Una juez de Cádiz ordena el apresamiento de dos barcos del cazatesoros Odyssey
Una juez de Cádiz ha dictado una orden de apresamiento contra dos de los barcos de la empresa Odyssey que han trabajado en la extracción de un tesoro, valorado en unos 500 millones de dólares e integrado por monedas de los tiempos de Carlos III para proceder a su registro.
La Guardia Civil espera la salida del puerto de Gibraltar de los barcos Odyssey Explorer y el Ocean Alert. Una juez de Cádiz ha ordenado el apresamiento de las dos embarcaciones que trabajan en la extracción de tesoros hundidos para someterlas a un registro.
Pero la Benemérita deberá esperar a los dos barcos de la empresa Odyssey abandonen el puerto de Gibraltar en el que ayer se encontraban atracados, ya que las patrulleras españolas no tienen jurisdicción para entrar en esas aguas ni para apresarlos en aguas internacionales, por lo que está previsto que las patrulleras se aposten frente a la bocana del puerto gibraltareño para interceptar a las embarcaciones en el momento en que decidan abandonarlo.
En estos momentos el Gobierno investiga si la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration ha cometido delitos de expolio y contrabando sobre un barco hundido con pabellón español, del que han extraído un tesoro valorado en unos 500 millones de dólares.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha criticado en numerosas ocasiones durante los últimos días la falta de transparencia con la que está actuando esta empresa que se dedica a la búsqueda de tesoros y ha afirmado en el Congreso de los Diputados que cualquier actuación del Odissey en el subsuelo marino español ha sido ilegal.
De momento, el Ministerio de Cultura ha interpuesto una Civil Action o medidas cautelares sobre los hallazgos del Odyssey para dejar claro que todo lo encontrado fuera o dentro de las aguas jurisdiccionales españolas es de propiedad española.
En el caso de que el tesoro recuperado por la compañía estadounidense se encontrara a menos de 24 millas, España podría acusar a la empresa de haberse llevado un patrimonio histórico de sus aguas. Pero si se hubiera realizado fuera de las aguas territoriales españolas, sería necesario probar que el barco hundido del que procede el tesoro tenía bandera española. En ese caso Odyssey podría reclamar ante los tribunales parte del tesoro recuperado.
De momento, el Gobierno español ya ha reclamado ante un tribunal de Florida los derechos sobre los hallazgos en el caso en que finalmente se determine que son propiedad española.
James Goold, el abogado que representa al Gobierno en el litigio con Odyssey por los hallazgos encontrados en el fondo marino, ha asegurado que esperan emprender próximamente procedimientos legales 'muy activos' para encauzar el caso. Además, el Ejecutivo ha requerido a Odyssey que informe sobre la situación en que se encuentra el pecio del que fue sustraído el tesoro de 17 toneladas de oro y plata trasladado a EE UU y que identifique el barco, al que la firma ha bautizado como Cisne Negro.