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Se prevé una caída del PIB del 1,3%

Portugal, ante la encrucijada del estancamiento y los tipos altos

El precio al que se logre financiar en el mercado definirá si el país necesita o no solicitar ayudas.

En cuestión de números, Portugal tampoco es Irlanda, ni Grecia. No tiene un descomunal déficit público oculto ni debe salvar a bancos quebrados con dinero del contribuyente. Pero el alza de los costes de financiación es una amenaza real. Obliga a destinar más recursos al pago de intereses, frena la mejora de la actividad, al tiempo que hace menos efectivas las medidas adoptadas para reducir el déficit. Una espiral peligrosa que puede resultar insostenible si la acumulación de deuda, bien por el aumento de tipos o por la falta de crecimiento, dos factores que se dan en Portugal, no se frena. ¿Está el país a tiempo de evitar el rescate?

El primer ministro portugués, José Sócrates, reiteró ayer que Portugal no recurrirá a ayuda del exterior al asegurar que ha cumplido las previsiones para reducir el déficit fiscal al 7,3% en 2010. "El déficit presupuestario está claramente por debajo del pronóstico", aseguró. "Portugal no pedirá ayuda por la sencilla razón de que no es necesaria".

Desgraciadamente este discurso recuerda demasiado al que dieron en 2010 tanto las autoridades griegas primero, como las irlandesas después, dos países que acabaron necesitando sendos paquetes de ayuda. Y precisamente el nivel que ha alcanzado el bono portugués a 10 años, cercano al 7% pese a caer ayer al 6,9%, es la señal que el mercado mira con más preocupación. "Un tipo por encima del 5% es zona de alto riesgo. A partir del 7% Grecia tardó 16 días en pedir el rescate. Irlanda tardó 20 días", comenta Juan Ramón Caridad, director general de Swiss & Global en España.

Las previsiones económicas para el país, además, tampoco son demasiado halagüeñas. Ayer mismo el Banco de Portugal empeoró drásticamente sus previsiones de PIB para 2011 como consecuencia del plan de ajuste impuesto para reconducir el déficit público. Ahora estiman una contracción del crecimiento del 1,3% para este año, frente al estancamiento estimado en anteriores proyecciones, una previsión en línea con la del FMI, del -1,4%.

El panorama se complica a corto plazo para Portugal pero, como siempre, quien define si el rescate resultará o no inevitable es el mercado. La clave está en que continúe teniendo acceso a la financiación pero a precios razonables. "Un 7% es una cifra que hace muy difícil corregir el déficit. Técnicamente Portugal no tiene acceso a una financiación normal", comenta Félix González, de la EAFI Capitalia Familiar, experto que considera que es cuestión de tiempo que el país termine solicitando ayuda, una opinión extendida en el mercado.

Todo indica que el margen de maniobra es muy escaso, pero si el mercado se relaja, el rescate de Portugal no parece matemáticamente inevitable como sucedía con Grecia. Según cifras de Credit Suisse, con el bono a 10 años cotizando en el 5,9%, el servicio de la deuda supone el 4,9% PIB anual luso. Ahora el bono ronda el 7%, un 17% más alto. Esta cifra, extrapolada a grandes rasgos al conjunto de la deuda viva llevaría el coste financiero hasta el 5,7% del PIB cada año solo en intereses. En un contexto así, el PIB nominal (PIB más inflación) tendría que crecer casi un 6% para mantener la deuda bajo control. El FMI pronostica que este parámetro apenas crezca el 1,2% en 2011 y llegue al 2,9% en 2014.

Con números más sencillos; cuando un país tiene una deuda cercana al 100% del PIB, cada punto que suben los tipos de interés es un 1% de gasto financiero, y por tanto un punto más de déficit y de deuda acumulada. Portugal acabó 2010 con una deuda del 83% del PIB. La previsión de 2011 llegará al 87%.

En España la aritmética es algo más amable. El coste del servicio de la deuda es del 3,2% con el bono al 5,1%, según Credit Suisse, aunque según la memoria del Tesoro, en 2010 fue del 2,2% del PIB. Y el total de deuda a cierre de año era del 63% del PIB. En otras palabras, el coste de la deuda española todavía tendría que subir mucho para que supusiese una amenaza similar a la que sufre Portugal.

En todo caso, el mercado ha demostrado su capacidad para hacer realidad sus propias profecías más allá de las cifras. La subasta de bonos a 10 años en Portugal hoy, operación por la que prevé ingresar entre 750 y 1.250 millones de euros, será una prueba más para ver tanto los precios que se exigen como la aceptación que tiene la deuda lusa en el mercado.

Las cifras

397 puntos básicos es la prima de riesgo de Portugal respecto a Alemania a cierre de la sesión de ayer.6,9% es la cotización del bono portugués a 10 años. A principios de mes rebasó el 7% por primera vez.-7,3% es la meta de déficit público de Portugal para 2010. Ayer confirmaron que rebasaron esta cifra.

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