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La situación de las cajas

¿Y aquí no quiebra nadie?

El plan para la reestructuración financiera de las cajas no contempla que los tenedores de bonos paguen la factura en las entidades en peor situación. Algo que sí ha pasado en otros países europeos. ¿Deben los contribuyentes soportar la carga de la crisis financiera?

Por mucho que España haya ocupado en el último año más titulares en la prensa financiera mundial que en la década precedente, la crisis no se acaba en los Pirineos. Y ahora que el Gobierno debate con el sector financiero las condiciones sobre las que tendrá que recapitalizarse, no está de más mirar más allá de nuestras fronteras.

Esta semana se han dado dos nuevos episodios de la saga de los bancos zombis. En Dinamarca, el fin de semana, solicitó proceso concursal el banco Amargerbanken, el décimo del país. Sus activos se han transferido a la versión danesa del 'banco malo' público. Pero lo espec ial del caso es que los bonistas de Amargerbanken sufrirán por haber elegido mal sus inversiones. Los inversores en bonos no garantizados o los depósitos por encima de las 100.000 coronas sufrirán una quita del 41%. En esta misma línea, el partido que probablemente gane las elecciones del día 25 en Irlanda, el Fine Gael, ha hecho campaña de la necesidad de que los tenedores de bonos paguen parte de la factura de la banca quebrada.

Alemania, no obstante, ha adoptado con su banco WestLB una estrategia similar a la española con las cajas. La entidad ha acumulado 5.700 millones en pérdidas y consumido miles de millones de euros del contribuyente. Y no habrá quiebra, según se desprende los planes presentado esta semana por las autoridades germanas en Bruselas. El banco será troceado y parte de sus activos irán a un banco malo. Lo habitual. Y de la mano de Wolfgang Schäuble, hasta ahora conocido por su insistencia en que los tenedores de bonos de la Europa del Sur asuman riesgo en sus inversiones.

¿Deben los contribuyentes proteger a los tenedores de bonos?

En España, el plan del Gobierno contempla antes la nacionalización que las quitas de deuda. "Lo lógico es que cada uno asuma su riesgo, y si quiebras, lo siento mucho. Pero el sector bancario es diferente", explica Félix González, de Capitalia Familiar. "En entidades pequeñas no hay problema, pero en entidades grandes se puede dañar el sistema financiero. En concreto, en España eso [una quita de deuda] no va a pasar. Una entidad grande haría un daño enorme al sistema financiero europeo. Y, con las más pequeñas, el coste de mantenerlas es menor que el daño que harían al sector", concluye.

æpermil;sa ha sido, de momento, la tesis oficial en Europa. Pero los analistas de BNP Paribas, en un informe sobre Amargerbanken, han concluido que la resolución de este caso "probablemente pese sobre la deuda de las entidades financieras más débiles en la UE, especialmente si decisiones similares se producen en instituciones como Anglo Irish Banks". Moody's recortó la recomendación a buena parte de la banca danesa después de la quiebra de esta entidad.

Hasta ahora los Estados han soportado la carga -a riesgo que ser ellos insolventes, como Irlanda- pero el mercado aún no las tiene todas consigo. Los seguros de impago de Caja Madrid o la CAM están en los 700 puntos básicos y han llegado a los 1.000 puntos, cota de la que solo puede presumir la banca irlandesa, que cotiza ahora en el entorno de los 1.300 puntos para la deuda senior. WestLB, tras cotizar en los 360 puntos, está en 230. Por debajo de BBVA.

Estos niveles supone, para la banca española, un problema de financiación, que se agravaría en caso de la caída de alguna entidad. Habrá qué efectos tiene el plan de recapitalización de las cajas y posible entrada de dinero público. Mientras, habrá que conformarse con pagar la burbuja inmobiliaria por partida doble: en la hipoteca y en el IRPF.

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