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Tiempo de "vacas flacas"

10 claves del rescate a Portugal

A pesar del tono triunfalista usado por el primer ministro en funciones luso José Sócrates para anunciar el acuerdo del rescate internacional, Portugal empieza hoy un periodo difícil para la economía y en especial para los ciudadanos. La ayuda de 78.000 millones tiene como condición una serie de exigencias que deberán ser cumplidas por Lisboa en los próximos años. El acuerdo obliga a varios cambios que deberán reducir el tamaño del Estado y también exigirán un esfuerzo de la población. "Será un tiempo de vacas magras (flacas en español)", prevén los analistas lusos citando un famoso dicho popular portugués.

José Socrates, primer ministro de Portugal.
José Socrates, primer ministro de Portugal.Reuters

Los periódicos portugueses "Diário Econômico" y "Expresso" han publicado un borrador del acuerdo del Gobierno de Portugal con las instituciones internacionales. La versión oficial será conocida en las próximas horas tras el conocimiento y aprobación de los partidos de oposición.

1. El préstamo ofrecido por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional asciende a 78.000 millones de euros que serán desembolsados en los próximos tres años. Con el dinero, el Gobierno luso tendrá caja suficiente para pagar los compromisos financieros actuales y de los próximos años.

2. El paquete de ayuda prevé que un 15% del total del monto financiero - unos 12.000 millones - sean usados exclusivamente para ayudar a los bancos portugueses. La intención es elevar el 'core capital' de las instituciones financieras lusas hasta el 10% a finales de 2012. La medida es necesaria para generar más seguridad en la banca.

3. La principal exigencia de Bruselas, Fráncfort y Washington es que Lisboa debe reducir su déficit fiscal. En 2010, la caja portuguesa cerró el año con un saldo negativo equivalente a un 9,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Es decir, los gastos públicos son más grandes que la recaudación de impuestos. Según las condiciones firmadas ayer, el déficit deberá ser reducido al 5,9% en 2011, al 4,5% en 2012 y al 3% en 2013.

4. Tras concretar ayer el rescate, una de las primeras actuaciones de Lisboa debe ser la privatización de tres empresas estatales: la aerolínea TAP (Transportes Aéreos Portugueses) y las eléctricas EDP (Energias de Portugal) y REN (Redes Energéticas Nacionais). La venta debe ser realizada antes del finales de este año para reducir el tamaño del Estado portugués y, al mismo tiempo, aumentar las arcas del Tesoro.

5. Según el diario portugués "Jornal de Negócios", los trabajadores y jubilados de la clase media lusa deberán pagar más impuestos sobre la renta. La polémica medida deberá ser ejecutada a través de una reducción en las deducciones en servicios como salud y educación.

6. Hay intención de reducir la ayuda a los desempleados. Actualmente, el subsidio cubre hasta 36 meses - o tres años -, pero Lisboa quiere recortar el beneficio a la mitad de este periodo, solo por 18 meses. Además, el valor máximo se reduciría de los actuales 1.257,66 euros mensuales hasta los 1.048,05 euros, lo que supone una bajada de un 20%.

7. Según el "Diário Económico", otra exigencia internacional es reducir el número de funcionarios del Estado. El acuerdo prevé la necesidad de reducir en un 1% al año hasta 2013 la cantidad de trabajadores en el gobierno nacional y en un 2% en las administraciones regionales. La medida exigirá que alrededor de 8.000 personas sean despedidas al año.

8. El diario "Expresso" afirma que el Gobierno también debe elevar el impuesto municipal sobre los inmuebles. La subida se generará por un nuevo valor de evaluación de los inmuebles en todo el país.

9. Para aumentar la competitividad y mejorar las condiciones del mercado laboral, las empresas pagarán menos contribuciones a la Seguridad Social. La intención es reducir los costes empresariales.

10. A pesar del rescate, el futuro de Portugal no necesariamente será tranquilo. Lisboa deberá continuar ofreciendo sus bonos en el mercado de deuda para gestionar sus vencimientos. Así, los inversores podrán reaccionar a un eventual aumento de la desconfianza. Grecia, por ejemplo, también tuvo un rescate, pero tiene nuevos problemas con la deuda y no está descartada la posibilidad que Atenas tenga que reestructurar sus pagos.

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