Entre enero y marzo la producción se incrementó un 4,4% en tanto que las horas trabajadas subieron un 0,8%.
Los costes laborales se redujeron un 1,6%, un indicio de que las presiones inflacionarias se mantienen bajas.
En los últimos cuatro trimestres la productividad de los trabajadores de EE UU ha crecido un 6,3%, el mayor incremento en 48 años.