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Construcción

Sacyr utiliza el dividendo de Repsol para amortizar capital e intereses de su deuda

Sacyr ha dedicado todo el dividendo que le acaba de transferir Repsol a pagar a sus bancos acreedores. La compañía ha respondido con 140 millones a los intereses del crédito con el que entró en la petrolera, y otros 31 millones han ido a amortizar deuda. Tras estas entregas, la constructora debe 5.080 millones a 48 bancos.

Sacyr Vallehermoso ha querido hacer una demostración de fortaleza a sus bancos acreedores utilizando la máquina de hacer billetes en que se ha convertido su participación en Repsol. Según ha podido saber CincoDías, la constructora ha dedicado 140 millones a pagar los intereses del préstamo que le permitió escalar en el accionariado de la petrolera hasta el 20%. Se da la circunstancia de que el pasado 15 de enero recibió 128,2 millones de Repsol en forma de dividendo a cuenta del ejercicio 2008. El resto, hasta los 140 millones, procede del cobro de coberturas por tipos de cambio de moneda.

Cumplido ese compromiso con el consorcio de bancos y cajas, la constructora ha ido más allá y ha utilizado otros 31 millones para amortizar deuda, según desvelan fuentes conocedoras de la operación. Tras entregar ese capital a los bancos y después de recortar el principal del crédito en distintas ocasiones, Sacyr debe unos 5.080millones de los 5.175millones que firmó a finales de 2006.

Las fuentes consultadas ofrecen dos valoraciones distintas sobre este movimiento. La primera habla de un gesto voluntario que parte de la constructora, mientras la segunda se refiere a una exigencia de sus bancos. En cualquier caso, ambas posiciones desembocan en la misma idea: "La aportación de dinero fresco por parte de Sacyr es pagar un favor con otro". Por un lado, los bancos no exigen avales adicionales a las propias acciones de Repsol y a la filial patrimonialista Testa si la cotización de la petrolera baja de 12 euros durante tres jornadas consecutivas (mientras Sacyr busca comprador para su papel en Repsol). Y en respuesta, la entidad que preside Luis del Rivero inyecta liquidez a sus acreedores pese a no estar obligada, ya que el crédito se amortiza al final de la vida del mismo. De este modo, todos ganan.

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El contrato de financiación que Sacyr cerró con un consorcio de 48 bancos, liderados por Santander, Citi, Calyon y Caja Madrid, vence en diciembre de 2011, fecha en la que se exigirá el pago del principal del crédito. Fuentes del grupo de construcción consultadas por este periódico simplemente se limitan a reiterar que la empresa "no ha dejado nunca de pagar los intereses por el pasivo relacionado con Repsol".

Medio año de plazo

Teniendo en cuenta el montante de esta deuda de Sacyr vinculada a su paquete de acciones en Repsol, el nivel en el que se encuentra el euríbor y los 100 puntos básicos de diferencial que tiene firmado, la constructora va a afrontar este año unos 280 millones de euros en intereses. Pero es la propia pagadora la que establece los plazos.

En este sentido, se ha decantado por responder de nuevo ante los bancos a la vuelta de seis meses, en torno a julio, cuando deberá realizar una segunda entrega de 140 millones de euros coincidiendo con la entrada en caja del dividendo complementario de su participada. "Cada vez que responde a los intereses, es Sacyr la que marca el momento en que realizará la siguiente entrega. Así hasta que reduce a cero el precio anual del préstamo", explican en círculos financieros.

El argumento de que los dividendos de la petrolera cubren el crédito sin que la caja de Sacyr sufra mayor quebranto se ha convertido en música de fondo en las últimas presentaciones de resultados. Su cúpula directiva confía en que este plan le va a dar mejores resultados en los próximos meses: el euríbor cae, el dividendo de Repsol crece -lo hace desde 2001 y el último experimentó un 5% de incremento, hasta los 641 millones de euros brutos- y el volumen del crédito es casi 100 millones menor a base de amortizaciones que cuando fue firmado.

Con una deuda financiera neta de 18.550 millones a 30 de septiembre, la cifra también descenderá significativamente tras la venta de buena parte de Itínere a Citi, y de forma indirecta a la española Abertis y la italiana Atlantia.

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