_
_
_
_
Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un lujo indispensable

La primera ley firmada por Barack Obama asegura y amplía el derecho a reclamar ante los tribunales en caso de discriminación salarial. George Bush tuvo la ocasión de aprobar esa legislación, pero se negó porque dijo que temía que se multiplicaran las demandas contra las empresas. Esta misma semana, Obama podría firmar otra ley a la que Bush no sólo se opuso verbalmente, sino que vetó dos veces.

Se trata de la ampliación de la cobertura sanitaria para niños cuyas familias no son tan pobres como para optar al programa estatal Medicaid (que cubre a quienes están por debajo del umbral de la pobreza) ni lo suficientemente solventes como para tener seguro médico privado. Este programa, conocido como Schip, cubre actualmente a siete millones de niños y el Senado aprobó la semana pasada (66 votos contra 32) ampliarlo a cuatro millones más. El coste, 32.400 millones de dólares en los próximos cuatro años y medio; el impacto en el presupuesto, nulo porque el gasto se cubrirá con una subida de impuestos al tabaco.

La Cámara de Representantes ya votó esta reforma que además incluye a inmigrantes legales, que hasta ahora están fuera de esta cobertura. Obama dijo que firmará la ley en cuanto la tenga delante. Será un alivio para muchas familias que al quedarse en el paro han perdido los seguros médicos privados que normalmente proporcionan las empresas.

Aunque la ley se ha aprobado en las Cámaras con un cierto nivel de bipartidismo, los republicanos que la han objetado consideran que se dan pasos para avanzar hacia el modelo de sanidad pública que existe en el resto de países desarrollados. Y eso, a nivel de propaganda política, equivale a socialismo. El senador McCain dijo ver la reforma del Schip como 'otro esfuerzo para eliminar, con el tiempo, el seguro privado en América, y eso me preocupa'.

Curiosamente, a los ciudadanos y a un buen número de economistas lo que más les preocupa es la desprotección de más de 45 millones de personas en un sistema que no tiene cobertura universal ni pública y los elevadísimos gastos médicos. Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase dijo en Davos que el seguro universal (no aclaró si público o privado aunque habló de copagos) no sólo era moral, sino más barato para el país.

Las últimas cifras que hay sobre el coste de la sanidad son de 2007, año en el que EE UU gastó 2,2 billones de dólares, el 16,2% de su PIB, en sanidad. La mitad corre por cuenta del Estado, que financia a la sanidad privada para proveer cobertura a los mayores de 65 años (Medicare) y los pobres. El gasto por persona fue de 7.421 dólares, un 6,1% más que en 2006 y el doble que la media de los países desarrollados. En 2008, las pólizas de la mayoría de los seguros subieron más de tres veces la inflación.

El paro o el contrato parcial conllevan la pérdida del seguro, lo que añade gravedad a la crisis. La indispensable sanidad se ha convertido en un lujo. Las solicitudes para entrar en el Medicaid se están disparando y esa es una de las razones por las que Obama quiere ayudar a los estados (que cubren el 43% del programa) a pagarlo.

En su plan de estímulo fiscal, el presidente contempla extender el Medicaid a quienes cobran el paro, entre otras medidas que amplían la cobertura sanitaria a los más desprotegidos. Fue uno de los motivos que llevaron al Partido Republicano en pleno a votar en contra en la Cámara Baja.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_