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Guía para el inversor

Los cambios demográficos cotizan en las carteras de inversión

El envejecimiento de la población lastra las cuentas públicas, pero favorece a negocios que cotizan

En España viven hoy 7,1 millones de personas mayores de 65 años (el 17% de la población). En 2060 este grupo estará compuesto por 15 millones de individuos, el 30% del total, según las proyecciones del INE. Esta cifras constituyen un argumento irrebatible de la creciente influencia de los cambios demográficos, principalmente los que tienen que ver con el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida, en la evolución de los mercados.

Por este motivo, los expertos aconsejan prestar cada vez más atención a la demografía a la hora de confeccionar estrategias de inversión. Es cierto que es un criterio a largo plazo, que nunca una cartera debe basarse únicamente en este aspecto y que deben tenerse en cuenta otros factores a la hora de elegir los activos donde invertir, tales como su valoración y las previsiones de crecimiento. Sin embargo, la demografía cuenta con un valor añadido del que ninguna otra variable económica puede alardear: su predictibilidad. Cuánto crecerá la economía mundial en los próximos años o en qué nivel se situarán los tipos de interés en el área euro son variables que dependen de múltiples factores. Pero, si hoy ya se sabe cuántas personas tienen 40 años se puede determinar con escaso margen de error cuántos habitantes se habrán jubilado en un cuarto de siglo, con los cambios en los hábitos de consumo que ello comporta.

Conviene no caer en el error de que el impacto de los cambios demográficos en los mercados está aún por venir. Ya se dio en el pasado y se está viendo en el presente. 'La incertidumbre sobre la sostenibilidad del sistema europeo de pensiones hace que los particulares se planteen una complementariedad en sus ingresos mediante estrategias de inversión con un horizonte a largo plazo', explica Isabel Giménez, directora de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros.

Los expertos creen, por lo tanto, que en la actual bonanza al unísono de todos los mercados (acciones, bonos e inmuebles) ha contribuido, además de la abundante liquidez, la aportación, bien a través de compras directas, bien a través de ingresos en planes de pensiones, de los mayores de 45 años. Es uno de los grupos de edad más numeroso en los países occidentales. Se encuentra en la cumbre de su carrera profesional y de ingresos, y ahorra para la jubilación.

El envejecimiento de la población tiene, sobre todo, un claro reflejo en el precio de los activos de renta fija. Los expertos consideran que con la edad los ahorradores se vuelven más conservadores en sus inversiones, lo que se traduce en una presión a la baja para los tipos de interés. Esta situación podría servir para desentrañar en parte ese famoso 'enigma' que denunció Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de EE UU, al tratar de explicar el aplanamiento de la curva de tipos.

'El perfil de riesgo de las personas disminuye conforme se aproximan a la jubilación. Es decir, ven más cerca la necesidad de hacer uso de sus ahorros y no quieren arriesgarlos. Renuncian a mayores beneficios para ganar en seguridad', comentan fuentes del servicio de estudios del Banco del Santander.

Valores 'rejuvenecidos' por la demografía

Desde organismos públicos como la Reserva Federal (en la reunión anual que celebró en el verano de 2004), pasando por el Banco de España (en sus boletines económicos), hasta los departamentos de análisis de grandes bancos de inversión como Goldman Sachs, se está prestando cada vez mayor atención a las tendencias de la población. Incluso ya existe un fondo especializado en criterios demográficos. Se llama CI Global Boomernomics Sector fund, de la firma canadiense CI Funds. El gestor de este fondo es el jefe de inversiones de Trilogy Advisors, William Sterling, de 50 años, considerado como el auténtico gurú mundial en esta clase de inversiones.

'Nuestra filosofía se basa en invertir en aquellas compañías que se beneficiarán de los hábitos de consumo de una sociedad cada vez más envejecida y donde se viven más años', señala Sterling a Cinco Días en una entrevista telefónica desde la sede de Trilogy Advisors en Nueva York. El fondo de Sterling gestiona 814 millones de dólares y desde 1998, año de su lanzamiento, ha obtenido una rentabilidad anualizada del 6% frente al 1% del índice mundial de Morgan Stanley.

Tras la II Guerra Mundial, especialmente en los países anglosajones, se produjo un auténtico boom demográfico que abarcó desde 1946 hasta 1964. Esto quiere decir que a partir de 2011 la primera oleada de baby boomers alcanzará los 65 años y empezará a jubilarse en masa. 'Hace tres décadas este grupo estaba en pleno apogeo laboral. Fue la época en la que se lanzaron a comprar casas, coches y otros bienes propios de los treintañeros, lo que provocó una burbuja inmobiliaria que duró hasta la década de los ochenta en EE UU, y un repunte inflacionista. Hoy en día, sus necesidades y sus preferencias han cambiado y serán otros sectores los que se beneficien de sus demandas', explica Sterling, doctor en Economía por Harvard.

