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Pedirán un plan de desinversiones y nuevos interlocutores con Repsol

Las cajas exigirán a Del Rivero que baje en 1.500 millones la deuda de Sacyr

Las cajas representadas en Sacyr irán hoy al consejo de la constructora poniendo cifras a su propuesta de amortización de deuda, realizada el viernes al presidente Luis del Rivero. Pedirán desinversiones para lograr un recorte de 1.500 millones. Sobre el conflicto con Repsol reclamarán nuevos interlocutores de Sacyr que rebajen la tensión con la petrolera.

Las cajas exigirán a Del Rivero que baje en 1.500 millones la deuda de Sacyr
Las cajas exigirán a Del Rivero que baje en 1.500 millones la deuda de SacyrJ. LÁZARO

La exigencia de un golpe de timón en Sacyr terminará de materializarse esta mañana a cargo de las cuatro cajas con participación significativa en el capital: Novacaixagalicia, Banco Mare Nostrum, Bankia y Unicaja.

En el segundo acto que cerrará el consejo inconcluso que tuvo lugar el viernes, las entidades van a poner sobre la mesa datos para vestir su propuesta de un plan de amortización de deuda: piden un recorte de 1.500 millones sobre el pasivo financiero neto de 11.400 millones que Sacyr presentaba al cierre del primer semestre.

Esta demanda podría chocar frontalmente con el plan estratégico. La compañía planeaba inversiones entre 2011 y el cierre de 2014 por 1.958 millones. Una cifra que de forma casi íntegra iría a potenciar el área de concesiones y que debería financiarse principalmente con deuda sin recurso a la matriz.

Las cajas, ahora disidentes, suman el 12,1% del capital del grupo constructor y cuentan con tres representantes en el consejo: José Luis Méndez y Ángel López Corona, por Novacaixagalicia pese a estar ya desvinculados de la entidad gallega, y Andrés Pérez como miembro de Caja de Ávila (Bankia).

Sus nuevos argumentos coinciden con la reestructuración de las cajas y con el conflicto entre Sacyr y su participada Repsol, tras el pacto parasocial firmado por la primera con la petrolera Pemex.

En este contexto, las cuatro cajas, cuyos votos están sindicados, insistirán en el consejo de hoy en la búsqueda de una salida negociada a la batalla con Repsol. Fuentes cercanas al frente de entidades financieras aseguran que el presidente de Sacyr no debe liderar las conversaciones a la vista de su enfrentamiento abierto con el presidente de la petrolera, Antonio Brufau.

Incluso destacan que La Caixa, segundo accionista de Repsol con el 12,8% del capital, tampoco ve en Del Rivero un interlocutor capaz de reconducir las relaciones de Sacyr en el seno de su participada.

Representantes

El pool de cajas tiene previsto demandar hoy nuevos interlocutores para que actúen en nombre de Sacyr frente a Repsol durante un octubre de máxima intensidad.

En cuanto a la exigencia de desinversiones, tras desprenderse de la concesionaria Itínere en 2009, Sacyr cuenta con limitado margen para vender en plena crisis. La compañía está armando una nueva división concesionaria, con activos aún en rampa de lanzamiento, mientras se ha desmoronado la valoración de la actividad de servicios de las grandes constructoras, donde Sacyr cuenta con Valoriza. El suelo en poder de Vallehermoso, por último, no es moneda preciada en estos momentos.

Las dos opciones más claras para hacer caja son el 20% de Repsol, que Del Rivero considera intocable a los actuales precios de mercado, y activos de la patrimonialista Testa. Sacyr ya negoció meses atrás la colocación de la torre parisina Adria por algo más de 500 millones.

O acuerdo o junta extraordinaria

Después de los acuerdos del consejo de Repsol de la semana pasada, la confusión jurídica reina en el ambiente. Aunque el consejo aprobó un cambio del reglamento para determinar un posible conflicto de interés de parte de Pemex, por ser un competidor, y un análisis (a elaborar por la Comisión de Nombramientos y Retribuciones) del posible conflicto de interés del propio pacto de la mexicana y Sacyr, fuentes próximas al consejo aseguran que todo está abierto y que los acuerdos se prestan a ambigüedad.Estas mismas fuentes fían el futuro a una negociación entre las partes (Repsol, La Caixa, Pemex y los dos bandos de Sacyr) y opinan que tienen apenas un mes para consensuar una solución, que, dicen, se debía haber intentado hace mucho tiempo. Ese mes es el plazo que media hasta la celebración del próximo consejo de Repsol, a finales de octubre, donde se fijará con claridad si Sacyr y Pemex son declarados incompatibles para estar en el consejo. De ser así, Pemex y Sacyr convocarían una junta extraordinaria de Repsol.

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