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Parón económico

El Congreso recela del plan de Zapatero contra la crisis

El Congreso levantó ayer acta de la crisis económica en una sesión plenaria en la que José Luis Rodríguez Zapatero se esforzó en transmitir confianza en las posibilidades de España de superar las dificultades, y la oposición en bloque le respondió con severas críticas a las medidas aprobadas para lograr este objetivo. En el debate quedó claro que ningún grupo ajeno al PSOE está dispuesto a compartir el desgaste derivado de lo que Zapatero definió como una 'situación difícil, seria y complicada'.

Hace unos días, los empresarios y los representantes sindicales que acudieron al Consejo Económico y Social a escuchar su plan anticrisis le dispensaron mucho mejor trato del que ayer José Luis Rodríguez Zapatero recibió en el Congreso. Ningún grupo de oposición avaló las medidas contenidas en dicho plan, a pesar de que el presidente informó de que, gracias a ellas, el Gobierno movilizará en los dos próximos años 65.000 millones de euros para afrontar la desaceleración. Todos echaron en falta mayor coraje en la política fiscal y en las iniciativas para combatir la inflación. El presidente recibió también dos avisos que deberían disparar algunas alarmas en el Gobierno. El primero, de Izquierda Unida: 'Prometo movilizaciones sociales modestas, pero decididas', advirtió Gaspar Llamazares. El segundo, de CiU: 'No olvide que en esta Cámara no tiene mayoría', le recordó Josep Antoni Durán i Lleida, con los Presupuestos estatales de 2008 en capilla.

Antes de que todos los grupos de oposición le afearan la tardanza con la que ha reconocido la gravedad de la crisis, Zapatero realizó un somero balance del deterioro sufrido por los principales indicadores, al tiempo que expresó su convicción de que las fortalezas de la economía española, entre las que acentuó la solvencia del sistema financiero, ayudarán a la superación de la coyuntura.

En su opinión, la minoración del superávit 'es lógico que se produzca y no nos debe llevar al dramatismo'. En el lado positivo de la balanza colocó el crecimiento de la inversión directa en España, el aumento del turismo, el buen comportamiento de las exportaciones y de la inversión en bienes de equipo. Este diagnóstico de la realidad le pareció al líder del PP, Mariano Rajoy, 'una broma' y al portavoz de CiU el reconocimiento de que la política económica 'necesita cambios profundos' y 'liderazgo político'. El primero exhibió en la tribuna de oradores las iniciativas que ha registrado el PP en el Congreso en las últimas semanas y que se resumen en una rebaja del impuesto sobre sociedades hasta el 20% para las pequeñas y medianas empresas (pymes), en una limitación del gasto público al 2% en los Presupuestos del año que viene y en un aumento de las ayudas para reactivar el sector de la construcción. Rajoy tendió también la mano a Zapatero para aprobar la transposición de la directiva sobre servicios y para elaborar un plan de competitividad que abarcaría la política de I+D+i y las inversiones en infraestructuras.

Durán i Lleida pidió a Zapatero que el Tesoro aumente las emisiones de deuda pública para reforzar la liquidez de los mercados, potencie la inversión pública en infraestructuras, rebaje el tipo general del impuesto sobre sociedades al 25% y al 20% para las pymes, respalde de forma más decidida la internacionalización de las empresas y elimine el plazo que vence en 2011 para aplicar los incentivos fiscales al I+D+i. Zapatero se mostró abierto a considerar todas estas iniciativas.

El PNV exige que se cumpla el Estatuto de Guernica

El portavoz de Economía del PNV, Pedro Azpiazu, consideró ayer insuficientes las medidas anunciadas por el Gobierno para combatir la crisis y aprovechó el debate para exigir a José Luis Rodríguez Zapatero que transfiera al País Vasco la treintena de competencias previstas en el Estatuto de Guernica que todavía no gestiona el Ejecutivo de Ajuria Enea. El presidente del Gobierno le respondió que 'tomará en consideración' la propuestas del PNV. 'Sabe que soy un defensor del Estatuto de Guernica y que estoy en contra de abandonarlo', señaló Zapatero, al tiempo que recordó la deriva 'equivocada' que, en su opinión, ha tomado el lendakari Juan José Ibarretxe.

CiU reclama una política energética clara

Los nacionalistas catalanes reclamaron ayer al presidente del Gobierno que defina cuanto antes una política energética clara orientada a mejorar la competitividad. ¿Es consciente de que la política energética es, posiblemente, nuestro flanco más débil en nuestro actual modelo productivo?, le preguntó Josep Antoni Durán i Lleida a José Luis Rodríguez Zapatero.Desde otros grupos, incluido el Mixto, se reprochó al presidente que las medidas aprobadas recientemente en Consejo de Ministros no sirvan para disminuir la dependencia energética de España ni para superar las debilidades estructurales que aquejan a su economía.

Impotencia ante la escalada del precio del petróleo

El jefe del Ejecutivo insistió ayer en su firme negativa a adoptar 'medidas intervencionistas o de subvención' para mitigar el encarecimiento del petróleo, porque, en su opinión, se crearía una situación 'falsa' y una carga financiera 'inasumible' para las próximas generaciones.El presidente reconoció que el desboque del precio del petróleo agrava la desaceleración económica y dispara la inflación, aspectos que, defendió, 'no tienen nada que ver con la política económica del Gobierno'.Zapatero culpó a la subida del crudo de los errores cometidos por el Gobierno y algunos organismos internacionales en sus previsiones económicas.

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