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"Moderado optimismo" para 2010

El número de turistas extranjeros cayó un 8,7% en 2009, menos de lo esperado

El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, informó hoy de que España recibió el año pasado 52 millones de turistas extranjeros, cinco millones menos que en 2008, lo que supone una caída del 8,7%, un descenso inferior al 10% previsto, y se sitúa en niveles cercanos a los registrados en 2003.

Evolución del turismo en España
Evolución del turismo en EspañaBel Martín

Después de que en 2007 España consiguiera su cifra récord de turistas extranjeros, cerca de 60 millones, los dos años siguientes, 2008 y 2009, suman la pérdida de casi siete millones de visitantes foráneos.

A pesar de esta reducción y de la recesión económica mundial, el resultado de 2009 representa, junto con 2003, el sexto mejor año turístico por llegadas y el tercero en cuanto a los ingresos por turismo, según los datos facilitados hoy por el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida.

No obstante el gasto total realizado por los turistas extranjeros en España cayó menos que el número de llegadas -el 6,8% frente al 8,7%-, y sumó 48.000 millones de euros, debido a que quienes visitaron España gastaron el 2,1% más, hasta los 920 euros por persona.

Situación generalizada

Mesquida destacó que este deterioro no es un caso aislado, ya que se trata de una situación generalizada en el turismo mundial que, según las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), finalizó el año con una caída del 5% en el número de turistas.

Matizó que el resultado del 2009 no impedirá a España seguir siendo el primer destino vacacional del mundo, favorito de Europa, y, probablemente, el tercero por llegadas de turistas extranjeros, entre dos gigantes poblacionales como son EE UU y China.

A pesar de que el sector turístico perdió el 2,1% de afiliados a la Seguridad Social, la tasa de paro en esta industria está cinco puntos por debajo de la media nacional -el 12,9% frente al 17,9%-, y ocupa a 2,25 millones de personas.

Asimismo, Mesquida destacó que pese que las previsiones reflejaban un descenso superior al 10% en 2009, la paulatina desaceleración en el ritmo de caída ha permitido cerrar el año con el retroceso menor.

El grado de satisfacción de los turistas permite ser optimista, ya que el 85% de los que llegaron a España en 2009 ya habían estado en el país en alguna otra ocasión y el 41% de éstos lo había hecho en más de diez ocasiones, indicó.

Según Mesquida, la caída del volumen de turistas extranjeros está relacionado con la evolución de las economías de los principales mercados emisores españoles. Dado que las previsiones del PIB de Alemania y Francia apuntan a un crecimiento por encima del 1%, Mesquida prevé que 2010 sea "algo mejor" que el año anterior, aunque se mostró preocupado por el deterioro del empleo registradas en estos países.

Por el contrario, el turismo nacional, con un total de 174 millones de viajes -un 3,3% más que en 2008-, contabilizó un nuevo récord histórico. De estos desplazamientos, cerca del 93% se realizó en el interior del país y el 7% restante se hizo al extranjero.

Ante la situación de crisis que sufre el sector desde finales de 2008, el Gobierno ha dado prioridad a la política turística, aprobando para 2009 el mayor presupuesto de la historia, con un aumento del 109% respecto al año anterior, recordó Mesquida.

Además, para 2010, un año de restricciones que han supuesto fuertes recortes en otros departamentos, el presupuesto de la Secretaría de Estado de Turismo se mantiene.

Recordó que tras el éxito de los planes Renove y FuturE, dotados con 1.500 millones de euros, cuyo objetivo ha sido incrementar la calidad de las infraestructuras turísticas, el Ejecutivo ha decidido destinar al sector otros 400 millones más en 2010.

Destacó también la puesta en marcha del proyecto piloto Turismo Senior Europa, inicialmente en Andalucía y Baleares, en el que participan 16 países.

Dentro de este proyecto, entre viajes ya realizados y reservas de plazas, España ha acogido a 24.000 turistas precedentes de países que, tradicionalmente, no son mercados emisores, como por ejemplo Grecia, lo que supone una ventaja futura, concluyó.

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