Los engaños al fisco más cotidianos
Pagar una reparación en casa sin factura para no abonar el IVA, fijar parte del salario de los trabajadores en negro, engrosar las facturas en la declaración del IVA u omitir en el impuesto sobre la renta los ingresos derivados del alquiler de un piso son algunos de los engaños más típicos a los que se enfrenta a diario la Agencia Tributaria. Son pequeños fraudes que resultan muy difíciles de detectar por la Agencia Tributaria.
Fontaneros y chapuzas varias
Se trata de un clásico. Un fontanero o un mecánico preguntan al cliente: "¿Con IVA o sin IVA?". Cuando la otra parte no es un empresario que pueda deducirse el impuesto, la tentación de no pagar el IVA es muy alta. Supone un ahorro, dependiendo del caso, de un 7% o de un 16%. Y, a partir de julio, el incentivo será aún mayor, ya que el ahorro ascenderá al 8% para el tipo reducido y al 18% para el general. La capacidad de la Agencia Tributaria para controlar a los profesionales autónomos que tributan por el sistema de módulos es muy reducida, según denuncian los inspectores de Hacienda. Sin ser el objetivo principal, la Ley de Economía Sostenible podría acabar con algunos de estos casos en la medida que los contribuyentes podrán deducirse parte del coste de reformas en sus viviendas siempre que tengan como fin la mejora de la accesibilidad y el ahorro energético o de agua. Entonces, resultará esencial pedir una factura.
Las nóminas en blanco y negro
Elevar el salario de un trabajador implica también que la empresa debe pagar más a la Seguridad Social. Algunos empleadores han encontrado un solución para sortear este hándicap: pagar una parte del salario en negro. El trabajador sale perdiendo, ya que él también cotizará menos y su pensión no crecerá al mismo ritmo que su salario real.
Los alquileres sin declarar
Resulta una práctica cada vez más arriesgada, ya que Hacienda tiene acceso a la base de datos del Catastro. Sin embargo, se calcula que aún son muchos los propietarios de viviendas de alquiler que no declaran los ingresos que reciben. Estos beneficios, hasta 2010, debían tributar al tipo único del 18%. Y desde este año, los primeros 6.000 euros pagan el 19% en el IRPF y el resto tributa al 21%. Así, por ejemplo, un propietario de un inmueble que recibe 800 euros al mes por alquiler evade 1.900 euros al año a Hacienda si no declara esos ingresos. Sin embargo, algunas medidas aprobadas por el Gobierno invitan a salir de la economía sumergida. Los propietarios que alquilen una vivienda a un joven menor de 35 años tienen derecho a una deducción del 100%. Una medida que se limitará a los menores de 30 años en 2011. Por otra parte, la renta de emancipación -que contempla una paga de 210 euros a los jóvenes que estén en alquiler- ha elevado la presión de los inquilinos para que los propietarios regularicen la situación. Sin embargo, muchos caseros han optado por subir luego los precios. Lo comido por lo servido.
¿Me puede hacer una factura por favor?
Un autónomo puede repetir centenares de veces esta pregunta a lo largo de un año. No es extraño, precisa que en el comprobante de compra se indique el CIF de la empresa que emite la factura para reclamar la devolución del IVA soportado, algo que no siempre aparece en los tiques. Sin embargo, en muchas ocasiones, esas compras nada tienen que ver con su actividad. Resulta una práctica habitual que los autónomos incluyan en su declaración facturas de cenas con amigos o de la Playstation del niño.