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Mercados

La bomba de la deuda estalla otra vez en las Bolsas

Portugal provoca una nueva sacudida de la prima de riesgo española, que escala a zona de máximos, y el Ibex cede un 3% en la semana.

Los miedos están de vuelta en los mercados. Nada parece cambiar con el nuevo año. Tras el paréntesis experimentado por el letargo navideño, las incertidumbres sobre la deuda soberana de los países de la periferia europea han resurgido con fuerza en los parqués.

La oleada de subastas de deuda que se llevarán a cabo la próxima semana en Europa, así como las crecientes especulaciones en torno a la necesidad de un rescate para Portugal por sus problemas de financiación, han vuelto a reactivar las tensiones en los mercados de deuda. Las primas de riesgo se han disparado nuevamente y los temores se han trasladado a la renta variable. Y en especial a la Bolsa española. El Ibex arranca el año tal y como despidió el pasado ejercicio, ahondando en los recortes y con el peor comportamiento entre las plazas del Viejo Continente.

El principal selectivo español vuelve a desmarcarse negativamente de sus homólogos europeos. El viernes cedió un 1,46%, hasta los 9.560,7 puntos, y concluyó así la primera semana del nuevo año con recortes superiores al 3%. Mientras, el Euro Stoxx 50 ha sumado un 0,55% en la semana, el Cac francés se ha anotado un 1,6%, el Footsie londinense un 1,43% y el Dax alemán ha ganado un 0,49%.

El Ibex inicia el año como el de 2008, el peor de su historia, cuando cayó un 39%

Los detonantes del recrudecimiento de la tensión han sido la inminencia de nuevas subastas de bonos en varios países "periféricos" europeos y el eventual rescate de Portugal, del que se habla reiteradamente en los últimos días. La semana próxima, España Portugal e Italia tratarán de colocar una importante cantidad de deuda. Los inversores se han apresurado a vender sus títulos de deuda, buscando un mayor rendimiento en los nuevos títulos que se emitan.

Previamente, una subasta de letras a seis meses efectuada por Portugal el pasado miércoles, en la que se vio obligado a elevar hasta en un 80% el precio respecto a la anterior emisión para colocar 500 millones de euros, encendió las primeras alarmas.

Para echar aún más leña al fuego, Michael Barnier, comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, trasladaba una propuesta de la Comisión Europea que no resulta precisamente tranquilizadora para los inversores particulares. En la misma, se propone que los acreedores privados de los bancos contribuyan a financiar el coste de las futuras liquidaciones de entidades, de manera que el peso no recaiga únicamente en el contribuyente, tal y como ha ocurrido en la actual crisis.

El calendario de emisiones no dará tregua los próximos días y ejercerá como el mejor indicador posible para calibrar el nivel de confianza de los inversores. El miércoles, el Tesoro luso subastará 1.250 millones de euros en obligaciones a diez años. España celebrará el jueves una subasta de bonos a cinco años, de la que aún no se han hecho públicos los objetivos de emisión. Y el viernes será el turno de Italia, que tratará de colocar 7.500 millones de euros en deuda a un año.

Y todo ello, en medio de un clima de crecientes dudas sobre la capacidad de los estados de la periferia europea para hacer frente a sus excesivos déficits. Los analistas prevén en su mayoría que Portugal se va a ver forzada a solicitar ayuda externa, señalada como la posible próxima víctima de la crisis tras la caída de Grecia en mayo y de Irlanda en noviembre, y los especuladores han vuelto a hacer acto de presencia. La presión sobre la deuda del país luso ha ido en aumento y, por extensión, la deuda española se ha visto de nuevo contagiada. Con esta última escalada, la prima de riesgo de Portugal se sitúa cada vez más cerca de su anterior récord histórico, los 459 puntos básicos -100 equivalen a un punto porcentual- que marcó a finales de noviembre. Por su parte, la prima española iniciaba la semana instalada en la calma motivada por el paréntesis del nuevo año, por debajo de los 250 puntos. Incluso, vivió una jornada de verdadera placidez tras la visita del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, y el compromiso del gigante asiático de comprar deuda española "a medio y largo plazo" por valor de 6.000 millones. El riesgo país se relajó hasta los 236 puntos, situándose en mínimos de un mes. Sin embargo, esa calma aparente volvía a explotar pasado el ecuador de la semana.

