Vaivenes propios de la recuperación

Los mercados continúan inmersos en una volatilidad a golpe de declaraciones. Las dudas mostradas el martes por el presidente de la Fed, Ben Bernanke, sobre la recuperación de EE UU justificaron una estampida de los inversores, que aprovecharon para recoger parte de los beneficios obtenidos con los tirones de las últimas semanas. Y tiñeron los índices mundiales de rojo intenso.

Pero lo cierto es que se comprende la incredulidad de los ahorradores. El mensaje de la Fed apuntaló las dudas mostradas en los últimos días en EE UU sobre la conveniencia de retirar o mantener los estímulos fiscales y monetarios. Debate que zanjó Bernanke al anunciar que comprará deuda para garantizar liquidez en el mercado dejando patente que la recuperación en la primera economía mundial no está muy clara. Sin embargo, este pesimismo matizado contrasta con el optimismo expresado el pasado jueves por el presidente del BCE respecto a la actividad en Europa.

Todo parece indicar que la salida de la recesión mundial va a ser lenta y continuaremos soportando indicadores contradictorios. Se agradece que, ante la duda, los bancos centrales mantengan sus políticas de liquidez y de tipos bajos, ante el ajuste obligado del gasto fiscal. Precipitarse podría suponer una recaída indeseada.