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El incremento de la factura eléctrica

La CNE arremete contra el sistema de subastas que marcan la tarifa

El regulador energético aprobó ayer la aplicación de la fórmula que, tras la subasta Cesur, supondrá una subida de la tarifa eléctrica superior al 4,8% de media para la mayoría de los consumidores. En dicho informe, la CNE opina que esta fórmula "no es la adecuada" y critica el sistema de subastas por ser inflacionista.

El consejo de la Comisión de la Energía (CNE) aprobó ayer un acuerdo en el que pone en cuestión la fórmula para fijar la tarifa de último recurso (TUR) y también el procedimiento de subastas, en las que las comercializadoras a tarifa adquieren la energía mediante contratos a plazo para cada trimestre. El acuerdo del regulador se ha incluido, precisamente, en un anexo del informe sobre la aplicación de la fórmula para determinar el coste estimado de la energía a incorporar en la TUR, tras el resultado de la subasta Cesur del pasado día 21, y que ha sido remitido al Ministerio de Industria.

El saldo final de la aplicación de la fórmula es una subida media de la TUR del 4,8% a partir de octubre para los consumidores domésticos. Aunque Industria ha comunicado esta subida media, este dato es inferior al estimado por el regulador, lo cual se explica porque ha hecho el cálculo para un determinado perfil de consumidor (de 3 kW de potencia contratada) y ha tenido en cuenta el 3% que subirá para las tarifas con discriminación horaria, que son una minoría. Los de mayor potencia podrían experimentar una subida menor ya que los peajes se congelan.

La CNE ha sido siempre especialmente crítica con el sistema de fijación de precios a través de estas subastas que, en la opinión reflejada en el acuerdo aprobado ayer, "tienden a elevar el precio" y, por tanto, son inflacionistas. Además, el regulador energético ha venido alertando sobre cómo en las semanas previas a la celebración de las pujas se han producido subidas de precios en los mercados energéticos que influyen en las mismas, algo que ya puso hace unos meses en conocimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De hecho, el propio presidente de la CNMV, Julio Segura, ha reclamado públicamente que se permita al organismo que preside transferir información a la CNE sobre los mercados financieros internacionales de la energía y son opacos. En la actualidad, la ley no permite esa transferencia de datos.

Si, tras las subastas, el precio baja en el mercado mayorista de la electricidad (que representa el 20% de la energía que compran las comercializadoras), bajada que viene siendo habitual, las comercializadoras compran la energía a ese menor precio, aunque cobran la tarifa mayor resultante del precio de la Cesur. Un margen (de hasta el 20%, según estudios de la CNE) que se embolsan las empresas, en lugar de destinarse a reducir el déficit de tarifa, como ocurría en el anterior sistema de tarifa integral.

Fuentes del sector no descartan que, tras este informe y a la vista de que el sistema augura continuas subidas de precio, el Gobierno pueda proceder a cambiarlo. El sistema de suministro de último recurso fue aprobado en la ley de medidas energéticas y creación del bono social que entró en vigor en julio de 2009. Con el se daba por liberalizado el mercado, pese a que más de 20 millones de clientes mantienen la tarifa de último recurso.

Los pequeños distribuidores

El presidente de CIDE, Gerardo Cuerva, aseguró ayer que "las infraestructuras eléctricas son básicas para el desarrollo económico y el bienestar", y pidió un mejor reparto de los costes de la tarifa para la distribución, que se sitúa por detrás de las primas de las renovables (unos 4.000 millones sobre 6.000 millones, respectivamente). CIDE, asociación que aglutina a 230 de las 300 pequeñas distribuidoras, celebra estos días en Granada su 50 aniversario. Según Cuerva, el sector eléctrico está muy politizado y "el componente técnico se está dejando a un lado", cuando es "un bien esencial" que debería estar por encima de consideraciones políticas. El presidente de CIDE criticó que "un día se anuncien pactos de Estado sobre energía, que desaparecen al día siguiente". Y pidió que se ponga fin a las incertidumbres regulatorias.

Cómo se incorpora la Cesur a la tarifa

La subasta Cesur es un invento de hace unos tres años, aunque su resultado se comenzó a aplicar rigurosamente a la tarifa desde julio de 2009, cuando entró en vigor el sistema de suministro de último recurso para los consumidores domésticos de menos de 10 kW de potencia.El mecanismo, en el que todo termina en ur, es el siguiente: las cinco comercializadoras de último recurso (CUR), que son propiedad de las cinco grandes eléctricas y las únicas habilitadas para vender a tarifa (TUR), acuden cada trimestre a una subasta virtual (la citada Cesur). En esta puja, organizada por el operador del mercado Omel, adquieren, en gran medida a las generadoras de sus mismos grupos empresariales, la energía a plazo para el suministro a tarifa del trimestre correspondiente.Al precio resultante de la subasta (para horas punta y valle) el regulador energético le añade una serie de sobrecostes de los servicios de ajuste (prima de riesgo, pagos por capacidad y pérdidas estándares, en este caso, un coeficiente) del que resulta el precio final. Así, una vez añadidos estos sobrecostes a los 53 y 46,9 euros MWh resultante de la subasta del día 21, el incremento de los precios respecto a la de junio no fue del 5% (si se tiene en cuenta sólo la energía), sino de un 11%. De esta suma, en la que se tiene en cuenta la curva de la demanda, se obtiene la revisión de la TUR que pondera en el recibo de la luz en casi la misma medida que los peajes, que se congelarán en octubre. De ahí que el alza final dé una media del 4,8% para la mayoría de los clientes que tienen tarifa sin discriminación horaria.

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