Islandia nacionaliza el mayor banco del país y suspende la Bolsa
En sólo tres días, el Gobierno islandés ha nacionalizado los tres bancos más importantes del país para evitar el derrumbe total de su sistema financiero. Ayer asumió el control de Kaupthing, el mayor banco doméstico islandés, y suspendió todas las operaciones bursátiles debido 'a las condiciones inusuales del mercado', según explicó un portavoz de OMX, la empresa que gestiona la bolsa de Reikiavik.
Islandia vive en estos momentos la crisis económica más grave de su historia reciente, con la inflación por las nubes, su moneda por los suelos -este año se ha depreciado cerca de un 40% con respecto al euro- y la banca incapaz de sobrevivir por sí misma. El primer ministro de Islandia, Geir Haarde, ha advertido sobre el riesgo de una bancarrota nacional, aunque ayer pidió a los ciudadanos que no retiren su dinero de los bancos. 'Hará las cosas más difíciles', subrayó.
El Gobierno ha nacionalizado esta semana sus principales entidades para evitar su quiebra. El martes intervino el segundo banco del país, Landsbanki, y el miércoles actuó sobre el tercero, Glitnir. La nacionalización de Kaupthing sucede a su desplome en Bolsa en la sesión del miércoles, cuando fue suspendida en el momento en que su cotización bajaba un 34%. La suspensión de las negociaciones de acciones en la Bolsa de Reikiavik, un negocio dominado por los bancos locales, se mantendrá hasta el próximo lunes.
El supervisor financiero del país subrayó que los depósitos bancarios están garantizados y explicó que la medida 'es un primer paso necesario para alcanzar los objetivos del Gobierno de garantizar la operación continua y ordenada de los bancos domésticos y la seguridad de los depósitos'.
El Banco Central islandés ha realizado varios intentos fallidos de apuntalar su divisa, y actualmente negocia con Rusia la concesión de un crédito de 4.000 millones de euros para estabilizar la debilitada moneda.