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Sospechas sobre la camarera del hotel

Strauss-Kahn, a punto de quedar en libertad, según 'The New York Times'

El caso contra el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn está al borde de fracasar por las contradicciones de la empleada de hotel que interpuso la denuncia, según The New York Times.

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn (c) y sus abogados William Taylor (i) y Benjamin Brafman (d) durante su comparecencia ante el tribunal de Nueva York
El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn (c) y sus abogados William Taylor (i) y Benjamin Brafman (d) durante su comparecencia ante el tribunal de Nueva YorkEfe

Dos funcionarios de orden público cercanos al caso han informado al diario neoyorkino que, aunque los tests forenses muestran sin lugar a dudas que hubo un encuentro sexual entre el político francés y la mujer en el hotel Sofitel de Nueva York, los fiscales no confían demasiado en el testimonio de ésta sobre las circunstancias del suceso y sobre ella misma.

Uno de los informantes asegura que desde su declaración inicial el 14 de mayo, la supuesta víctima, de origen guineano, ha mentido reiteradamente. Al parecer habría dudas sobre su petición de asilo y sospechas de relaciones con actividades criminales, como narcotráfico y blanqueo de dinero.

Los fiscales jefes se reunieron este jueves con los abogados del acusado y facilitaron detalles sobre los hallazgos. Ambas partes estarían discutiendo si retiran los cargos por delitos graves y este viernes volverán a verse en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York (Manhattan) para que el juez Michael J. Obus se pronuncie sobre la petición de rebajar las condiciones de la fianza.

De hecho, Strauss-Kahn podría quedar en libertad bajo su propia responsabilidad, con lo que se pondría fin a su arresto domiciliario. De esta forma, la Fiscalía se quedaría con el pasaporte de Strauss-Kahn, pero ello no le impediría viajar dentro de territorio estadounidense. Ello reflejaría un acercamiento entre el Ministerio Público y los abogados de la defensa.

Mientras, la reanudación del juicio está prevista para el 18 de julio. La oficina del fiscal del distrito podría intentar que Strauss-Kahn se declarase culpable de una falta, pero previsiblemente sus letrados tratarán de evitarlo. Concretamente los fiscales pretenden decir al juez que "tienen problemas con el caso" debido a los hallazgos de la investigación. Asimismo revelarán más detalles a la defensa.

La mujer, por su parte, mantiene que fue víctima de agresiones sexuales. Un funcionario consultado por el NYT señala que el caso es "un caos por ambas partes". De acuerdo con los dos funcionarios citados, la mujer habló por teléfono con un hombre convicto un día después de su encuentro con el ex mandatario financiero. En la conversación, que fue grabada, habló de los posibles beneficios de presentar cargos en su contra.

El hombre contactado -en prisión por posesión de 181 kilos de marihuana- es una de las personas que ingresó dinero en una cuenta bancaria de la empleada del Sofitel durante los últimos dos años. En total, estas aportaciones ascienden a 100.000 dólares (68.000 euros) enviados desde Arizona, Georgia, Nueva York y Pensilvania.

Los investigadores han descubierto además que gastaba cientos de dólares al mes en cuentas telefónicas con cinco compañías distintas. La mujer insiste en que solo tiene un teléfono y que no sabe nada sobre los depósitos bancarios, salvo que proceden de su pareja y los amigos de este.

Por otra parte, dijo a los investigadores que en su petición de asilo mencionaba un caso previo de violación, algo que se ha revelado como falso. Además, también habría mentido al asegurar que había sido víctima de ablación genital.

En las últimas semanas los abogados de Strauss-Kahn -Benjamin Brafman y William W. Taylor III- han dejado claro que pueden hacer pivotar el caso en torno a la credibilidad de la presunta víctima. Esta aseguró a las autoridades que Strauss-Kahn se abalanzó desnudo sobre ella mientras realizaba la limpieza de la habitación. Los cargos formales apuntan a que el acusado le rasgó las medias, trató de violarla y la obligó a hacer sexo oral. Los abogados defensores aseguran que no hay prueba alguna de forzamientos y sugieren que cualquier acto sexual que pudo haberse cometido fue consensuado.

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