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Textil

La moda española opta por auditar sus talleres externos

Gap, la cadena de ropa estadounidense dueña además de Banana Republic y Old Navy, ha decidido cortar sus relaciones comerciales con 136 fábricas asiáticas, después de investigar las condiciones de trabajo de sus 3.000 talleres externalizados en 50 países distintos. La decisión se anunció con la publicación de su primer informe de responsabilidad social corporativa (RSC).

Esta noticia vuelve a sacar a la palestra las injusticias que se esconden detrás de un pantalón de última moda cosido por un niño o que obliga a jornadas de 18 horas diarias sin que los empleados tengan opción de negarse a realizar las horas extras.

Las compañías españolas de moda saben que no pueden cerrar los ojos ante las situaciones que se viven en todos los eslabones de su cadena de producción, aunque estén en manos de terceras partes, y han empezado en menor o mayor grado a desarrollar políticas de responsabilidad social corporativa.

Mango tiene personal desplazado para realizar un seguimiento in situ de los proveedores

En este despertar de la consciencia social de las marcas de moda han tenido mucho que ver las ONG y sus denuncias. Nadie quiere verse envuelto en campañas como la de Ropa Limpia de Setem, realizada en 2001, en la que se denunciaba la situación de ilegalidad en la que operaban algunos talleres de Tánger que trabajaban para Zara, Mango, El Corte Inglés, Mayoral, Visto Bueno (Eroski) y Princesa. Desde entonces, la situación ha cambiado y la mayoría de las empresas han creado códigos de conducta para sus proveedores y se concentran en auditar externamente a sus proveedores.

En Mango creen que el secreto está en la forma de entender la producción que va a definir la relación con sus proveedores. 'Nosotros establecemos relaciones a largo plazo pues encargamos tiradas largas y de una sola de calidad', asegura Xavier Carbonell, director de RSC de Mango. La marca catalana tiene equipos desplazados en los propios mercados para realizar un seguimiento in situ de sus proveedores, y además, desde el año pasado cuenta con auditorías externas en sus fábricas de China, que piensa extender a otros países.

Cortefiel sigue una política parecida. La compañía fabrica ella misma en Marruecos y Hungría, pero para sus productores asiáticos ha creado una central de compras de Hong Kong cuya principal tarea es vigilar quiénes son realmente sus proveedores. 'No usamos brokers. Esto es fundamental pues los intermediarios pueden quitarte visibilidad para conocer la infraestructura', dice Ignacio Sierra, director de Mercado de Capital de Cortefiel.

Pese a estos esfuerzos, aún no hay ningún ejecutivo que se atreva a decir sin dudar que en todos sus talleres se están respetando sus códigos de conducta. 'Todo es mejorable'; 'siempre hay riesgos', son frases que se repiten cuando se habla de estos temas, lo que indica que todavía hay un largo camino por recorrer.

Inditex innova un código para fabricantes

Inditex, una de las empresas pioneras en RSC, ha sentado precedentes con sus códigos de conducta interna y de talleres y fabricantes externos. Este último obliga a los talleres externos a aceptar una serie de principios que garantizan el respecto a los derechos humanos, laborales e infantiles. Se prohíbe el empleo de menores de 16 o 14 años, según los países, así como cualquier tipo de discriminación, acoso o abuso. Se garantiza la libertad de asociación, unas condiciones adecuadas de salud e higiene, y el cumplimiento de la normativa medioambiental. Pero lo más relevante es que los talleres externos se responsabilizan de que sus subcontratistas cumplan este mismo código.Todas estas medidas serían papel mojado si no hubiera un seguimiento y control de los talleres. æpermil;ste se realiza a través del departamento de RSC de Inditex y con auditores externos: KPMG, Pricewaterhousecoopers y GBCC.En 2002 se analizaron 1.013 talleres de los 1.900 que tenían entonces y se detectaron irregularidades en el 10% de los casos. A éstos se les imponen una serie de medidas correctoras y se les da un plazo de tiempo para enmendarse ya que, en muchos países, la cancelación del contrato por parte de Inditex generaría más perjuicios a los trabajadores. Si no corrigen los errores, entonces se rompe el acuerdo.

Moda que aprieta Intermón. Oxfam critica las políticas de RSC

InditexLo que dice INTERMâN OXFAM Considera a Inditex como el grupo textil español más avanzado en sus medidas de responsabilidad social. Pero cree que tiene un reto para conseguir conciliar su agresiva política comercial en plazos y pedidos, y la exigencia de que sus proveedores cumplan el código de conducta. Pese a todo, considera que va por la dirección correcta al decidir incorporar el coste de las horas extras en el precio.Su postura Creó su departamento de responsabilidad social en 2001. Cuando un proveedor incumple su código exige correcciones, y si no se subsanan es capaz de poner fin a su relación comercial.CortefilLo que dice INTERMâN Cortefiel ha ampliado su compromiso de RSC, pero la ONG considera aún muy insuficiente sus sistemas de verificación externa y critica la ausencia de acciones correctoras cuando detecta insuficiencias en sus proveedores. También resalta que la existencia de fábricas propias le obliga a asegurar el cumplimiento estricto de los estándares laborales internacionales, aún cuando la legislación sea más laxa.Su postura Cortefiel tiene un comité de RSC desde 2002 y asegura que realiza verificaciones previas antes de contratar un taller. Si detecta deficiencias en el proveedor deja el contrato.MangoLo que dice INTERMâN Mango ha dado pasos positivos pero todavía incipientes. La asociación cree que debe formalizar los mecanismos de control para evitar los pedidos por encima de la capacidad de los talleres, o bien incorporar el coste que las horas extra legalmente pagadas pueda suponer. Tampoco considera clara su participación en la puesta en marcha de las medidas correctoras. Le anima a definir más sus políticas en responsabilidad social corporativa.Su postura En 2002 creó su departamento de RSC. Ha comenzado con auditorías externas en sus fábricas de China, y piensa extenderlas a otros países.InduycoLo que dice INTERMâN Induyco, al igual que El Corte Inglés, tiene que emprender el camino de la responsabilidad social. La ONG dice que la marca equipara condiciones de contratación con código de conducta. Nunca ha dejado de trabajar con ningún proveedor por incumplimiento de los estándares internacionales. Hay una falta de verificación del cumplimiento de estas condiciones, más allá de la revisión de sus técnicos de calidad, lo que explica, según Intermón Oxfam, el hecho de que no se hayan detectado prácticas ilegales.su postura No tiene departamento de RSC. El Corte Inglés decidió no hacer declaraciones a este respecto.

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