determinada cualificación.

Introducir instrumentos para la prevención del abandono escolar.

l En tercer lugar, elaborar planes específicos de empleo en sectores estratégicos, como los sectores de la nueva economía que pueden suponer un impulso para la recuperación del empleo.

l Por último, debemos estimular el emprendimiento, como elemento fundamental de creación de tejido empresarial innovador y competitivo. La recuperación de la actividad y el empleo en los próximos años va estar estrechamente ligada a la creación de nuevos proyectos empresariales y al autoempleo y al crecimiento del amplio tejido de pymes existente.

La situación actual exige actuar pero buscando el consenso de todos. Son muchos los españoles y españolas a los que hay que dar una respuesta y hay que darles la mejor. Además, sería deseable que la salida de esta crisis dé como resultado una mayor cohesión social, en la que salgan reforzados los mecanismos de garantía y justicia social, pues aunque requiera un esfuerzo por parte de todos, su gravedad exige que los que tengan más contribuyan en mayor medida.

Reyes Maroto Illera. Investigadora sénior del área de Economía y Sostenibilidad de la Fundación Ideas

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Joaquín Trigo Portela

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