'Me duele poner precio a nuestro ron cubano'
El responsable de proteger y desarrollar la cultura del ron cubano está en España. Su obra cumbre, el Havana Club Máximo, espirituoso que se vende a 1.000 euros por botella, tiene en España su primer mercado.
Fue profesor de química en La Habana hasta que se convirtió a la liturgia del ron, 36 años atrás. Ha transitado desde el apego a lo racional hasta el dominio de los sentidos, conducido por un arte, 'casi oscurantista', que le tendrá elaborando rones añejos y custodiando barriles centenarios hasta el último de sus días. José Navarro, maestro ronero de 64 años, visita Madrid y París para promocionar Máximo. Para él, esencia de Cuba; para el mercado, un lujo que se paga a 1.000 euros por botella.
¿Se considera un embajador de Cuba?
No tengo la capacidad para ser embajador ni las palabras necesarias para expresar la grandeza de lo que traigo. Pero estoy convencido del amor a Cuba expresado en el ron y, en cierta medida, me siento embajador de la cultura de mi país.
De hecho, su empresa es uno de los escasos exponentes de la apertura de Cuba al exterior.
Havana Club es el sabor y el aroma de Cuba en más de 120 países. Cuando uno habla de esta marca se refiere a una tradición y a la búsqueda de una obra excelente.
¿Qué implica su título de maestro ronero?
La superación del egoísmo a través de la entrega de una herencia de hombre a hombre. Recibí lo que otro hizo y yo haré la misma donación, el día de mañana, a otro maestro. Te conviertes en recipiente del espíritu de un país, para lo que son necesarias manos y corazón limpios.
Habla de un trabajo cercano a lo espiritual
Créame que poner las manos en un barril de Máximo extra añejo Havana Club encierra mucha mística. Se trata de una pieza histórica, casi religiosa, a base de rones elaborados por los maestros de hace un siglo. Es como si la obra de ellos permaneciera viva... Como si resucitaran en cada barril.
¿Conoció a alguno de esos primeros maestros?
Recuerdo a uno que murió en la fábrica y a otro que falleció a la salida.
¿Sueña con ese final?
He pensado mucho en ello y deseo ardientemente, de acuerdo con mi familia, que pueda fallecer abrazado a la cultura ronera. Es parte de mi fe, de mi estructura de valores. Le aseguro que vivo en comunión con esos caldos y con esos maestros que perviven en el ron.
¿Qué condiciones requiere su labor?
Al principio había mucho de intuición, alquimia, un poco de misterio y, por qué no, algo de oscurantismo. Pero por encima de todas estas cosas siempre hubo amor. Yo vengo de ocho años de ejercicio como profesor de una Ingeniería Química. Entré en Havana Club y comencé a trabajar en el ron, hace 36 años, en busca de una explicación científico-técnica a cada uno de los pasos de elaboración. A medida que iba adentrándome fui descubriendo los valores éticos.
¿Dónde se produce el mejor ron del mundo?
En Cuba elaboramos el mejor ron ligero del mundo. Doy garantía total. Somos de los pocos que hacemos el ron a base del aguardiente de la caña de azúcar, único responsable del aroma y sabor.
Una botella de Máximo cuesta 1.000 euros, ¿le apena que este tesoro sea inalcanzable en su país?
A mi me alegra que Máximo salga a reivindicar la cuna del ron y nuestra cultura. Lo que me duele, aunque sé que es necesario, es ponerle precio. Me cuesta asociar euros con esta cultura.
Cambios políticos en Cuba
Interrumpe ...¡En nada pueden afectar a la tradición ronera!, como no afectó la revolución ni ninguna empresa privada. En los momentos económicos más delicados de mi país se ha dicho que nuestra economía precisaba multiplicar por tres la producción. Pero no, la historia del ron y sus reservas son intocables.