Caixabank cotizará el 1 de julio y aspira a alcanzar el millón de accionistas

El salto al parqué de la primera caja ya tiene fecha, el 1 de julio. Será cuando aterrice Caixabank, después de que la junta de accionistas de Criteria aprobara ayer su conversión en el nuevo banco cotizado del grupo La Caixa. La entidad espera alcanzar el millón de accionistas en el medio plazo, desde los 350.000 actuales, entre los que destacará el magnate mexicano Carlos Slim.

La conversión de La Caixa en banco cotizado completó ayer el último de los trámites pendientes. La junta de accionistas de Criteria, hasta ahora el holding industrial del grupo, aprobó su conversión en Caixabank, entidad que aglutinará el negocio financiero de La Caixa -junto a las participaciones industriales más valiosas, Telefónica y Repsol- y que dará el salto al parqué el próximo 1 de julio.

La caja catalana toma así la delantera en el proceso de reestructuración del sistema financiero al convertirse en la primera con fecha fija para dar el salto al mercado, beneficiándose así de la estructura actual de Criteria, entidad ya cotizada. Además de la ventaja temporal frente al resto de cajas que aspiran a cotizar en Bolsa, la nueva Caixabank ha dado un claro golpe de efecto al conocerse la entrada en su capital del magnate Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según Forbes, consejero de Criteria desde hace un año y socio de La Caixa en la expansión de la entidad catalana por el mercado mexicano. El presidente de Caixabank, Isidro Fainé, no quiso aventurar ayer qué participación final puede alcanzar Slim en la nueva entidad pero sí tuvo muchas palabras de alabanza para el mexicano. "La química con Slim no puede ser mejor. La relación de confianza es muy profunda y la colaboración inmejorable", añadió. Se espera que el empresario alcance el 1% del capital de Caixabank, si bien Fainé apuntó que no sabe "dónde está el límite" en la buena relación del grupo con Slim.

Pero será solo uno de los miles de accionistas que Caixabank aspira a atraer, en gran parte minoritarios. Así, la entidad prevé pasar de una base actual de 350.000 accionistas a 700.000 a corto plazo y alcanzar el millón a medio plazo. Fainé explicó que cuando anunciaron la transformación de Criteria en Caixabank recibieron ofertas de fondos y bancos de inversión para cubrir la emisión de convertibles por 1.500 millones de euros con la que se reforzará el capital pero optaron por dar prioridad a los minoritarios. "Tenemos un reto, mantener una base accionarial coherente a una base de clientes de diez millones", explicó. Con el 81,1% del capital, La Caixa será el accionista mayoritario de Caixabank una vez se complete la reorganización del grupo, lo que le permitirá mantener un free float similar al que ya tenía Criteria, aunque la participación se reducirá en el entorno del 7% una vez se complete la emisión de convertibles, cifra que variará dependiendo del precio final al que se establezca el canje.

Beneficios en el 'banco malo'

Los directivos de Caixabank también quisieron descartar dudas sobre Caixaholding, que agrupará los activos inmobiliarios en Servihabitat y las participaciones industriales (excluyendo Telefónica y Repsol) una vez completada la reorganización del grupo, gracias a la que Caixabank saldrá a cotizar libre de ladrillo.

Juan María Nin, consejero delegado de Caixabank, descartó que el holding en el que quedarán los activos inmobiliarios vaya a tener problemas financieros capaces de ensombrecer la actividad de Caixabank y de obligar al banco cotizado a destinar beneficios a Caixaholding. Así, el grupo prevé beneficios anuales de 600 millones para esta sociedad. Además, Servihabitat, en la que se engloban los activos inmobiliarios, ampliará capital por 1.400 millones de euros para apuntalar la fortaleza financiera del holding. "A día de hoy ni ganamos ni perdemos en las ventas de inmuebles, pero sí tenemos un coste de comercialización. El que seamos capaces de vender demuestra que la valoración de los inmuebles está ajustado a valor de mercado", explicó Nin.

Convertibles al 7% para reforzar capital

Del mismo modo que han hecho Pastor o Bankinter recientemente, Caixabank recurrirá a la emisión de bonos obligatoriamente convertibles en acciones para fortalecer su capital. Los bonos, que se colocarán en la red de oficinas de La Caixa, ofrecerán una remuneración anual del 7% -inferior al 8,25% que pagó Pastor- y serán convertibles en acciones de Caixabank a 18 y 30 meses. Tendrán además un canje aproximado del 105%, lo que supone una prima del 5% sobre el precio de conversión que se establezca. A efectos de riesgos, estos bonos convertibles tienen la misma consideración que las acciones. Así, sus titulares deberán asumir la política de dividendos de Caixabank, que contempla que, al menos dos veces al año, los accionistas puedan elegir entre recibir el dividendo en acciones o en metálico, fórmula conocida como scrip dividend.

Apoyo de Botín

El presidente de Santander, Emilio Botín, dio ayer un espaldarazo a la salida a Bolsa de Caixabank al afirmar en Zaragoza que el empresario mexicano Carlos Slim "habrá visto un buen negocio a la vista" al decidir invertir en el nuevo banco cotizado de La Caixa.