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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un Catastro abierto, más útil para todos

En contraste con la imagen decimonónica que tradicionalmente ha llevado a sus espaldas, la reforma que ha llevado a cabo en la Dirección General del Catastro la Ley de Economía Sostenible supone una verdadera revolución en el modo de funcionamiento de este organismo. Reclamada con insistencia desde distintos ámbitos a lo largo de los últimos años, la reforma del Catastro supone, entre otras novedades, la puesta a disposición a través de internet de forma completamente gratuita para los ciudadanos y las empresas de la ingente masa de información catastral.

La descarga masiva de esos contenidos en la red permitirá conocer fácilmente extremos como la descripción física, los datos jurídicos y el valor de un total de 75 millones de bienes inmuebles en toda España. Una valiosísima y vasta fuente de conocimiento que podrá ser utilizada sin coste alguno con fines particulares -pero también comerciales- con los únicos límites de protección de la privacidad que establece la ley.

Más allá de la modernización tecnológica que supone la puesta a disposición de todos esos datos en la red, el primer efecto que la reforma del Catastro traerá consigo es un cambio en el perfil de sus usuarios. Hasta hace poco tiempo eran las Administraciones públicas la principal fuente de peticiones de información dirigidas al organismo. Atraído por las posibilidades comerciales y la agilidad de acceso que posibilita la consulta a través de internet, el sector privado aparece ahora como el gran beneficiado de esta medida. Entidades financieras, promotores inmobiliarios, empresas de estudio de mercado, agentes de la propiedad, compañías de telecomunicaciones y profesionales constituyen ya algunos de los nuevos clientes del Catastro. Todos ellos se beneficiarán de la posibilidad de reutilizar una base de datos cuya puesta a disposición pública -según reconoce el propio organismo- ha tenido un coste prácticamente marginal.

El proceso de modernización que se está llevando a cabo en el seno de la Dirección General del Catastro no se limita a la descarga de su base de datos en la red. Entre los cambios que ha introducido la Ley de Economía Sostenible figuran soluciones a viejas asignaturas pendientes que, sin duda, debían haber sido abordadas hace tiempo. Es el caso de una mayor coordinación del organismo con los cuerpos de registradores de la propiedad y de notarios para garantizar la actualización de la información catastral y subsanar las posibles discrepancias entre esta y la realidad física inmobiliaria. El objetivo de estas mejoras es impulsar la agilidad del tráfico mercantil y facilitar una información más exacta y un mayor ahorro de tiempo por parte de ciudadanos y empresas. Unos objetivos imprescindibles para el Catastro del siglo XXI.

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