AIG recibe otra inyección de EE UU por 23.830 millones
EE UU ha puesto 30.000 millones de dólares (23.830 millones de euros) a disposición de AIG, una aseguradora que de ser la más grande del mundo ha pasado a ser 'demasiado grande para caer'. El Gobierno cree que esta ayuda, que llegó el día que AIG presentó pérdidas históricas, no será la última.
AIG perdió 61.700 millones de dólares (49.070 millones de euros) en el último trimestre. Es la peor cifra trimestral en la historia estadounidense al superar los casi 45.000 millones de dólares que perdió AOL Time Warner en el último trimestre de 2002.
Entrampada como pocas en la espiral a la baja de unos credit default swaps (CDS) gestionados con optimismo y buscando el resultado del corto plazo, la aseguradora ha tenido que reducir 25.900 millones de dólares a la baja el valor de estos activos y otros de carácter hipotecario convertidos en altamente tóxicos.
Además, ha tenido que anotarse costes de 6.900 millones de dólares ligados al repago de las anteriores ayudas del Gobierno. El cierre de libros arroja una cuenta de 99.300 millones de dólares (78.930 millones de euros) en pérdidas cuando en 2007 ganó 6.200 millones.
Dada la situación de los mercados y la economía, AIG se ha encontrado con problemas para vender activos con los que devolver las ayudas públicas concedidas desde septiembre. Por eso ha tenido que pedir dinero, por cuarta vez a Washington.
La cuenta de lo que el Estado ha dedicado a AIG desde septiembre sumaba 150.000 millones de dólares y tanto en el comunicado del Tesoro como en el de la Fed se anticipa que la reestructuración tomará más tiempo 'y precisará de más apoyos del Gobierno si los mercados no se estabilizan y mejoran'.
Ahora esta ayuda se reestructura para que los pagos sean menos onerosos para AIG, como ya afirmaba su ex presidente Hank Greenberg. El Gobierno pasa de ser un prestamista a corto plazo a un inversor a largo, asumiendo más riesgo en una intervención que deja pequeña la casi nacionalización de Citi.
La nueva ayuda de 30.000 millones se pone a disposición de la entidad presidida por Ed Liddy (nombrado por el Gobierno) y se usarán según se vayan necesitando. La Fed recorta un préstamo previo de 60.000 millones de dólares a 20.000 o 25.000 millones y toma una participación de 26.000 millones de dólares en dos filiales de AIG. El Tesoro cambia las acciones preferentes que obtuvo tras inyectar 40.000 millones de dólares por otras con condiciones más livianas (menos dividendo). El Gobierno posee el 77,9% de una empresa que ahora gana tiempo para vender sus activos y dejar de ser la más grande.