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Tras la marcha de Axel Weber

Se busca presidente. Razón: BCE

Tras la marcha de Axel Weber, Jean-Claude Trichet no tiene sustituto claro. El italiano Mario Draghi o el finlandés Erkki Liikanen están en las quinielas. La UE tendrá que ponerse de acuerdo en noviembre sobre quién pilotará la autoridad monetaria en plena crisis de la deuda.

El despacho principal en la torre del Banco Central Europeo en Fráncfort, la institución con más poder en la UE, queda vacante el próximo año. Y quien todos pensaban que lo ocuparía se ha caído de la carrera. La semana pasada Axel Weber, candidato de Angela Merkel, renunció a la presidencia del Bundesbank, y renuncia por tanto a ser el sucesor de Trichet. Las apuestas acaban de abrirse.

Como sugirió en declaraciones a Der Spiegel este representante de la línea dura en política monetaria, los últimos meses no han ayudado a que su candidatura fuese aceptada por todos los países de la UE. Haciendo gala a su fama de halcón, Weber fue especialmente crítico con las compras de bonos por parte del BCE, aun en los peores momentos de la crisis de la deuda.

Eliminado el líder, los candidatos no están claros. El nombramiento del sucesor de Trichet no llegará hasta noviembre, pero Merkel ya ha dicho abiertamente que no es necesario que el próximo presidente del BCE sea alemán. Y los analistas tampoco prevén que lo sea. El sustituto de Trichet necesita el suficiente carácter como para soportar las presiones de 15 jefes de gobierno a la vez, y la suficiente mano izquierda como para transmitir que sus decisiones son fruto del consenso y no de la imposición. Eso, además de las labores propias del cargo, como mover la política monetaria con tino y mantener una buena de solvencia en los mercados.

Uno de los nombres más escuchados es el de Mario Draghi, actual presidente del Banco de Italia. El influyente economista alemán Wolfgang Münchau proponía su candidatura hoy en las páginas de Financial Times, avalando además de su solvencia como economista (algo que se le debería suponer a un candidato), su experiencia en mercados, y su capacidad para lidiar con "políticos complicados". Propone Münchau que Draghi sea el candidato de Merkel. Pese a ser italiano.

æpermil;ste no parece descontento. En las páginas del Frankfurter Allgemeine Zeitung, referencia en la prensa conservadora alemana y el diario que más ha lamentado la dimisión de Weber, Draghi escribe en contra de los eurobonos, de un fondo de estabilidad financiera "demasiado grande" y de la unión fiscal europea. Y aboga por Alemania como modelo económico de Europa...

Otros expertos, por el contrario, apuestan por el finlandés Erkki Liikanen, con 14 años de experiencia en la Unión Europea y fama de buen hacedor de acuerdos. Según Julian Callow, de Barclays, Liikanen tiene un perfil similar a Trichet. "Sólido pero prágmático", explica. Y no tiene, a priori, enemigos. En su debe, Finlandia tendría el comisario de asuntos económicos (Olli Rehn) y el presidente del Banco Central. Eso, en un momento en el que el BCE tendrá que subir o bajar tipos, abrir o cerrar el grifo a la banca o comprar más o menos bonos para aliviar el ataque de los mercados a la deuda pública. Tanto en la crisis griega como en la irlandesa, Trichet ha sido la pieza clave.

Otros nombres que se han barajado han sido los de Yves Mersch, presidente del banco central de Luxemburgo, o el responsable del fondo de rescate europeo, Klaus Regling. Y posiblemente salgan más de aquí a noviembre. La carrera acaba de empezar.

De momento, Merkel prevé, según la prensa alemana, nombrar nuevo presidente del Bundesbank mañana mismo. Se espera que sea Jens Weidmann, de 42 años y discípulo de Weber.

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