
En una conferencia en Fráncfort, Trichet hizo hincapié en que el principal mandato del BCE es anclar firmemente las expectativas de inflación. Trichet añadió que la entidad monetaria europea está decidida a "evitar que se repitan los errores de los de los setenta (fuerte aumento de la inflación) y que garantizará estabilidad de precios, lo que contribuirá al crecimiento económico y la creación de empleo".
En un acto organizado por el Centro de Estudios Financieros, Trichet enfatizó que el Consejo de Gobierno del BCE no está predeterminado y que hará lo que sea necesario para asegurar la estabilidad de precios. El BCE mantuvo ayer los tipos de interés en el 4,25% para los países que comparten el euro y revisó a la baja sus pronósticos de crecimiento y al alza las de inflación para 2008 y 2009.
Trichet restó importancia a los cambios que el Consejo de Gobierno decidió en el sistema de garantías que el BCE exige a los bancos comerciales para prestarles dinero. En este sentido, Trichet dijo que se trataba de una revisión que el BCE hace cada dos años, pese a que generó mucha expectación.
"Las turbulencias financieras que comenzaron el pasado verano y el incremento en los precios de las materias primas de los últimos años han creado un ambiente muy desafiante, en el que los bancos centrales tienen que afrontar las debilidades financieras y las presiones inflacionistas", apostilló Trichet. Añadió que una política monetaria orientada a la estabilidad de precios es beneficiosa en estos tiempos difíciles.
El BCE define la estabilidad de precios como una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2%. En el acto participaron, además de Trichet, varios miembros del Comité Ejecutivo del BCE y otros expertos financieros.