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Servicios

El 'cloud computing' se convierte en paradigma

Las empresas hallan en los servicios en nube una nueva forma de reducir gastos y ganar en flexibilidad

La revolución industrial ha vuelto a las tecnologías de la información. Un sector acostumbrado a renovarse por completo cada cierto tiempo digiere desde hace meses la adaptación a un nuevo fenómeno: la nube. ¿Y qué significa estar en la nube? Esta nueva generación de servicios no tiene nada que ver con los sueños, el andar distraído o estar enamorado.

"El cloud computing consiste en ejecutar aplicaciones a través de internet, independientemente de dónde esté situada la infraestructura física", explica Alfonso Ramírez, director general de la empresa de software VMware para España y Portugal, "lo que aporta una mayor flexibilidad, más capacidad de crecer sin perder calidad y más seguridad". Unos son menos concluyentes y hablan de una "tendencia tecnológica", como María Ramírez, de la empresa Trend Micro, y otros, como el presidente de Panda Security, Juan Santana, indican que es "un término nuevo para designar lo que ya se venía haciendo desde hace tiempo".

En definitiva, el cloud computing, o la prestación de servicios a través de la nube (una metáfora de internet), es poner a disposición de los usuarios una serie de aplicaciones que no están albergadas en sus ordenadores sino en un servidor remoto.

"Cada cliente tiene una coyuntura distinta y paga por lo que está usando"

Dentro de este formato los expertos distinguen entre tres variedades de servicios. Ricardo Usaola, consultor de la empresa desarrolladora de software para gestión de tecnologías de la información CA, indica que uno es el de infraestructura, que consiste en que "una empresa presta capacidad de almacenamiento a otra". La segunda clase de servicios cloud hace referencia a las plataformas. "El cliente puede hacer uso de la misma para desplegar una aplicación y cuando termina de desarrollarla, cierra el contrato". La tercera está muy ligada al software as a service, es decir, a los programas informáticos que son comercializados como un servicio y cuyo uso el cliente contrata por un precio mensual.

Los expertos auguran un fuerte crecimiento de este tipo de soluciones en los próximos años. Según datos de IBM, el mercado mundial de cloud computing crecerá un 28%, hasta alcanzar los 126.000 millones de dólares (93.000 millones de euros) en 2012.

Uno de los principales beneficios del cloud computing, del que se hacen eco todos los expertos, es el ahorro de costes, si bien matizan que también resulta igual de importante la flexibilidad para acceder a recursos cuya instalación requiere tiempo y dinero.

Lejos de identificarlo como la última panacea en servicios a empresas, los expertos consideran que la nube ha venido para quedarse, pero que compartirá el escenario con los sistemas tradicionales de almacenamiento, infraestructura y aplicaciones. Juan Santana, de Panda Security, asegura que vamos hacia un "modelo híbrido" y estima que "en los próximos diez años veremos una gran migración de las herramientas a la nube". Ricardo Usaola, de CA, estima que los datos sensibles se quedarán dentro de la empresa o almacenados en cloud privados, mientras que los datos que no son estratégicos pasarán a la nube.

Esto sucederá porque aún quedan flecos sueltos que la tecnología no ha podido resolver. "De forma irremediable, el hecho de que un usuario tenga el interfaz más internet para ciertas aplicaciones trae consigo un riesgo asociado, ya que estamos exponiendo más tráfico de nuestro ordenador a la web", dice María Ramírez, de Trend Micro. Por este motivo, toda empresa que se plantee usar cloud computing debe hacerlo asociado a un servicio de seguridad.

Riesgos manejables

Por su parte, la responsable de tecnología e innovación de IBM, Elisa Martín, explica que estos riesgos son manejables. Desde su punto de vista, las empresas deben estudiar cuáles son los niveles de seguridad y privacidad que necesitan y, a partir de ahí, "escoger la opción de cloud que esté alineada con esas necesidades". En el mismo sentido, Enrique Fernández-Laguilhoat, de Microsoft, afirma que la seguridad de los datos en la nube es más alta. "Si mañana hubiera una vulnerabilidad, haría mucho ruido en la prensa", comenta.

Respecto a las posibilidades de interrupción del suministro, Fernández-Laguilhoat subraya que depende del servicio contratado. "Los riesgos se han reducido en los últimos años", indica el directivo, y matiza que "las pequeñas caídas se compensan con el ahorro de costes". Además, cada cliente está dispuesto a pagar una cantidad limitada por el servicio, lo que redunda en su calidad.

El ahorro de costes puede ir del 30% al 70%

Una de las principales ventajas para las empresas que deciden incorporar a sus actividades servicios prestados a través de internet es la posibilidad de reducir sus gastos de personal técnico, instalaciones, software y, sobre todo, de tareas de mantenimiento, según explica la ingeniera responsable de cloud computing de Trend Micro, María Ramírez. "El retorno de la inversión es inmediato", puntualiza, "ya que no es necesaria preinstalación ni configuración alguna".El director técnico de VMware para España y Portugal, Alejandro Solana, especifica que el ahorro de costes que puede obtenerse va desde el 30% hasta el 70% de los gastos operativos. Precisa, asimismo, que el ahorro también proviene del ámbito energético y medioambiental. Una empresa con 1.500 servidores puede consumir 1,05 MW, según Solana, quien apunta que en ocasiones estos servidores, que son altamente contaminantes, están funcionando al 5% de su capacidad.

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