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El Tesoro acusa a la agencia de errar en sus cálculos

Standard & Poor's retira la máxima calificación a EE UU

La amenaza pendía desde el 14 de julio. Y se hizo efectiva en la madrugada del sábado. Standard & Poor's rebajó la calificación de la deuda a largo plazo de EE UU, que ya no cuenta con la máxima nota, la triple A. La razón es doble: el volumen de la deuda y el insuficiente acuerdo entre republicanos y demócratas para aumentar el techo de la deuda y reducir el déficit. El resultado, los bonos de EE UU tienen ahora una calificación inferior a los de países como Reino Unido, Alemania, Francia o Canadá.

Obama, en un momento de su discurso
Obama, en un momento de su discursoBloomberg

Nuevo mazazo a la economía de la mayor potencia mundial. Y, por extensión, a la del resto del planeta. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha decidido rebajar de categoría la deuda de Estados Unidos, hasta ahora con la nota máxima de AAA, debido a la preocupación sobre el déficit público pese al acuerdo alcanzado esta semana por el presidente, Barack Obama, y legisladores demócratas y republicanos. De esta forma la mayor potencia económica del planeta se queda en una calificación del AA+ por primera vez en la historia. Hace dos días, otra gran agencia, Moody's, fue más comedida y se limitó a poner a la mayor economía del planeta en perspectiva negativa. A finales de mes se pronunciará la tercera gran agencia internacional de calificación, Fitch Ratings.

Los términos del acuerdo entre demócratas y republicanos se fueron conociendo entre el domingo y el lunes. Y desde el primer momento merecieron la crítica de analistas, medios de comunicación y algún que otro Premio Nobel como Paul Krugman. El acuerdo era insuficiente tanto en el volumen de la rebaja que proponía (2,4 billones de dólares), como en la forma que se articula, ya que recorta las inversiones a corto plazo y compromete los recortes a largo con la creación de una comisión bipartidista que deberá estudiar posteriores recortes.

Y así, el entusiasmo inicial se disolvió y dio lugar a una semana de pánico, de volatilidad extrema, primas de riesgo disparadas, Bolsas vapuleadas, activos refugio en niveles récord y mucho nerviosismo. Cierto, el BCE, con Jean Claude Trichet a la cabeza, tampoco contribuyó a templar ánimos.

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Lea todo el comunicado de Standard & Poor's (en inglés)

La semana, además, se terminó de aderezar con dos malos datos y uno bueno: El gasto de los consumidores descendió en junio en 21.900 millones de dólares (15.440 millones de euros), un 0,2% menos en comparación con el mes de mayo, lo que representa el primer descenso del gasto desde septiembre de 2009. Por otra parte, el ISM manufacturero de Estados Unidos ha bajado a 50,9 puntos en julio, muy por debajo de los 54,5 puntos que preveían los analistas. El buen dato se conoció el viernes. La economía estadounidense creó 117.000 empleos en el mes de juliorespecto al mes de junio, al tiempo que 193.000 personas dejaron de buscar empleo en ese país. Ambas variables hicieron descender la tasa de paro una décima hasta el 9,1%, después de tres meses consecutivos de incrementos. El viernes 29 de julio, además, se comunicó que la economía de EE UU registró en el segundo trimestre de 2011 un incremento del PIB del 1,3% anualizado, un dato que mejoraba el del primer trimestre (0,4%), pero que no alcanzaba la cifra estimada del 1,8%.

Este último dato daba esperanzas de que la economía del país estuviese espantando los fantasmas de una nueva recesión. Standard & Poor's, sin embargo, se ha encargado de rebajar expectativas. "La rebaja refleja nuestra opinión de que el plan de consolidación fiscal que pactaron recientemente el Congreso y la Administración se queda corto respecto a lo que, según nuestro punto de vista, será necesario para estabilizar las dinámicas de deuda del Gobierno a medio plazo", argumenta S&P en un comunicado. La agencia considera "negativa" su última revisión, lo cual adelanta que es posible otra rebaja en un plazo de entre 12 y 18 meses. Y lanza una crítica sin reservas contra las autoridades, tanto en el Congreso como en el número 1600 de la Avenida Pensilvania: "La rebaja refleja nuestra visión de que la efectividad, estabilidad y previsibilidad de los legisladores e instituciones políticas de EE UU se han debilitado en un momento de desafíos fiscales y económicos a un grado mayor de lo que habíamos previsto cuando le asignamos una perspectiva negativa", señala.