¿Qué sectores se verán más beneficiados de la jubilación de los baby boomers? Sterling señala que, al llegar a los 65 años, la mayor parte de la gente tiene su casa pagada. 'Por lo tanto, disponen de mayores recursos para gastar en consumo discrecional como ocio, viajes, cuidado personal o medios de comunicación', apunta. El sector de salud, por razones obvias, será otro segmento beneficiado. 'Sin embargo, dentro de este sector preferimos aquellas compañías relacionadas con el material médico antes que las farmacéuticas, porque éstas se encuentran muy expuestas a decisiones políticas', añade.

Las compañías de servicios financieros también saldrán ganando. 'Si se observa la distribución de activos por edades, la mayor parte éstas en posesión de personas mayores de 45 años', argumenta. Por último, un sector que también gusta a Sterling, aunque sea de forma indirecta, es el de tecnología. 'Las sociedades occidentales se enfrentarán a una sensible disminución de la fuerza laboral. Por lo tanto, se tenderá a sustituir el caro capital humano por el capital tecnológico, que es más barato', explica.

Si a la selección sectorial realizada por Sterling se le aplican los datos de consenso de mercado recopilados por JCF Group acerca de los valores más recomendados en cada sector por los analistas en Europa, se puede confeccionar una lista con ideas de inversión para ganar en Bolsa en una sociedad envejecida.

Dentro del sector de medios, se encuentran valores como los franceses Publicis y Vivendi o los británicos Informa y Wpp Group. En el negocio de salud, entre las compañías favoritas de los expertos estarían Phonak, que fabrica dispositivos para sordos, la farmacéutica Roche o la empresa alemana Fresinus, especialista en equipos médicos. Otra opción muy recomendada es la británica Cartival, que organiza cruceros, la aerolínea de vuelos baratos Ryannair o la cadena hotelera francesa Accor. En el negocio de servicios financieros, los expertos se inclinan por compañías como Intermediate C. Group, la Bolsa de Londres o el grupo de capital riesgo 3i. Por último, en el negocio de cuidado personal y productos para el hogar, los mayores consejos de compra se dan en la británica Reckitt Beckiser o en la holandesa Philips. Esta última también fabrica dispositivos médicos.

Otros expertos creen, sin embargo, que el abanico de valores que se beneficiarán de una sociedad de mayor edad es aún más grande. Isabel Giménez, por ejemplo, incluye a aquellos sectores de menor riesgo y de mayor estabilidad en su remuneración al accionista como 'banca, eléctricas y autopistas'.

Además del efecto directo en los mercados del envejecimiento de la sociedad, existe un impacto en la sombra: el segmento de población de mayor edad es cada vez un grupo electoral más poderoso, un lobby que puede condicionar las políticas de los gobiernos en determinados aspectos. 'Su presión puede influir en la presión fiscal y en los servicios públicos, pero no creo que condicione la política monetaria', indica Henrik Lumboldt, estratega jefe de Inversis. Por su parte, Sterling va más allá: 'Los baby boomers tendrán especial interés en que el Gobierno mantenga baja la inflación para proteger el valor de sus activos. Y querrán que los políticos contengan el gasto público y recorten los impuestos'.

En este contexto, los planes de pensiones son los grandes beneficiados del envejecimiento de la población. Sin embargo, muchos de estos fondos han afrontado en los últimos años grandes déficit, principalmente por la caída en el precio de los activos tras la burbuja tecnológica, el bajo entorno de tipos de interés y la caída de las aportaciones. La situación ha llevado a la propia industria y a los legisladores a poner en práctica algunos cambios para subsanar los desfases entre pasivos y activos, protegiendo con ello al partícipe.

Entre los cambios introducidos destaca la obligación para los gestores de tener carteras con duraciones más largas, un requisito que ha provocado el renacer de emisiones de deuda a 30 y 50 años. Goldman Sachs calcula que los fondos de pensiones demandarán en el futuro 2 billones de dólares en renta fija (el 12% de los activos totales de esta mercado actualmente). En un informe reciente, este banco propone retrasar en cinco años la edad de jubilación para paliar los efectos nocivos de una sociedad envejecida. 'Hacer de los 60 años los nuevos 55'. En su opinión, esta medida incrementaría en 0,6 puntos porcentuales el crecimiento económico en Europa en los próximos 20 años.

Atentos a

La primera generación de baby boomers, grupo de personas nacidas entre 1946 y 1964, alcanzará en 2011 los 65 años. La jubilación de este numeroso colectivo en EE UU, disparará el consumo en ocio, viajes, salud, servicios financieros, medios y tecnología.

