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Consigue 308 votos a favor

Berlusconi se salva y saca adelante de la aprobación de los presupuestos

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha pasado la prueba de fuego. La votación hoy en el Parlamento italiano para aprobar los presupuestos generales de 2010 ha salido adelante tras los rumores sobre la oposición de varios diputados de la coalición de Gobierno. El primer ministro se salva, pero pierde la mayoría absoluta en la Cámara baja.

El debate parlamentario sobre las Cuentas del Estado de 2010 era considerada como una moción de censura de facto contra la figura de Berlusconi. Los partidos de la oposición acordaron la medida de presión de estar presentes en la Cámara pero no votar. Mientras que hasta 20 diputados de la filas del Gobierno habían mostrado su rechazo, según la prensa italiana, hasta el punto de que la dimisión del primer ministro estuvo en el alero durante el día de ayer. Finalmente, el Gobierno ha conseguido sacar adelante la propuesta con 308 votos a favor de los 630 totales de hemiciclo.

Berlusconi negó ayer que se estuviera planteando presentar su dimisión y lanzó un órdago a los diputados de sus grupo parlamentario. "Quiero ver con sus propios ojos quienes son los traidores", anunció ayer. La incapacidad de Berlusconi para adoptar reformas que desactiven la crisis de deuda ha avivado el descontento dentro de su propio partido, aunque las estimaciones variaron ampliamente sobre cuántos diputados de centroderecha le retirarían su apoyo en la votación de hoy. Finalmente, ha conseguido el respaldo suficiente, pero ha perdido la mayoría absoluta en la cámara fijada en los 316 escaños.

Los presupuestos han sido validados en la Cámara de Diputados por 308 votos a favor, una abstención y ninguno en contra, ya que la oposición, presente en el pleno, cumplió con lo anunciado y no participó en la votación para dejar en evidencia sus apoyos.

Pese a la victoria, la autoridad del primer ministro queda muy deteriorada y cuestiona la futura estabilidad del la cabeza del Ejecutivo, más aún después de que su principal aliado, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, le haya pedido explícitamente que dimita.

De hecho, los diputados que no votaron superaron a los que sí lo hicieron (309 que participaron frente a los 321 que no). "Presente su dimisión, aquí haremos lo que nos corresponde por el país. Y tenga claro que si usted no lo hiciera, no oso a creer que usted no lo haga. Si usted no lo hiciera, la oposición consideraría otras iniciativas porque así no podemos seguir", comentó el líder de la principal formación de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, dirigiéndose directamente a Berlusconi y abriendo la puerta a la presentación de una posible moción de censura.

Este resultado pone de relieve la pérdida de apoyos que ha tenido Berlusconi en las últimas semanas, después de que en un voto de confianza el pasado 14 de octubre su Ejecutivo obtuviera 316 votos a favor, es decir, justo la mayoría absoluta de una cámara de 630 diputados. Este voto de confianza llegó después de que el 11 de octubre se produjera un empate a 290 votos en la votación del primer artículo de esas cuentas del Estado de 2010, cuya ratificación tuvo que ser, por ello, suspendida.

Según informan los medios de comunicación italianos, dentro del grupo de Berlusconi un diputado fue el protagonista de la única abstención, mientras que otros 5 no votaron, entre ellos Alfonso Papa (en arresto domiciliario), y tampoco lo hicieron otros tantos del Grupo Mixto, como Santo Versace, hermano del difunto modisto y quien abandonó las filas del primer ministro en septiembre.

Clave de la votación de este martes era saber cuántos apoyos reales dentro de su propio grupo, el Pueblo de la Libertad (PDL), había perdido el primer ministro, después de que algunos de sus diputados le hayan pedido que dimita y dé paso a un nuevo Ejecutivo que consiga ampliar su apoyo mayoritario en el Parlamento.

A esos disensos dentro de su formación se une la reciente salida de tres diputados del PDL, que han decidido pasarse a la oposición de centroderecha, cuestionando la continuidad de Berlusconi al frente de un Ejecutivo con una mayoría parlamentaria no muy amplia tras la salida de la misma de su exaliado Gianfranco Fini en 2010.

Ayer algunos medios afines a Berlusconi llegaron a asegurar que se iba a producir una dimisión inminente del primer ministro, pero el mandatario negó esta posibilidad y aplazó una decisión a saber el resultado de esta votación de las cuentas del Estado.

Sus socios de Gobierno de la Liga Norte le han pedido que dimita y deje al frente del Ejecutivo al secretario político de su partido y exministro de Justicia, Angelino Alfano.

Por el momento, el Ejecutivo italiano tiene pendiente la aprobación en el Parlamento de los presupuestos de 2012, donde incluirá una "maxienmienda" con las primeras reformas económicas prometidas a la Unión Europea (UE).

Lo más probable es que los presupuestos lleguen ya la semana que viene al pleno del Senado para su votación con una más que probable cuestión de confianza, según anunció el propio Berlusconi ayer.

Las últimas incertidumbres sobre el futuro del primer ministro italiano, uno de los protagonistas de la última cumbre del G20 de Cannes (Francia), han hecho que la prima de riesgo de la deuda italiana se haya disparado, y que hoy volviera a marcar un nuevo récord desde la entrada en el euro, en los 495 puntos básicos.

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