Sol Meliá pretende crecer sin recurrir al endeudamiento
En época de crisis, la cadena Sol Meliá dice que no paralizará su expansión. Seguirá abriendo hoteles en gestión y en alquiler, eso sí, sin endeudarse y sin acudir a financiación externa. Utilizará su capacidad de generar fondos propios. La cadena repliega sus inversiones anuales a 200 millones y pide ayuda a otros socios (empresarios y entidades) a la hora de arriesgar capital.
La cadena mallorquina Sol Meliá inauguró ayer en Barcelona su cuarto hotel de la marca ME, que ha necesitado 108 millones de inversión. La propiedad del establecimiento lo comparte al 40% con Caja del Mediterráneo (CAM) y el 20% restante se lo quedan Caja Duero y Sa Nostra. Este modelo de operación podría servir de ejemplo para futuros proyectos de la compañía Sol Meliá.
'No paralizaremos la expansión aunque haya crisis', dijo ayer el covicepresidente de la compañía, Gabriel Escarrer. Sin embargo, el directivo reconoció que la cadena no acudirá a financiación externa para crecer, sino que sólo invertirá capital en función del cash flow generado.
'Abriremos hoteles recurriendo únicamente a nuestros propios fondos, y lo haremos acompañados de otros socios', matizó. El respaldo puede venir de empresas o entidades bancarias interesadas en el segmento hotelero.
'Tenemos gran solvencia financiera para seguir abriendo hoteles, ya que contamos con una deuda de 900 millones de euros', añadió Escarrer. Esta cifra se mantendrá inalterable en los próximos tres años (no será reducida) por decisión estratégica de sus responsables.
Sol Meliá, que también se ha visto salpicada en sus resultados por el colapso de la economía mundial, rebajará la cifra de inversión dedicada a nuevos proyectos hoteleros hasta 200 millones de euros, frente a los 300 millones previstos en su plan estratégico anunciado en primavera.
Tanto Gabriel Escarrer como su hermano Sebastián no dudan del desafío que supone para el sector esta situación de incertidumbre.
'Queremos ser prudentes, aunque consideramos que Sol Meliá es lo suficientemente sólida para afrontarla. Hemos reducido el pasivo en 350 millones en los últimos tres años', señalaron.
Caída bursátil
La caída del consumo y la sobreoferta de habitaciones han hecho retroceder la demanda hotelera. Sol Meliá lo ha sufrido en sus propias carnes. Los resultados del primer semestre de la cadena reflejaron una caída del 41% hasta 36 millones de euros.
'Si bien en algunos destinos de América y Asia tuvimos buenos resultados, en España no fue bien', explicó el vicepresidente. En el parqué la evolución fue peor. Su valor bursátil ha caído un 50% en lo que va de año. Gabriel Escarrer apuntó que 'es el hecho de que sea una cadena relacionada con el sector inmobiliario lo que influye en este retroceso'.
Pese a todo, los Escarrer presumen de que 'Sol Meliá es una de las tres compañías hoteleras del mundo con la clasificación crediticia Baa3'. Y de que tienen previsto abrir el próximo año nuevos hoteles en régimen de alquiler y de gestión en destinos tan dispares como Viena, Tenerife, Roma o la isla de Creta.
La compañía apuesta por Cataluña
La primera hotelera española cuenta ya con 12 hoteles en Cataluña. Ayer Sebastián Escarrer, covicepresidente de Sol Meliá, dijo que esta comunidad, y especialmente Barcelona, es un destino que encaja con su estrategia de crecimiento. Ayer Sol inauguró con una fiesta el hotel ME de Barcelona, diseñado por el arquitecto francés Dominique Perrault. El hotel, que cambia el skyline de Barcelona con sus 29 plantas, alberga el famoso bar neoyorquino Angels & Kings y la cocina de los hermanos Torres.Este hotel es el segundo ME que abre la cadena en España. El primero fue en Madrid.