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Divisas

Una moneda demasiado cara para el sector exterior

Pese a su reciente descenso, los expertos consideran que la divisa europea aún es demasiado fuerte y sigue laminando la competitividad del negocio exportador

Petróleo más barato. Esa ha sido la repercusión más notoria de la pertenencia al euro para familias y empresas españolas. En efecto, la cotización del crudo Brent, el de referencia en Europa, ha subido un 300% en los últimos cinco años, pero medido en euros -las materias primas se negocian en dólares- el avance se queda en un 200%. La contrapartida viene en el sector exterior que se ve muy perjudicado al tener una moneda cara en un entorno extremadamente competitivo y de desaceleración global. Estos problemas se pueden solventar en una industria especializada en productos de alto valor añadido, pero no en una economía poco abierta al exterior y cuyo principal activo es el turismo de masas... Es el caso de España.

'La única ventaja del euro fuerte ha sido la factura energética', confirma Alejandro Cardenete, profesor de la escuela de negocios EOI. 'Para las familias, los efectos negativos son una inflación descontrolada y para nuestras empresas exportadoras, una auténtica ruina', expone el experto, que remacha: 'El tipo de cambio actual sigue siendo muy negativo'. Para Cardenete, la cotización ideal sería más próxima a la paridad exacta 1-1. Pero esa una previsión que no figura a corto plazo en ninguna casa de análisis.

El profesor de la escuela EOI advierte que esta situación deja a la economía española en una tesitura complicada. De hecho, la Comisión Europea pronostica recesión durante el semestre actual. La demanda agregada se compone básicamente de consumo, inversión, gasto público y sector exterior. En estos momentos, las tres primeras variables están flaqueando, al igual que el resto de la eurozona. El sector exterior, sin embargo, no tiene la fuerza suficiente para actuar de contrapeso. Apenas hay herramientas para estimular la competitividad en el corto plazo, porque éstas pasan básicamente por las tarifas a la exportación, el tipo de cambio, los contingentes o cuotas de productos y la exportación subvencionada o dumping, una práctica ilegal, según la Organización Mundial del Comercio. El resultado es que el déficit por cuenta corriente de España supera el 11% y es el más alto entre las economías desarrolladas.

El tipo de cambio se ha debilitado de 1,6 dólares en julio a 1,4 en la actualidad. Los expertos no prevén que el ajuste vaya a ir mucho más lejos. 'Creemos que a largo plazo la relación será de 1,2 dólares por euro, pero prevemos un entorno de 1,3 para los próximos 12 meses', explica Roddy Macpherson, de la gestora británica SWIP. 'En términos generales, la reciente debilidad del euro es un factor positivo para la economía', afirma Macpherson. 'El resultado de un euro más débil será unos precios a la importación más elevados, pero es poco probable que éstos sean traspasados a los consumidores, dado el entorno de debilidad económica generalizada', completa el estratega de SWIP.

Distintas velocidades

Uno de los problemas es que el euro ha armonizado la política monetaria en países que circulan a distinta velocidad. Así, las previsiones de crecimiento son positivas en el próximo trimestre para Alemania y Francia (0,2% y 0,1%), mientras que en España son negativas (-0,3%). 'No podemos devaluar competitivamente y por tanto no podemos contrarrestar la productividad de la industria alemana', explica Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School.

'Para las familias, la parte más importante de estar en el euro es que ha implicado tener un euríbor', como referencia para los préstamos. 'Ese euríbor está a expensas de Alemania y Francia, la gente se ha endeudado incluso a 40 años y ahora no se pueden bajar los tipos', completa Romera.

Euríbor es el acrónimo de euro interbank offered rate y es la tasa a la que se prestan dinero los bancos de la eurozona entre sí. El promedio se hace con los datos de 2.800 bancos de los 15 países de la eurozona. Este indicador ha pasado del 1,929% de mediados de 2003, en plena fiebre inmobiliaria, al 5,341%, con una clara repercusión en la renta disponible de las familias.

Pese a que el panorama es negativo, todavía hay margen de maniobra. Junto a medidas de competitividad que tendrán su repercusión a tres o cuatro años vista, la disciplina presupuestaria exigida por la integración monetaria, proporciona herramientas al Ejecutivo. 'La consolidación fiscal española permite ahora aplicar medidas fiscales estimuladoras anticíclicas', afirma Goldman Sachs. El euro, como cualquier moneda, tiene dos caras.

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