La prima de riesgo de España, medida respecto al diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, escaló el viernes hasta los 264 puntos básicos, y la rentabilidad del bono a diez años, utilizados como base para el análisis de la evolución de la deuda pública, subía al 5,52%, su nivel más alto desde 2000. En noviembre, tras el rescate irlandés, rozó los 400 puntos básicos, su máximo desde comienzos de los años 90. Además, el viernes también se conocía un informe elaborado por la consultora CMA en el que se incluye a la deuda española en el 'top ten' de los bonos con mayor riesgo de impago a nivel mundial.

Todo ello ha repercutido de forma muy negativa en la renta variable. Pese a que el frente macroeconómico ha ejercido de soporte a lo largo de la semana para las Bolsas. Especialmente los datos provenientes del otro lado del Atlántico. El viernes, EE UU informó que en diciembre se crearon 103.000 nuevos empleos netos. La cifra estaba por debajo de las previsiones, pero sirvió para reducir la tasa de paro del 9,8% de noviembre al 9,4%, la lectura más baja desde mayo de 2009. Sin embargo esto no fue suficiente contrapeso ante los problemas de la deuda europea.

El Ibex encadenó en la última sesión de la semana su tercera jornada consecutiva a la baja, tras ceder un 1,4%, en línea con el resto de índices europeos. Wall Street también se sumó a las caídas. El Dow se dejó un 0,19%, aunque se anotó un 0,84% semanal. El S&P cayó un 0,18%, si bien ganó un 1,1% en la semana. Mientras, el Nasdaq cedió un 0,25% el viernes, para reducir su ganancia acumulada hasta el 1,9%. Los grandes perjudicados a consecuencia de las nuevas tensiones han vuelto a ser los bancos. BBVA y Santander, que han realizado dos emisiones de deuda estos días, han despedido la semana con descensos del 5,3% y del 4,1%. En el polo opuesto se ha situado Iberia, que se ha comportado como el mejor valor de la semana al revalorizarse un 16%. En cuanto a las divisas, el euro marcó su nivel más bajo frente al dólar en cuatro meses, aunque el billete verde se devaluó tras los datos de empleo. La moneda única bajó a los 1,29 dólares.

El soporte de los 9.500 logra aguantar

1 La situación técnica del Ibex se complica. El mal arranque de año, con una caída acumulada del 3,03% la primera semana, ha situado el índice en los 9.560,7 puntos. La pérdida del soporte de los 9.800 se mira con preocupación desde las casas de análisis pues anticipa una corrección más severa.2El soporte más próximo del selectivo español se encuentra en los 9.500 puntos, nivel que logró aguantar el viernes, pero su pérdida podría ahondar las caídas en el corto plazo. "Las referencias a la baja están en los 9.250, soporte menor que surge como base de las velas semanales, y en los 8.975, nivel en el que se inicia la consolidación a partir de mayo, pero con la posibilidad de búsqueda de los mínimos de junio en 8.563", resumen desde Noesis.3Frenar las caídas. "De momento en los 9.500 ha entrado dinero, pero si los pierde nos iremos a los 9.200. El problema es que las sombras sobre España siguen ahí y así es imposible que el Ibex entre en tendencia alcista. Cada vez tiene las resistencias más abajo", explica David Galán, de Bolsa General.4Conjurar el riesgo. La Bolsa ha arrancado el año con muy mal pie y al igual que ocurrió en 2010 registra un comportamiento relativo muy inferior. "Los signos son muy malos. Los índices de EE UU están en máximos de los últimos años y aún así el Ibex no puede", añade Galán. Eso sí, el experto también reconoce que de alcanzar la primera resistencia de 10.250 y la segunda de 10.400 el peligro del corto plazo se cerraría.5Europa y EE UU. Curiosamente, los principales índices del Viejo Continente y de Wall Street mantienen su sesgo alcista. Desde el departamento de análisis de Noesis, señalan que el objetivo del Dow Jones se sitúa en el entorno de los 10.800 puntos. El nivel que no debe perder para poder continuar con las subidas son los 11.100. Mientras, la misión del Euro Stoxx es llegar hasta los 2.880 puntos.

El euro

1,29 El mercado de divisas se vio también azotado por las presiones renovadas sobre la deuda. El euro marcó su nivel más bajo en cuatro meses, y terminó a 1,29 dólares

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