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Equilibrio fiscal

Superávit en la Administración central del 0,6%

Las Administraciones centrales registraron un superávit del 0,6% del PIB en 2003. El excedente del 1% de la Seguridad Social compensó el déficit del 0,4% del Estado.

Una vez más, se ha cumplido la tendencia que ha caracterizado las cuentas públicas en los últimos ejercicios, en las que las cotizaciones sociales han marcado la pauta del equilibrio fiscal. Según avanzó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, las administraciones centrales (Estado y Seguridad Social) cerraron 2003 con un superávit conjunto del 0,6% del PIB, en términos de contabilidad nacional (criterio utilizado por Eurostat, que mide los ingresos y gastos cuando se devengan).

Este superávit se debe básicamente a la Seguridad Social, que obtuvo un excedente del 1% del PIB (el doble de lo previsto) y que sirvió para compensar el déficit, del 0,4%, del Estado y sus organismos autónomos. En las cuentas de los órganismos autónomos está incluida por primera vez el déficit de Renfe que alcanzó en 2003 los 618 millones de euros (0,08 del PIB).

El excedente de la Seguridad Social se explica por un incremento cercano a los 500.000 nuevos cotizantes durante el pasado año. Su número alcanzó los 16,8 millones, record absoluto. De igual forma, no se había conocido un superávit de la Seguridad Social tan alto en los últimos diez años.

Por su parte, el déficit del Estado del 0,4%, supone en la práctica sólo un leve recorte del previsto inicialmente en los Presupuestos para 2003 (0,5%). En términos de caja (criterio que fija ingresos y gastos cuando se computan en Tesorería), el déficit del Estado, incluso, se elevó en 2003, hasta el 0,6%, del PIB.

No obstante, las cifras son positivas si se las compara con el descuadre fiscal de las principales economías europeas, como la alemana y la francesa, que han sido incapaces de cerrar el pasado ejercicio con un déficit inferior al permitido por Bruselas (3% del PIB).

El IVA, al 10%

En el caso de España, ha influido favorablemente el buen comportamiento de los ingresos no financieros, especialmente los impositivos. En 2003, se recaudó por tributos 129.000 millones de euros, un 5,8% más.

Los ingresos por IRPF, crecieron un 4,8%, a pesar de la rebaja que entró en vigor en enero. Los ingresos derivados del IVA, aumentaron un 9,9%, fruto del dinamismo del consumo. La recaudación por el impuesto de sociedades, sólo lo hizo un 2,3%. Las inversines se ejecutaron en un 96,3%, y el fondo de contingencia para gastos extraordinarios se utilizó en un 80%.

En clave electoral, Montoro recalcó que el superávit de las administraciones centrales en 2003 'se destinará a promover el crecimiento ecónomico, la creación de empleo y a hacer posibles nuevas rebajas de impuestos'.

Caen las rentas del capital

La última del IRPF se ha saldado en 2003 con un incremento del 7% en los ingresos por retenciones del trabajo, mientras que las retenciones por rendimientos del capital han caído un 14%, y las derivadas de fondos de inversión, un 39,9%, fruto del mal comportamiento de este activo financiero el pasado año.

Por lo que respecta a las comunidades autónomas y municipios, aún se desconoce su evolución en 2003. El Gobierno hará públicos los dastos el próximo viernes. Estas cifras son necesarias para calcular el saldo del conjunto de las administraciones públicas, que deberá entregarse a Bruselas antes de marzo.

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