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Crisis en la deuda soberana

La UE y el FMI desembarcan en Dublín para negociar el rescate

Los equipos de rescate de la Comisión Europea, el BCE y el FMI tienen previsto comenzar hoy en Dublín las negociaciones con el Gobierno de Brian Cowen sobre el plan de intervención en Irlanda. Bruselas espera cerrar rápidamente un acuerdo que incluirá, además de la reestructuración del sector financiero, un draconiano plan de austeridad.

Tras la decisión adoptada el martes por la noche por el Eurogrupo (reunión de ministros de Economía y finanzas de la zona euro), los técnicos de las tres instituciones implicadas en el rescate de Irlanda tienen previsto desembarcar hoy en la capital del país.

El objetivo es calibrar, lo más rápido posible, las necesidades de la Hacienda pública irlandesa para hacer frente a la crisis financiera de la isla. Y pactar el programa de ajuste que, a cambio de los préstamos de la zona euro, Dublín deberá llevar a cabo para rebajar el déficit público desde el 32% previsto para este año hasta el 3% en 2014.

Bruselas espera que los preparativos técnicos del rescate concluyan rápidamente porque, según señaló ayer el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, "es muy urgente" neutralizar la crisis irlandesa "por el bien de la estabilidad de la zona euro".

Al término de la reunión del Ecofin (consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE), celebrada ayer en Bruselas, Rehn agradeció el compromiso de Dublín de "intensificar los trabajos para que el programa del potencial rescate pueda activarse de manera inmediata si hace falta."

El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, también admitió después del Ecofin que la petición de ayuda puede ser irremisible si "los riesgos se materializan". Dublín también reconoció que la misión internacional determinará el montante del préstamo disponible para Irlanda, aunque sigue confiando en no tener que recurrir a él.

Casi ningún socio europeo comparte esa esperanza, como quedó claro ayer en Bruselas durante una reunión de los ministros de Finanzas pertenecientes al Partido Popular Europeo, mayoritario en la UE. "Personalmente, veo difícil que Irlanda no necesite algún tipo de asistencia financiera exterior, pero aún no podemos estar seguros", señaló después de esa cita, en declaraciones recogidas por la agencia EFE, el ministro finlandés de Finanzas, Jirky Katainen.

Bruselas también rebatió ayer la teoría propagada desde Dublín sobre una intervención limitada al sector financiero irlandés. "El Fondo europeo no puede dar dinero directamente a los bancos", recordó Olli Rehn. "Tiene que ser a través de un programa para el país que cubra muchas más áreas", añadió.

De modo que, mal que le pese al liberal Brian Cowen, la llegada de los técnicos comunitarios repite la escena acontecida hace seis meses en Atenas. Con dos matices, precisan fuentes europeas. El rescate de Grecia se hizo sin contar con ningún instrumento financiero disponible, que ahora sí que existe. Y, en este caso, se negociará primero el plan de ajuste, y el rescate se activará después.

La cifra

 

30% duplicó ayer la cámara de compensación London Clearing House el porcentaje de garantía que se exige a los inversores que estén operando con bonos irlandeses, complicando más la situación para los tenedores de esta deuda.

Reino Unido, preparado para poner dinero

Tal y como se esperaba desde el martes, el Reino Unido mostró ayer su disposición a participar en el plan de apoyo a Irlanda. "Está en el interés nacional de Gran Bretaña que la economía irlandesa tenga éxito y su sistema financiero sea estable", declaró George Osborne, ministro del Tesoro británico. "El Reino Unido está listo para apoyar a Irlanda en los pasos que necesite dar", declaró a la prensa durante la cumbre del Ecofin de ayer. El Reino Unido es el mayor tenedor de deuda pública y privada irlandesa. Según los datos del BIS, a cierre de junio las entidades británicas tenían 148.000 millones de dólares en deuda de la isla vecina, por encima de Alemania, segundo gran acreedor del antiguamente llamado Tigre Celta. Osborne matizó que ningún banco le ha pedido que ayude a Irlanda, ni este país ha hecho lo propio.El Reino Unido no forma parte del fondo de ayuda financiera orquestado por la zona euro y el FMI, aunque sí de otro mecanismo de estabilidad de la UE, de menor tamaño -60.000 millones de euros frente a 440.000-. Así, una parte de la contribución del Reino Unido puede ser canalizada a través del presupuesto comunitario. Parece menos claro, en todo caso, que el Reino Unido se sume al fondo de rescate de 440.000 millones de la zona euro. Se espera, así, que la ayuda se orqueste a través de préstamos bilaterales. Aparte de la exposición bancaria, Irlanda es por evidentes razones geográficas un socio preferente para el Reino Unido. Los intercambios comerciales son mayores con Irlanda que con Brasil, Rusia, China e India juntos, y las grandes empresas británicas hacen en la república vecina una parte sustancial de su cifra de negocio.

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