Los inmigrantes abren nuevos nichos de mercado

Además del envejecimiento, otro de los cambios demográficos más acusados que viven los países occidentales son los flujos migratorios. En el caso de España, este fenómeno es bastante palpable, ya que en pocas décadas se ha convertido en un país receptor de inmigrantes.En 1981 el número de extranjeros residentes era de 198.042, según los datos de la Secretaría de Estado de Inmigración. En diciembre de 2003, la cifra había ascendido a 1,6 millones. Este dato, no refleja, sin embargo, el incremento del número de inmigrantes que ha aflorado el proceso de normalización de trabajadores extranjeros llevado a cabo en 2005.Desde el servicio de estudios del Banco Santander consideran que los inmigrantes tienen un efecto 'bastante positivo' en la economía y en las empresas españolas, cotizadas o no, porque ha ampliado la gama de productos. 'Los inmigrantes tienen unas necesidades diferentes y han revitalizado, por ejemplo, el sector de coches de segunda mano y los alquileres de viviendas. Además, beneficia al negocio de las telecomunicaciones y al financiero', señalan desde el banco.Isabel Gimenez, directora de la Fundación de Estudios Bursátiles cree que el tirón de los inmigrantes beneficia a sectores como el inmobiliario, banca y seguros. 'Los créditos al consumo y los hipotecarios ya se han visto beneficiados'.Henrik Lumboldt, estratega jefe de Inveris, cree que el verdadero impacto se verá a medio plazo 'ya que su poder adquisitivo ahora es escaso'. Eso sí, reconoce que su presencia 'alivia las cargas de la seguridad social que provoca el envejecimiento de la población'.

Wall Street ya cotiza el ascenso del poder hispano

La cada vez más cercana jubilación de los baby boomers no es la única tendencia demográfica con repercusiones en los mercados de EE UU. De cerca le sigue el imparable ascenso de las personas de origen hispano, que alcanzan los 41 millones, el 14% de la población estadounidense, según el US Census Bureau.Los expertos de Goldman Sachs señalan en un reciente informe que el número de latinos seguirá creciendo a un ritmo tres veces superior a la media en EE UU, con sus consiguientes repercusiones económicas. El banco de inversión basa esta previsión en tres razones. En primer lugar, la llegada de hispanos a EE UU supera los 700.000 por año. Además, su tasa de natalidad (2,9 niños por mujer) supera claramente a la de los blancos no hispanos (1,8 niños). Por último, la población latina es mucho más joven (25,9 años de media) que el resto (35,3 años).'La población latina tendrá cada vez un mayor impacto en los mercados financieros, con implicaciones en los beneficios corporativos y en las valoraciones de las compañías', señalan desde Goldman Sachs. 'Sus niveles de renta son de los más bajos pero tenderán a converger con el resto. Además, cuando esto suceda gastarán más en salud, seguros y viviendas', añaden.Los beneficiados de la 'hispanización de EE UU' serán las compañías expuestas a los Estados donde este grupo está más presente (California, Texas y Florida), las empresas que abastecen su consumo actual, y aquellas que recibirán las demandas cuando sus ingresos aumenten. Goldman Sachs ha creado dos índices, uno bancario y otro de empresas no financieras, donde reúne a aquellas compañías que se beneficiaran del latin power. Incluye bancos como City National, BankAtlantic y empresas como SBC Communications y Texas Industries.

China e India, dos potencias en expansión

El planeta Tierra está habitado por 6.500 millones de personas, según el último informe de la United Nations Population Division (UNPD), organismo dependiente de Naciones Unidas. De esta cantidad, el 37,2% se concentra en tan sólo dos países. En China viven 1.315 millones de personas y en la India 1.103 millones.La cifra, por sí sola, pone en evidencia, según los expertos, el enorme potencial de ambos mercados. En un doble sentido. Sus economías, y con ello las Bolsas de estos países, se beneficiarán del outsourcing de las compañías occidentales que se empiezan a instalar allí por los menores costes. Asimismo éstas verán incrementar sus exportaciones en la medida que los citados gigantes demográficos vayan desarrollando sus economías y abriéndose al sistema capitalista.'El hecho de que sean potencias demográficas supone un gran atractivo como mercado de destino para las exportaciones de cualquier país, al ser mercados en crecimiento. Ahora bien, sus barreras formales e informales hacen que se dificulten las relaciones comerciales si no se conocen los requisitos necesarios', según Isabel Giménez, directora de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros.China es líder en la parte manufacturea y textil, aunque ha avanzado también en la cadena de valor y es además una gran productora de bienes con alto valor añadido. 'Su asignatura pendiente es el sector financiero, con la Bolsa de Pekín todavía muy rudimentaria y cerrada a la inversión extranjera, y la mayoría de las entidades con el 50% de su cartera de créditos morosos', asegura Giménez. La India, por su parte, es una potencia en telecomunicaciones e informática.Sin embargo, ni China ni la India se escapan del proceso del envejecimiento de la población, en la primera motivado por la política oficial de un hijo por familia. 'Esta situación, en el caso de ambos países, será más traumática que en los países occidentales, puesto que llegarán a ella sin alcanzar el desarrollo pleno', advierten desde Goldman Sachs.

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