Zapatero saca adelante el techo de gasto gracias a la abstención de CiU
La película presupuestaria del año pasado puede volver a repetirse. El Gobierno sacó ayer adelante el techo de gasto para 2011 gracias a la abstención de CiU, que dará la espalda en el otoño a las cuentas del año que viene. En cambio, el PNV votó ayer en contra del objetivo de estabilidad, pero se reserva la posibilidad de apoyar los Presupuestos en la negociación prevista para septiembre.
Convergència i Unió facilitó ayer con la abstención de sus diez diputados la aprobación del techo de gasto para 2011. Arrastró consigo a Coalición Canaria y a UPN, escenario suficiente para que el PSOE, en solitario, sacara del apuro al Gobierno. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quiso dejar claro que la coalición nacionalista no le abre a José Luis Rodríguez Zapatero ninguna puerta para el otoño. De hecho, reiteró el anticipo de que no respaldará los Presupuestos, con independencia del balance que reflejen las elecciones catalanas. Duran le puso deberes al Ejecutivo: en cuanto corone la reforma laboral, la de las pensiones, la del sistema financiero y la del sector energético, no moverá un dedo para evitar el adelanto electoral. Está por ver.
El PNV, que en la noche del lunes tomó el pulso a CiU en una cena al máximo nivel celebrada en Madrid, votó ayer en contra del límite de gasto para 2011. Pero, al igual que ocurrió el año pasado, los nacionalistas vascos no cierran ninguna puerta a la posible aprobación de los Presupuestos para el año que viene. Todo dependerá del precio que el Gobierno esté en condiciones de pagar por un apoyo que, a día de hoy, se prevé también difícil. El voto negativo del PNV al techo de gasto se vio también acompañado por el del PP, Izquierda Unida, ERC y la casi totalidad del resto del Grupo Mixto. Coalición Canaria, que se abstuvo, y UPN fueron las excepciones.
La vicepresidenta Elena Salgado intentó convencer a la Cámara de la racionalidad con la que el Gobierno ha elaborado el techo de gasto para 2011 y el objetivo de estabilidad, que calificó de "exigente y realista". A su juicio, se va a acometer un ajuste de gasto "creíble que reducirá la prima de riesgo".
A la vista de que los ingresos estimados para el año que viene en términos de contabilidad nacional son de 104.539 millones de euros, que el objetivo de déficit del Estado es del 2,3% del PIB y que hay ajustes de contabilidad nacional por valor de 21.186 millones, el límite de gasto queda fijado en 150.056 millones de euros. Salgado recordó que esta cifra no es comparable con la de 2010, ya que el nuevo sistema de financiación autonómica ha supuesto un descenso del presupuesto de gastos debido al menor importe del Fondo de Suficiencia. Por ello, habría que eliminar el gasto derivado de los sistemas de financiación para que la comparación fuera homogénea. Hechos estos ajustes, el límite de gasto no financiero queda establecido en 122.256 millones de euros, lo que implica un descenso del 7,7% respecto al presupuesto de 2010 en términos homogéneos.
El responsable del equipo económico del PP, Cristóbal Montoro, expresó en el debate su desconfianza con las previsiones del Gobierno e insinuó que pueden estar infladas las cifras de recaudación tributaria, pues descansan sobre un escenario de crecimiento que es muy posible que no se cumpla.
El PP defiende que se reduzca el gasto no financiero en términos homogéneos en los Presupuestos de 2011 en, al menos, 20.000 millones con respecto a la previsión de cierre de este ejercicio.
Revolcón por la congelación de las pensiones
La última jornada del debate del estado de la nación tuvo ayer un sabor agridulce para el Gobierno ya que perdió diez votaciones aunque consiguió salvar algunas de sus propuestas de resolución. Estas no son vinculantes y, por tanto, tienen una importancia testimonial.La principal derrota del Gobierno llegó cuando toda la oposición en bloque se unió para instarle a que renuncie a congelar las pensiones en 2011. El PSOE perdió dos votaciones con este contenido y su calvario continuará en septiembre porque le esperan dos proposiciones de ley en la misma dirección que pueden llegar a dificultar el diálogo en el Pacto de Toledo.Izquierda Unida consiguió colgarse la medalla al sacar adelante una resolución en la que el Congreso insta al Gobierno a prorrogar por seis meses más, a partir de agosto, la ayuda de 426 euros que perciben los parados de larga duración y los jóvenes que han agotado la prestación por desempleo. Se trata de una ayuda que el Ejecutivo ha considerado eliminar en varias ocasiones y que, hasta ahora, ha beneficiado a cerca de 500.000 ciudadanos.Otro de los focos de atención descansó en las resoluciones presentadas por los diferentes grupos parlamentarios para que el Congreso expresara su malestar por la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán. No prosperó ninguna de ellas, ya que el PSOE no admitió enmienda alguna a la que elaboró con el PSC. En ella se reconocía la "realidad nacional catalana". ERC e IC intentaron sin éxito que se aprobara la moción aprobada por el Parlamento catalán en la que se valida el preámbulo del Estatuto sometido a interpretación por el Constitucional.