El pasado 14 de julio, la agencia siguió a Moody's y puso en revisión la calificación de la deuda soberana por temor a que el Congreso no pudiera lidiar adecuadamente con el déficit, situado en 1,4 billones de dólares, o 980.000 millones de euros. Esto equivale a un 9% del PIB, uno de los más altos desde la Segunda Guerra Mundial.

Error de dos billones

El departamento del Tesoro de EEUU acusó hoy a S&P nada más conocer la decisión de la agencia de cometer un error de dos billones de dólares en sus cálculos para rebajar de AAA a AA+ la deuda estadounidense por primera vez en la historia del país. En declaraciones que recoge el diario The Wall Street Journal, un portavoz del Departamento del Tesoro aseguró que"un juicio errado por dos billones de dólares habla por sí mismo". Según la versión del Tesoro, recibió el análisis de la agencia de calificación de crédito esta tarde y alertó a S&P de un error que elevaba las proyecciones del déficit futuro en dos billones de dólares.

La rebaja, una bofetada

La rebaja puede minar aún más la confianza de los inversores en esta economía, representa una dura bofetada a las autoridades en Washington. El anuncio a últimas horas de la tarde en Washington era ya esperado. Y a lo largo de esta jornada el rumor de un descenso había cobrado cada vez más fuerza en la capital estadounidense, informa Efe.La Casa Blanca tendrá el triste honor de ser la primera Administración en la historia que ha visto una rebaja en la deuda del país. Buscó denodadamente un cambio de opinión en la agencia, al asegurar que los cálculos de ésta estaban errados en "billones".La Casa Blanca puede alegar que se trata de la única agencia de calificación de riesgo que ha optado por este paso drástico. Tras el anuncio del acuerdo sobre el techo de la deuda a comienzos de esta semana, tanto Moody's como Fitch decidieron mantener la categoría AAA para Estados Unidos.Pero aunque sea sólo una, el daño psicológico y el efecto en los mercados es inevitable.La confianza de los inversores se podría ver perjudicada, en momentos en los que la situación económica atraviesa por un momento delicado, en el que resurgen los temores a una recaída en la recesión y el desempleo, aunque retrocedió una décima en julio según los datos oficiales divulgados el viernes.A la espera de la reacción de las Bolsas el próximo lunes, altos funcionarios gubernamentales han expresado su creencia de que los tipos de interés para la deuda estadounidense no subirán, dado que Moody's y Fitch aún mantienen la categoría más alta.Los aspirantes republicanos a la presidencia en las elecciones del año próximo se han apresurado ya a lanzar andanadas contra la Administración demócrata.El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney aseguró que "el crédito estadounidense se acaba de convertir en la última víctima del historial fallido del presidente Obama en cuanto a liderazgo económico".El ex gobernador de Utah Jon Huntsman, que renunció como embajador de la Administración Obama en China para presentarse a las elecciones, opinó por su parte que la falta de control en el gasto y la ausencia de liderazgo "dieron como resultado el que Obama presidiera la primera rebaja del crédito estadounidense".Pero lo cierto es que la agencia no reserva sus críticas sólo para el Gobierno estadounidense, sino que extiende su censura también al Congreso y al triste espectáculo político que durante semanas ofrecieron los legisladores tanto demócratas como republicanos en su pugna sobre el techo de la deuda estadounidense."El techo de la deuda y la amenaza de una mora se han convertido en piezas de regateo político en el debate sobre política fiscal... Las diferencias entre los partidos políticos se han demostrado extraordinariamente difíciles de superar", explica la agencia.

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