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El sector se adapta en bloque a la nueva ley

Telefónica convierte su remesadora en la primera entidad de pago española

Telefónica obtuvo la semana pasada el visto bueno del Banco de España para convertir su remesadora en una entidad de pago. Las otras 61 agencias de envíos de dinero del país deberán hacer lo propio antes de mayo de 2011 para cumplir con la nueva ley.

Ha sido la última en llegar al negocio de los giros pero se ha convertido en la primera en adaptarse a la nueva Ley de Servicios de Pago. Telefónica acaba de lograr el visto bueno del Banco de España para convertir su remesadora en una entidad de pago (EP).

De momento, la filial de la multinacional se limitará a gestionar envíos de dinero. Es decir, ha declinado ampliar su actuación a las restantes actividades que le ofrece la norma. Entre éstas figuran la posibilidad de abrir cuentas de pago, tramitar domiciliaciones, emitir tarjetas o conceder microcréditos. De haberlo hecho se habría convertido en la primera utility en desafiar el monopolio de la banca sobre la gestión de pagos.

La Ley de Servicios de Pago traspone una directiva europea que trata de extender el negocio de pagos electrónicos más allá del terreno de las entidades de crédito para fomentar la competencia. El texto comunitario incita a compañías que prestan servicios masivos (telecomunicaciones, energía, agua...) a crear EP propias para tramitar sus facturas aprovechando sus economías de escala en el continente. Telefónica, por ejemplo, tiene 92 millones de clientes en Europa.

Fuentes del sector de las remesadoras informan de que, aparte de Telefónica Remesas, al menos otras nueve agencias de envíos de dinero han solicitado autorización del Banco de España para convertirse en EP. A estas se sumará una decena de firmas más antes de que acabe el año.

Campo de acción

La ley fija que todas las remesadoras que deseen continuar operando deberán haberse transformado en una EP antes del 30 de abril de 2011. Las entidades españolas consultadas se mantienen, de momento, fieles a los giros, su actividad de toda la vida, y desisten de entrar en los otros servicios a los que la norma les da acceso. Si acaso han pedido ampliar su campo de acción a las transferencias nacionales y a la intermediación de envíos de dinero entre terceros países.

La adopción de la directiva abre, además, el mercado nacional a EP con sede en otros países de la UE. El Banco de España ya ha autorizado el registro de 38 sociedades para operar sin establecimiento. Prácticamente todas (31) vienen de Reino Unido. Entre las sociedades que se han dado de alta figuran las filiales británicas de Western Union y Money Gram. Se da la circunstancia de que ambos grupos ya disponen de licencia española. Entre tanto, alguna remesadora nacional tiene en mente hacer el trayecto inverso y pedirá en el futuro permiso para trabajar sin establecimiento en otros países de la UE.

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