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Banda ancha

Telefónica tendrá la exclusiva del ADSL en los nuevos barrios

La CMT ha variado su postura sobre uno de los temas clave que enfrenta a Telefónica con sus rivales: el acceso a miles de clientes de nuevos barrios. La operadora ha desplegado una especie de red alternativa que mejora el servicio de estos usuarios, pero a la vez los pone fuera del alcance de otros. La CMT iba a exigir el fin de la exclusiva, pero ha rebajado la exigencia.

La palabra clave del conflicto cuya resolución está en manos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) es muxfin. Bajo esta denominación se esconde un nuevo desarrollo de la red que está llevando a cabo Telefónica y que permite acercar la central a los usuarios, lo que incrementa la calidad y la cantidad de servicios de banda ancha y ADSL que podrán recibir. Para hacerlo posible, la operadora establece nodos -los muxfin, también llamados armarios-, que conecta con fibra a la central. A partir de ellos salen los tradicionales pares de cobre, que es lo que llega al hogar del abonado.

Telefónica está usando esta fórmula sobre todo en los nuevos barrios que se están construyendo en la periferia de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, que suman cientos de miles de líneas y clientes potenciales. Y ahí está el problema que enfrenta al ex monopolio con el resto de sus rivales: sólo Telefónica tiene acceso a estos clientes; para el resto, quedan aislados.

La primera que dio la señal de alarma fue Orange, que terminó por presentar una denuncia ante la CMT. Pero también el regulador había dado sus propios pasos e inició hace más de un año un expediente para analizar la situación.

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Las 'telecos' alternativas aseguran que la iniciativa les impedirá dar servicio a esas zonas

El argumento de las operadoras alternativas de ADSL es que Telefónica utiliza estos nodos para confiscar los clientes e impedirles contratar con otro. Desde la central, Orange, Jazztel, Yacom o Tele2 podrían instalar sus equipos y darles acceso directo, con las famosas ofertas de 20 megas. Desde el muxfin, en cambio, no existe esa posibilidad: los usuarios quedan fuera de su alcance. Telefónica, en cambio, asegura en el expediente de la CMT que no está cortando el acceso a ningún usuario, puesto que las líneas que se tienden a estos clientes son nuevas y proceden de una infraestructura distinta a la red tradicional.

La CMT valoró los argumentos de todas las partes y en diciembre repartió entre los afectados un informe en trámite de audiencia para que hicieran sus alegaciones. En ese documento, según fuentes de los operadores alternativos, el regulador exigía a Telefónica dar acceso a los clientes que dependen de muxfin igual que si estuvieran en la central.

Las operadoras alternativas aplaudieron la propuesta y presentaron aleaciones. Telefónica se mostró en contra e hizo lo propio. Pero la CMT, en lugar de resolver sobre la base de estos comentarios, ha optado por volver a sacar a audiencia un nuevo informe, con variaciones sobre el anterior.

Fuentes cercanas a la comisión justifican esta postura por los cambios que ha habido en el sector desde diciembre. En enero, la CMT presentó las líneas maestras a adoptar para regular las nuevas redes de fibra y en mayo se aprobaron unas medidas cautelares sobre el mismo tema, lo que llevó al regulador a considerar el conflicto de los muxfin a la luz de estas nuevas infraestructuras y no como parte de las antiguas.

Lo más importante, sin embargo, es que el nuevo informe relaja las obligaciones a imponer a Telefónica. La CMT considera que el ex monopolio no puede aislar a los clientes y que debe dar acceso a sus rivales, pero con determinadas características. En primer lugar, el acceso es indirecto, es decir, no permite a sus rivales llegar directamente al bucle, como antes, sino que es una reventa de un servicio mayorista que da Telefónica. Además, sólo las operadoras que se comprometan a invertir en un despliegue similar al de Telefónica tendrán acceso a este servicio.

Ahora, los implicados tendrán que volver a alegar sobre esta propuesta y la CMT tomará la decisión final.

Un paso para mejorar la red de telecomunicaciones

La red que Telefónica está tendiendo en los nuevos barrios es un híbrido entre la tradicional y los nuevos despliegues de fibra óptica, que permitirán que lleguen a los hogares capacidades de internet de 100 megas y televisión de alta definición.Por eso, el conflicto está en dónde encuadrarlas. Los rivales de Telefónica la consideran red antigua y el ex monopolio, nueva. La CMT optó primero por estudiarlo al margen de la infraestructura de fibra, pero luego la sumó a ella.Fuentes cercanas a la comisión argumentan que su nueva propuesta no es negativa para los alternativos, porque permite replicar todas las ofertas que haga Telefónica desde los muxfin, incluso sin son a más velocidad que la actual propuesta de ADSL. Y niega que eso haya cambiado con respecto a la primera propuesta. Lo que ha añadido es la obligación de invertir para que puedan competir en redes en el futuro.Los rivales de Telefónica critican esta decisión y piden que se les deje dar servicio a todos los clientes e invertir según sus prioridades, no las de Telefónica.

La clave para el usuario: la elección de varias ofertas

El debate que se genera con la regulación de los muxfin es poco comparable con otros porque tiene un elemento diferenciador: los clientes sólo tienen acceso a ofertas a través de esa red o nodo. En casi cualquier otro lugar, los usuarios pueden elegir varias propuestas de ADSL o banda ancha desde la red tradicional. Ya sea con acceso indirecto como desde la central, los operadores alternativos a Telefónica llegan hasta los abonados y pueden plantear ofertas sin ningún requisito previo. Si son operadores con menos vocación inversora, se limitan a revender la oferta mayorista de Telefónica; si quieren ir más allá, instalan sus equipos en las centrales y dan ofertas combinadas, con voz, banda ancha a alta velocidad y televisión.Con el despliegue de la nueva red de fibra de Telefónica, la CMT plantea restringir el acceso de los rivales. Sólo podrán tener una oferta mayorista de Telefónica que revender quienes están dispuestos a invertir. Es decir, los operadores pueden seguir dando las tradicionales ofertas de 20 megas más teléfono a esos clientes, pero si desean seguir a Telefónica y dar propuestas más veloces como las que permite la fibra, tienen que comprometerse a invertir.Si la CMT confirma el informe que ha mandado a los operadores, ésta será la opción que se establezca también para los muxfin. Pero los operadores alternativos ponen sobre la mesa una cuestión: los clientes de estas zonas son diferentes a los que tendrán fibra porque no tienen posibilidad de elegir. Estas áreas no disponen de acceso a la red tradicional, así que su única oferta ahora es la de Telefónica.FALTA DE INVERSIâNTelefónica prefirió ayer no manifestarse sobre la polémica, pero el argumento que ha manejado en el pasado es que son los operadores alternativos los que les dan la exclusividad de ciertas zonas al negarse a invertir y hacer una red similar a la suya.

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