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Los ingresos crecen un 3,7% por el parón en España

Telefónica sufre sus primeras pérdidas trimestrales desde 2002

Al final, los temores de los analistas se han hecho realidad. El coste del ERE ha provocado números rojos en Telefónica en el tercer trimestre, algo que no se veía desde 2002. Los resultados han sido algo peores de lo esperado en ganancias y en línea en ingresos.

Sede de Telefónica en el Distrito C, en Las Tablas, Madrid
Sede de Telefónica en el Distrito C, en Las Tablas, MadridBLOOMBERG

Los malos resultados de Telefónica en España y el impacto del coste del expediente de regulación de empleo han impedido a la compañía dar un solo euro de beneficio en el tercer trimestre de 2011. Esa era la previsión de los analistas y se ha confirmado. La operadora ha perdido 429 millones de euros entre junio y septiembre. Los ingresos han subido un 3,7%, según los resultados registrados en la CNMV. Hace solo un año, Telefónica registró su récord histórico de beneficios, con 5.059 millones en tres meses.

Para encontrar otro trimestre con números rojos hay que remontarse al cuarto de 2002, cuando las pérdidas se situaron en 540,7 millones de euros. Ese año, la crisis argentina impactó de lleno en las cuentas de la compañía, que además aprovechó para sanear los millonarios pagos por licencias de UMTS. Esta vez, también hay responsables: el coste del expediente de regulación de empleo en España y los malos datos de Telefónica en territorio nacional por el efecto de la fuerte competencia.

Pese a todo, la compañía reafirma una vez más que mantendrá su política de pago de dividendos y que cumplirá sus previsiones para este año, aunque esta vez se trata de unas estimaciones más genéricas que las de otros ejercicios. Incluso con esta cautela, la primera reacción del mercado no fue buena: la compañía abrió la jornada con una caída del 1,9% en Bolsa. Pese a que luego se fue recuperando, siguió pesando el hecho de que las pérdidas han sido mayores de lo esperado y la debilidad que subyace en el crecimiento del 3,7% en ingresos. ¿Cómo se explican estos resultados?

1.- Coste del ERE

Las cuentas de Telefónica en el tercer trimestre están afectadas por tantos factores que es difícil elegir cuál impacta más. Por volumen, está claro que la provisión que se ha hecho para hacer frente a los costes del expediente de regulación de empleo es la más importante. Son 2.671 millones que se suman a los gastos de personal y que suponen una resta casi directa (no del todo, por los efectos fiscales, entre otros condicionantes) al resultado neto.

Esta provisión contrasta con los resultados extraordinarios de casi 3.800 millones de euros que se apuntó Telefónica en el tercer trimestre de 2010 por la revalorización contable de su participación en Vivo. Eso explica que una misma compañía sea capaz de tener un desfase de casi 5.500 millones en ganancias entre un periodo y otro. Eso sí, las plusvalías de la operación brasileña no supusieron una entrada de caja. La provisión por el coste del ERE, en cambio, lleva implícita una salida de caja. Puede que no ahora, pero sí cuando cada empleado vaya cobrando el despido.

2.- Latinoamérica ya no es lo que era

Pero hay otros muchos factores que también afectan a las cuentas del trimestre. Los ingresos son la mejor prueba de ello. Crecen un 3,7% en el tercer trimestre, pero solo porque Latinoamérica los impulsa. Esta filial dispara un 17,5% su facturación entre julio y septiembre, aunque también tiene algo de truco, porque no se están comparando cosas iguales. Telefónica compró Vivo a la vuelta del verano del año pasado y desde entonces computa el 100% del líder brasileño del móvil, cuando antes solo sumaba un 30%. De ahí que la evolución salga muy favorecida, pero no porque mejore el negocio de Vivo, sino porque tiene más participación.

Una idea del impacto que este cómputo tiene en las cuentas lo da la cifra de crecimiento orgánico de los ingresos de Telefónica Latinoamérica. No hay datos para el trimestre, pero sí para el conjunto del año. Y lo que dicen es que hasta septiembre, el crecimiento del 18,1% de la filial se quedaría en el 4,9% si se depuraran estas materias.

Así que el alza de ingresos del 3,7% del grupo en el trimestre se quedaría en nada o, posiblemente, sería negativa si se descontara el efecto Vivo.

3.- España, el verdadero problema

Al margen de contribuciones del perímetro de consolidación o de los extraordinarios, las cifras de España son, como el mercado temía, el verdadero talón de Aquiles de Telefónica. La que fuera un día principal filial del grupo y todavía es la que más beneficios genera volvió a pinchar en el tercer trimestre. Las cuentas demuestran que el negocio nacional no solo no mejora, sino que sigue empeorando. La caída de ingresos en el acumulado del año se ha acelerado hasta el 7% y eso es porque en el tercer trimestre estanco ha sido de un 8,8%, la peor cifra registrada hasta ahora y muy por encima del 6,6% del segundo trimestre. El farolillo rojo ha sido el negocio móvil, que cae un 11% entre junio y septiembre.

Claro que las cifras no podían ser muy distintas teniendo en cuenta la evolución operativa de la compañía en España. Telefónica ha perdido 270.000 clientes de móvil en solo tres meses (eso da 2.934 al día) y casi 62.000 de banda ancha. A eso se unen las distintas bajadas de precios que ha hecho para intentar contener esta sangría, así que el impacto en la facturación no se ha hecho esperar.

4.- Europa se apunta a la caída

Pero es que además se ha sumado Telefónica Europa a la crisis. Esta filial ya pinchó en ingresos en el segundo trimestre, pero al menos mantenía el crecimiento a lo largo del año. Ahora ya no. El 5% de caída registrado entre julio y septiembre ha arrastrado al acumulado, que retrocede un 0,4%.

El resumen es que solo una de las tres zonas donde Telefónica tiene negocio crece, y tampoco demasiado.

Al margen de los ingresos, la compañía también ha registrado más amortizaciones de las previstas y sus gastos financieros se han disparado más de un 22% en el trimestre. Y el hecho de computar el 100% de Vivo en la parte alta de la tabla hace que haya que devolver en la baja el beneficio que corresponde a los accionistas minoritarios de esta sociedad, así que se va resintiendo el resultado. Al final, llegan los 429 millones de euros de pérdidas en el trimestre.

En el acumulado del año la situación es algo mejor. El deterioro del tercer trimestre queda diluido, así que al menos hay beneficios al final de la cuenta. Claro que son 2.733 millones, un 69% menos que el año pasado.

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