...y España se tiñe de Rojo
A 90 minutos de alcanzar el sueño del primer título mundial, todo el país ve alterado su pulso por la final ante Holanda.
Para millones de españoles, parafraseando al mítico entrenador escocés Bill Shankly, el partido del domingo ante Holanda (20.30, Telecinco) será algo más importante que una simple cuestión a vida o muerte. Puesto que tránsitos graves en una existencia puede haber muchos, mientras que la presencia de España en la final de un Mundial no sólo es una ocasión nunca vista, sino decisiva en incontables sentidos más allá de lo meramente deportivo.
Sin embargo, no hay gravedad en el ánimo colectivo, sino ganas de fiesta y alegría por la primera final y la ocasión de convertirse en el octavo país, en los 80 años de historia de los campeonatos desde Uruguay 1930, que levanta la copa de campeón.
La influencia del choque se deja sentir en datos como la posibilidad, abierta por el ministro de Industria Miguel Sebastián, de revisar al alza la previsión del PIB en caso de triunfo. El banco holandés ABN Amro cifró en un informe previo al campeonato en torno al 0,7% adicional de crecimiento para el país que cuente con la selección victoriosa.
En el curso Los efectos económicos de la confianza celebrado el pasado viernes en la Universidad Menéndez Pelayo, el presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, aseguró que el triunfo español podría suponer un impulso para salir de la crisis, ya que "los procesos psicológicos son importantes, y el triunfo cambiaría la mentalidad de los ciudadanos". En el mismo sentido se manifestó el portavoz de la Fundación Confianza, Guillermo de la Dehesa: "No resolverá los problemas estructurales, pero la actitud de la gente será, sin duda, más audaz y más emprendedora".
A la pasión de los aficionados, que podrían batir un récord de audiencia televisiva -se habla de más de 20 millones de telespectadores- le ponen voz algunos de los más destacados conciudadanos. Es el caso, por ejemplo, del cocinero Ferran Adrià, que invitará a todo el equipo en caso de victoria: "Hacía falta una alegría como ésta. A nivel de imagen, la final es fantástica para el país, y sobre todo por la parte humana del equipo. Van a motivar a la gente a moverse, cada uno en nuestro campo".
Plácido Domingo, que acudirá a la final, señaló por su parte que "pase lo que pase, esto ya ha sido extraordinario para nuestra España, aunque nos haría mucho bien ganar". Incluso el presidente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, afirmó por su parte que el éxito español es "el éxito del fútbol de equipo sobre el de individualidades. Por eso, España ganará".
Sebastián dejó abierta una revisión del PIB
Las empresas adaptan sus planes
Pese a disputarse en domingo, la final tendrá también impacto en el mundo laboral. La factoría de General Motors en Figueruelas, por ejemplo, retrasará dos horas la entrada del turno de noche para que sus trabajadores puedan ver el partido. Los 60 asistentes españoles a la Conferencia Mundial de Partners de Microsoft, en Washington, reservaron un bar de la capital estadounidense para reunirse, y la presidenta de Microsoft Iberia, María Garaña, afirmaba que "los españoles en Washington se dejarán la voz gritando podemos". Francisco Román, presidente consejero delegado de Vodafone España, señaló por su parte que "estos jugadores se merecen lo mejor, tanto si ganan como si pierden, porque éste es uno de esos equipos que ha creado un estilo".
El apoyo de los otros campeones
Fernando Verdasco disputó -aunque para caer derrotado-el viernes los cuartos de final de la Copa Davis ante Francia con una camiseta de la selección española de fútbol, como ya hiciera -esa vez con victoria- en la final del año pasado ante la República Checa, en uno de los incontables ejemplos dados por los otros grandes del deporte español para mostrar su apoyo al combinado de Vicente del Bosque. A través de Twitter, Rafa Nadal escribía: "¡Grande, España!", tras el triunfo de semifinales, y en su presentación como directivo del Mallorca afirmó que asistirá a la final. El juego de La Roja también entusiasmó a Pau Gasol -"han hecho historia"-, Alberto Contador -"Astana es de España. A la final"- o Jorge Lorenzo -"Es un día grande. Felicidades a los jugadores por no fallarnos"-.
El Gobierno, con "mucho trabajo"
En una decisión en la que posiblemente esté implicada también una dosis de superstición, el Gobierno anunció que no desplazará a ninguno de sus ministros, ni al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Según manifestó la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega tras la reunión del Consejo de Ministros del viernes, el Ejecutivo "tiene mucho trabajo" como para acudir a Sudáfrica con el debate sobre el estado de la nación el próximo miércoles. De la Vega, eso sí, señaló que la presencia en la final "no es un éxito aislado ni casual", y consideró que "somos capaces de ganar". Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, tampoco viajará, aunque vaticinó un triunfo por 2-0 y ponderó el juego del equipo por su "eficacia", "seguridad" y haber demostrado en semifinales "tener un plan, algo necesario en muchas facetas de la vida". También Cristóbal Montoro, responsable económico del PP, aprovechó los vaticinios del pulpo Paul para sugerir al Ejecutivo que cuente con él para mejorar las encuestas del CIS.
El pulpo y las apuestas están con la selección
El pulpo 'Paul' del zoológico de Oberhausen dictó sentencia: escogió el alimento en la urna con la bandera de España. Los vaticinios del cefalópodo de moda se han cumplido salvo en una ocasión, en la final que España ganó a Alemania en la Eurocopa de 2008. En esta ocasión, su elección fue incluso televisada en directo. Su fama ha hecho que los empresarios del concejo orensano de O Carballiño ofrezcan 30.000 euros para comprarlo. Tiene numerosos grupos de fans en Facebook, casi todos españoles, y no menos numerosos detractores, en su mayoría alemanes. También las casas de apuestas dan como favorita a España, y el triunfo holandés se paga al doble en casi todas ellas.
Pantallas gigantes y viajes de última hora
La afición española se dispone a disfrutar de la ocasión de maneras inolvidables. La mayor parte de los ayuntamientos han dispuesto pantallas gigantes desde las que seguir el encuentro, también en ciudades como Barcelona -frente a la Fuente Mágica de Montjuïc-. Sólo Bilbao, por el momento, pese a las peticiones, se resiste, mientras en Madrid el encuentro se trasladó al paseo de Recoletos.Los paquetes de las agencias de viajes para la final se agotaron. Halcón Viajes informó que había vendido 1.250 plazas a 2.990 euros. El Corte Inglés llenó un vuelo chárter de 300 plazas en sólo dos horas desde su puesta a la venta.