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Plan de recuperación

Bruselas propone reducciones fiscales y más gasto público

La Comisión Europea aprobará hoy un plan de recuperación económica que insta a los Gobiernos a reducir la carga fiscal, acelerar la inversión en infraestructura y olvidarse temporalmente del límite de déficit público del 3%.

Tiempos excepcionales, respuestas excepcionales. La consigna se repetía ayer una y otra vez entre los funcionarios comunitarios que ataban los últimos detalles del esperado plan de recuperación económica de la UE. El presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso, presentará hoy en público ese documento. Y a falta de una caja de caudales para resolver la crisis (el presupuesto comunitario apenas llega al 1% del PIB y la mitad se destina agricultura), el portugués ofrecerá a los Gobiernos una caja de herramientas fiscales para que tomen las medidas más adecuadas a su coyuntura.

El objetivo del plan es detener el torbellino que con el sector financiero como vórtice amenaza con arrastrar a Europa hacia una imprevisible espiral de desconfianza, depresión y deflación. Bruselas considera que podría alcanzar el 1% del PIB, unos 130.000 millones.

Entre las principales propuestas para cortar ese contagio figura la de rebajar impuestos y cargas sociales en los salarios para facilitar la creación de empleo y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. Bruselas también aceptará, de manera temporal, que los Estados concedan ayudas en forma de avales a las pequeñas y medianas empresas para acceder al crédito bancario. Y al resto de empresas, por grandes que sean, siempre que las inversiones respaldadas coincidan con los objetivos medioambientales y de sostenibilidad de la UE. Esa carta blanca permitiría, por ejemplo ayudas al sector del automóvil siempre que se condicionen a la reducción de emisiones de CO2 de los vehículos.

Todas esas medidas aumentarán inevitablemente el déficit público. Pero la CE se comprometerá hoy a aplicar el Pacto de Estabilidad con la benevolencia propia de un periodo excepcional como el actual. Se abrirá expediente a los países que superen el límite del 3% de déficit, pero se les ofrecerá un calendario suficientemente flexible para volver a poner en orden sus cuentas públicas.

La CE también pondrá su granito de arena, acelerando la tramitación de las ayudas comunitarias y de aumentar el porcentaje de anticipo en la concesión de los fondos. La CE calcula que cada euro de esos fondos moviliza tres.

La OCDE también pide medidas a la carta

La OCDE auguró ayer una caída del crecimiento durante 2009 del 0,9% en España, del 0,6% en la zona Euro y del 0,9% en EE UU. El informe semestral de la organización describe un panorama tan negativo que su economista jefe, Klaus Schmidt-Hebbel, reclamó estímulos macroeconómicos porque, a su juicio, el planeta no vive 'tiempos normales'.Schmidt-Hebbel, sin embargo, defendió que la inyección de dinero público en la economía se decida en cada país en función de su margen presupuestario, informa Efe. Y que se canalice en forma de recortes fiscales o ayudas dirigidas a facilitar el acceso al crédito bancario o a las familias con menos ingresos. Schmidt-Hebbel, en cambio, considera que la inversión en grandes infraestructuras sólo tienen efectos a largo plazo por lo que no son la solución.

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