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A fondo

El precio de buscar una fusión a coste cero

El precio de buscar una fusión a coste cero
El precio de buscar una fusión a coste ceroREUTER

Decepción en las filas de Unicaja y en las de la Junta de Andalucía y total desolación en CCM y el Gobierno manchego. De esta forma terminó ayer un intento de absorción que se ha liquidado en menos de un mes de conversaciones oficiales. En el arranque del proceso la caja malagueña, respaldada por el Ejecutivo de Manuel Chaves, ya avisó de que no se haría cargo de la entidad sin lograr compensaciones y así ha resultado. Las negociaciones con el Banco de España y con CCM las ha conducido con mano de hierro el presidente de Unicaja, Braulio Medel, que ha exigido unas contrapartidas públicas para preservar la salud financiera de su entidad que han sido desestimada por el supervisor. Unos piensan que Medel, en defensa de los intereses de su caja, ha buscado el coste cero de esta integración, tensando la cuerda en exceso hasta precipitar una solución, la de la intervención del Banco de España, que 'no es buena para nadie'. En el otro lado de la balanza, se defiende el rigor de Medel y se recuerda que la intervención 'será una medida muchos más cara' si el final del camino es la disolución y la venta de activos. Los más críticos aseguran que el presidente de la entidad andaluza reclamaba un total de 3.000 millones en créditos y avales, una cifra que los técnicos del Banco de España no veían justificada en ningún caso y que rebajaban a menos de la mitad. En el último tramo de la negociación, el supervisior accedió a sumar 200 millones a los 800 millones en créditos dudosos que tiene CCM y a cubrir un 80% de estos 1.000 millones con fondos del FGD. A esta partida se sumaría los 300 millones que Unicaja podría recuperar de esos préstamos morosos y un crédito preferencial de otros 500 millones. Según estas cuentas de fuentes cercanas a las negociaciones, se trataba de 3.000 millones reclamados por Medel frente a unos 1.600 de compensaciones que sumaban las autoridades monetarias. Pero otras voces limitan estas diferencias a 'unos pocos cientos de millones de euros en avales'.

Las ventajas cualitativas de este acuerdo que ahora se esfuma eran palpables para todos los frentes. Para Unicaja, quedarse con CCM pudo resultar una operación redonda si hubiera logrado maximizar las compensaciones. Braulio Medel lograría prorrogar su mandado, que vence en 2010, presumiría de fortaleza en un momento de debilidad para el conjunto del sector y conseguiría además la mayor dimensión que lleva buscando sin éxito desde 1999 por la vía de las fusiones en Andalucía. Para CCM, la solución de Unicaja tenía tintes de milagro y le permitía una supervivencia más que honrosa: mantendría la marca y controlaría la obra social en su territorio. También esta salida era, al menos sobre el papel, la favorita del Banco de España y del Gobierno. ¿Qué ha pasado entonces para que se haya desembocado en el escenario más traumático?

La razón hay que buscarla en las distintas medicinas que se pueden aplicar a la crisis según las concepciones ideológicas de las que se parta. El Banco de España, que no es partidario de recapitalizaciones indiscriminadas del sistema financiero, ha buscado en primera instancia una solución privada en el mercado, pero ha impuesto unos límites para las ayudas públicas. Las exigencias de Unicaja habrían sobrepasado estas lindes y las autoridades han preferido, entonces, precipitar la intervención. Se trata de todo un mensaje para navegantes del que se derivarán nuevas actuaciones. En el inevitable proceso de reestructuración del sistema financiero español 'sobran' por tanto muchas entidades y no todo es salvable por la vía de las fusiones con dinero o avales públicos. La hoja de ruta se diseña en estos momentos.

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