Convulsión en la tarde de ayer en el empresariado español. Las dos batallas más enconadas del momento, la que se mantiene en el accionariado de Sacyr y la que libran de forma paralela la constructora y su participada Repsol, se saldan con una víctima inesperada: Luis del Rivero pierde la presidencia del grupo de construcción que fundó allá por 1986. El empresario llegaba al consejo de Sacyr con la confianza que otorga haber firmado un pacto que le alza con el 27% del capital. Pero ese acuerdo con la familia Loureda (12,65%) y con el presidente del área de construcción, Javier Gayo (1,71%), se le volvió en contra. Otro íntimo colaborador hasta ahora, como ha sido el vicepresidente Manuel Manrique (6,1% del capital), cambió inesperadamente de acera tras verse excluido de la alianza. Ayer dio sus dos votos, el suyo y el de su hijo, al bloque crítico que pedía a Luis del Rivero que se separara del cargo de presidente. Este también tuvo que abandonar su puesto de consejero.
Resultado: Manrique asume la presidencia y Demetrio Carceller y Juan Abelló las vicepresidencias, con el plácet de las cajas representadas en el consejo (NCG, Bankia, Unicaja y BNM). Ni rastro en la cúpula de los Loureda.
En el sector de la construcción, división de opiniones. Son muchos los que apuntan al hartazgo de Manrique, "siempre en un segundo plano en la empresa", y no faltan quienes hablan de "traición en toda regla". Manuel Manrique, Del Rivero y Loureda salieron de Ferrovial en 1986 para fundar Sacyr.
Nueva estrategia en Repsol
Los cambios al frente de la constructora hacen prever una profunda revisión de la estrategia de la compañía. En primer lugar, peligra el pacto firmado el 29 de agosto con la petrolera mexicana Pemex para sindicar los votos en Repsol y controlar el 29,5%. Esto es por la clara decisión del nuevo bloque de poder en Sacyr de atemperar el conflicto abierto tanto con la presidencia de Antonio Brufau como con La Caixa. La entidad que lidera Isidro Fainé cuenta con el 12,8% de Repsol y se sintió traicionada por Sacyr al desconocer su plan de sindicación con Pemex.
La segunda derivada de esta crisis de gobierno en Sacyr tiene que ver con el crédito de 4.900 millones que sustenta el 20% en la citada Repsol. Carceller, Abelló y las cajas son de la opinión de que esa deuda es inasumible. Fuentes cercanas al frente de accionistas aseguran que sacrificarían un 5% de la petrolera (21,4 euros por título) para amortizar unos 1.300 millones del crédito. La caída de Del Rivero llega en pleno proceso de refinanciación del préstamo, cuyo vencimiento está fijado el 21 de diciembre.
El núcleo de fundadores sigue dando presidentes
Tras Loureda y Del Rivero, Manuel Manrique se convirtió ayer en el tercer fundador de Sacyr que alcanza la presidencia del grupo. El primero capeó la crisis de los noventa y cedió el testigo a Luis del Rivero en un momento histórico para el sector de la construcción. A este le estalló la crisis del ladrillo con la inmobiliaria Vallehermoso fuertemente endeudada, lo que empezó a marcar una trayectoria jalonada por serios problemas para Sacyr.
Manrique asume ahora el puesto de primer ejecutivo en la quinta constructora española con un potencial venido a menos. La actividad inmobiliaria está bajo mínimos, el área de servicios Valoriza capea las dificultades generalizadas para cobrar a las administraciones, y la división de concesiones está en fase de lanzamiento. A todo ello se suma una crisis sin precedentes para la construcción. Los más de 11.000 millones de duda del grupo, de los que 4.900 millones vencen en diciembre, completan la foto de Sacyr.
Jienense de 57 años, Manuel Manrique Cecilia hace gala de un carácter afable. Es ingeniero de Caminos por la Escuela Técnica de Ingenieros de Madrid. Su carrera arrancó en Ferrovial y forma parte del núcleo de fundadores de Sacyr, junto a Luis del Rivero, José Manuel Loureda y Félix Riezu. Su primer cargo en la empresa, en 1987, fue de delegado en Andalucía.
Revolución
Consejo explosivo
-NCG Banco nombró ayer consejera de Sacyr a la directiva del banco María Victoria Vázquez. Sustituye al dimisionario Ángel López Corona.
-Se acuerda la separación de la presidencia de Del Rivero, que dimite como consejero.
-Manuel Manrique es nombrado presidente.
-Carceller y Abelló pasan a ser vicepresidentes.