Santander pretende desbancar a sus rivales con la guerra de los depósitos
Cuando el enemigo está débil es el momento de atacar. æpermil;sta es la estrategia de Santander, como dejó claro ayer su consejero delegado, Alfredo Sáenz. El grupo ganó en el primer trimestre 2.215 millones, el 6% más, y como "mínimo" espera igualar el resultado de 2009 -8.943 millones-. Santander quiere repetir el éxito de 1989 con las Supercuentas -pasó de una cuota de mercado en España del 3% al 10%- con su agresivo depósito que ofrece el 4% de interés. El objetivo es "robar clientes", declaró Sáenz.
No es una campaña puntual para obtener liquidez con el pasivo que compense el complejo funcionamiento de los mercados mayoristas en estos momentos. Es una campaña premeditada, "sin fecha de caducidad", como aseguró ayer Alfredo Sáenz. El ejecutivo no quiso dar cifras de captación de ahorro o clientes con la comercialización de su depósito al 4%. Se limitó a decir "va muy bien", pero durante la presentación de resultados el ejecutivo insistió en que el grupo había aumentado en un año un 29% el volumen de depósitos a plazo en España -sin Banesto-, y eso que "la campaña del depósito al 4% apenas está contabilizada, ya que se inició el 18 de marzo", afirmó Sáenz.
Sí dejo claro el objetivo: ganar cuota de mercado. "Se trata de una captación de negocio en un entorno que creemos favorable para ese propósito. Ya lo hicimos con la Supercuenta y subió la cuota de mercado. Es algo que se puede hacer cuando tienes músculo", presumió Sáenz, para añadir: "a ver si nos enteramos, es para robar clientes".
La agresiva oferta de Santander ha vuelto a desatar una nueva guerra del pasivo, que para varias entidades es sólo una forma de obtener liquidez si se está apurado, problema que descartó con rotundidad Sáenz. El consejero delegado recordó con cierta ironía que cuando lanzaron hace 21 años la Supercuenta hubo entidades "que no reaccionaron". Precisamente, BBVA afirmó el miércoles que no tiene ninguna intención de entrar en esta guerra. "No nos hemos puesto a guerrear por el dinero subastero. La experiencia dice que una vez que se retiran las ofertas el cliente desaparece", declaró el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano. Pero Sáenz le contestó ayer. "Más del 90% del dinero captado es de fuera de otras entidades. Y en un año -plazo de su depósito al 4%- intentamos fidelizar a los nuevos clientes", dijo.
Repite la estrategia de 1989 con la Supercuenta, cuando pasó del 3% al 10% de cuota
Santander obtuvo en el primer semestre un beneficio atribuido de 2.215 millones de euros, el 5,7% más que un año antes, con aumento de todos márgenes y de las provisiones en un 10,3%. El grupo cree, no obstante, que este año las necesidades de provisiones se estabilizarán ya que la entrada de morosidad se está desacelerando. Su tasa de mora es del 3,34%, 0,10 puntos más que en el trimestre anterior, el aumento más bajo de los últimos seis trimestres. Su cobertura es del 74%. En España los créditos impagados ascienden al 3,59% del total. Sáenz explicó que prevén un ligero aumento para situarse en el 4% al cierre de ejercicio.
La Red Santander ganó 500 millones, el 8% menos, en Reino Unido obtuvo 480 millones, el 17% más, y en Brasil aportó 603 millones, con un aumento del 38%.
Camino de los 15.000 millones
Alfredo Sáenz aseguró ayer en tono jocoso que como "mínimo" el grupo ganaría este año lo mismo que el pasado, 8.943 millones de euros. "Estaría bueno", añadió. Lo mismo sucederá con el dividendo, pese a la difícil coyuntura económica en la que se desenvuelve la entidad. El grupo ya ha mejorado el beneficio por acción un 3,3%. El directivo aseguró que la retribución al accionista está fijada en el 50% del beneficio y que no es previsible que cambie el pay out. Sáenz sí consideró posible que a lo largo de este ejercicio se repita la iniciativa de entrega de acciones a modo de dividendo en caso de que los accionistas lo deseen y "a la luz del éxito del año pasado". El objetivo de Santander, como expuso el ejecutivo en febrero, es lograr un beneficio de 15.000 millones en 2015, y una cuota de mercado en los países en los que opera del 15%, frente al 10% actual.