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El Banco de España confía en la salud del sector inmobiliario

El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, descartó ayer que la crisis desatada en el mercado inmobiliario de EE UU pueda tener continuidad en España. Alan Greenspan, por otra parte, alertó del riesgo de que la morosidad de las hipotecas afecte a otros sectores de actividad americana.

El Banco de España confía en la salud del sector inmobiliario
El Banco de España confía en la salud del sector inmobiliarioPABLO MORENO

Malo de Molina aseguró que 'las circunstancias de los mercados inmobiliarios locales son independientes unas de otras', por lo que, instó a 'no tratar de extrapolar lo que está pasando en el mercado inmobiliario de EE UU a lo que pueda pasar en España'.

Así, apuntó que 'EE UU está en una fase cíclica muy diferente a la de España', como demuestra que los precios de la vivienda caen a una tasa del 3% en EE UU, mientras que en España crecen a tasas 'significativas' del 9,1%. Además, precisó que el mercado estadounidense es más 'flexible', de forma que los cambios en la oferta y la demanda se trasladan 'muy rápidamente' a la actividad de la construcción. Por el contrario, en España estos procesos 'son mucho más suaves e inerciales'.

En este sentido, explicó la inquietud de los mercados financieros internacionales ante la reciente evolución del mercado inmobiliario estadounidense por 'una reevaluación del riesgo' de cualquier acontecimiento internacional que era 'necesaria', y que hasta ahora era 'benigna'.

En este sentido, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan alertó de que el aumento de la morosidad en las hipotecas de riesgo podría afectar a otros sectores de la economía estadounidense. 'Si los precios (de las viviendas) caen, tendremos problemas en el sentido de que haya un contagio a otras áreas', dijo.

Malo de Molina declaró respecto a la situación del mercado inmobiliario español, que los precios de las casas aún no han recogido la desaceleración del mercado inmobiliario. En este sentido, afirmó que España está 'en una incipiente desaceleración', por lo que vaticinó 'un escenario de ajuste hacia ritmos de expansión elevados, pero más moderados que los actuales', que, por otro lado, no generará 'perturbaciones' sobre la economía española ni sobre el sector financiero.

Moderación progresiva

En la misma línea, indicó que 'la demanda de viviendas se moderará progresivamente', pese a que 'aún no hay signos claros de desaceleración en la actividad constructiva'. Precisó que frente al 'fuerte endeudamiento de los hogares', las familias han incrementado 'enormemente' el valor de su riqueza (que actualmente es más de seis veces el PIB), lo que supone una 'situación patrimonial sólida, que servirá de colchón para que un ajuste en el sector inmobiliario se pueda hacer de forma ordenada y suave'.

'En el medio plazo, la trayectoria previsible de los créditos deberá traducirse en una progresiva desaceleración', añadió. También, aseguró que el creciente endeudamiento 'no ha debilitado la posición financiera de los hogares, aunque sí ha elevado su exposición a posibles perturbaciones'. En cuanto a la tendencia de las familias a contratar créditos con garantía hipotecaria para adquirir productos de consumo con el fin de alargar los plazos de amortización y abaratar las cuotas, Malo de Molina advirtió que 'hay un coste que en un futuro tendrán que pagar'.

El PIB se acelera el primer trimestre

El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, aseguró ayer que 'las últimas informaciones' con las que cuenta el organismo 'apuntan hacia una ligera aceleración del crecimiento de la economía' en el primer trimestre de este año, en línea con el comportamiento demostrado en el último de trimestre de 2006, cuando creció un 4%. 'Lejos de perder intensidad o mostrar agotamiento', afirmó, 'los datos de enero de empleo, de indicadores de confianza, de producción industrial o ventas al por menor continúan esa tendencia', por lo que 'el año ha empezado como terminó el anterior'. El responsable del servicio de estudios del Banco de España precisó, no obstante, que esta tendencia de expansión demostrada será 'más moderada más adelante', una evolución ya apuntada por el Gobierno, que espera un crecimiento del 3,4% para el conjunto del año, cinco décimas menor del registrado en 2006 (3,9%).

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