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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Las familias recortan gastos...

Las familias españolas han recortado su consumo de forma brusca. Según la Contabilidad Nacional, el gasto final de los hogares creció en el primer trimestre sólo el 1,8%, el menor ritmo de 12 años. Era una caída anunciada por indicadores adelantados como la bajada en la venta de automóviles -y otros bienes duraderos-, la profunda reducción de las ventas minoristas y de grandes superficies, la cifra de negocios de bienes de consumo y, por encima de todo, el fuerte aumento del paro.

Este menor consumo interno explica el descenso de ocho décimas en el crecimiento del PIB en términos interanuales. Sin embargo, es más preocupante si se analizan los datos trimestrales, ya que baja del 0,8% del cuarto trimestre de 2007 al raquítico 0,3% entre enero y marzo. Si se anualiza, el PIB estaría en estos momentos en el 1,2%, casi un tercio del crecimiento de finales de 2007. Esta fuerte caída estaría más acorde con la destrucción de empleo recogida por la EPA.

Pero las familias no son las únicas actoras de este descenso de la actividad. Tampoco se han comportado con alegría las empresas, y aunque la inversión sigue creciendo, al 3%, es la mitad de hace un año y el retroceso es generalizado en todos sus componentes. Los bienes de equipo sostienen aún la inversión, pero a un nivel muy inferior que en los trimestres anteriores. Como era de esperar, es la construcción, especialmente la residencial, la que se lleva la peor parte. De hecho, es el primer trimestre en 6 años que la inversión en vivienda desciende -dos décimas-, lo que supone recorte en la actividad inmobiliaria. Y en el sector calculan que aún no se ha tocado fondo, pues al terminarse las promociones en curso será difícil que se inicien nuevas.

El empuje de la obra pública, uno de los puntos del plan del choque contra la desaceleración, ya se nota en el PIB, aunque no suficientemente como para frenar la caída de la construcción. La otra medida, la ayuda fiscal de los 400 euros que se cobrará en junio, tiene que demostrar su eficacia. Tal vez anime más al consumo la devolución de la renta que muchos contribuyentes percibirán las próximas semanas.

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